
Mauro Icardi y la China Suárez emprendieron en la noche del martes el regreso a Estambul, donde el delantero retomará su rutina en el Galatasaray. En contraste con otras ocasiones, la pareja viajó sin los tres hijos de la actriz y optó por un vuelo de línea, alejándose del lujo habitual de los viajes privados a los que estaban acostumbrados y adaptándose ahora a las comodidades básicas de un vuelo comercial.
Durante la travesía, Eugenia la China Suárez decidió compartir con sus seguidores cómo transitó las horas en el aire. En la imagen publicada, se la ve sentada en el asiento del avión, relajada bajo la iluminación tenue de la cabina, mientras sostiene entre las manos un envase de la línea turca, rojo con bordes blancos y el logo de la aerolínea claramente visible.
La caja, apoyada sobre su regazo, destaca por el esmalte blanco de sus uñas y el gesto casual. Frente a ella, una pantalla individual muestra una película subtitulada en español sobre la bandeja plegable, sumando a la atmósfera de quietud y rutina propia de los vuelos largos. La postal, simple y honesta, sintetiza la adaptación de Suárez a una nueva modalidad de viaje y evidencia el cambio de escenario en la vida compartida con Icardi entre dos mundos y realidades cada vez que cruzan el océano juntos.

Antes de abordar el vuelo, la pareja se mostró sonriente y unida, tomados de la mano mientras caminaban por la terminal como una síntesis del ánimo con el que cierran su estadía en la Argentina. Los detalles de sus looks no pasaron inadvertidos: Suárez eligió para el viaje un crop top negro, chaqueta estilo militar con bordados dorados, pantalones cargo verde oliva y zapatillas blancas con detalles en negro y rojo, además de una gorra de los New York Yankees y una valija de una reconocida marca de lujo. Icardi apostó a la sobriedad con un conjunto monocromático de remera blanca, camisa negra liviana, pantalón cargo negro, gorra y zapatillas oscuras, completando el combo con equipaje premium.
Antes de cruzar migraciones, Mauro tuvo un gesto especialmente valorado: regaló una camiseta del Galatasaray a un empleado de Turkish Airlines, reforzando la imagen cercana y cordial que ambos proyectaron durante el paso por la terminal. Ya a bordo del vuelo comercial —una modalidad diferente al jet privado al que suelen recurrir— la China Suárez compartió una imagen en la que aparece en su asiento, bajo la luz tenue de la cabina, sosteniendo un envase rojo y blanco con el logo de la aerolínea sobre su regazo, uñas esmaltadas de blanco, mientras disfruta de una película en la pantalla individual de su asiento; una postal sencilla que evidencia la adaptación a los cambios y la naturalidad con que afronta la rutina de viaje en esta nueva etapa.
Durante el vuelo, Icardi también publicó la que definió como la última imagen de la estadía en Buenos Aires: un retrato íntimo y relajado, donde él y Eugenia se inclinan uno hacia el otro en el avión, ella con una expresión de burla y él simulando un beso. “Chau Argentina, hasta pronto”, comentó el rosarino al pie, mencionando a su pareja y anticipando un próximo regreso al país, probablemente durante las fiestas.

De esta manera, la pareja cerró su paso por Buenos Aires en armonía, dejando atrás la polémica mediática y judicial. La visita tuvo como objetivos principales el reencuentro familiar de Icardi con sus hijas, fruto de su relación con Wanda Nara, y la promoción del nuevo proyecto televisivo de Suárez, “Hija del fuego: la venganza de la bastarda”. Los días tranquilos y de bajo perfil muestran una pausa en el escándalo, consolidando una postal familiar y profesional donde el amor y el trabajo parecen haberse impuesto, al menos por ahora, sobre cualquier conflicto previo.