En China, el mercado inmobiliario ha provocado la proliferación de las denominadas minihabitaciones, espacios extremadamente reducidos cuya anchura apenas supera los 60 centímetros. Un video realizado por una estudiante y publicado en la red social X (anteriormente Twitter) se volvió viral por mostrar de manera detallada este tipo de alojamiento, destacando tanto sus dimensiones mínimas como los desafíos que enfrentan quienes deben utilizarlas.
Al ingresar por primera vez a una de estas habitaciones, la joven estudiante expresa sorpresa ante lo angosto del espacio: la puerta parece “más angosta que yo”, dice antes de intentar ingresar. La entrada resulta complicada por la estrechez de la puerta, y ya en el interior la reacción es de asombro y desconcierto: la habitación resulta tan estrecha que resulta difícil imaginar cómo alguien podría dormir allí. El video resalta que para cualquier persona con claustrofobia sería imposible soportar una noche en ese lugar.

Estas minihabitaciones, a pesar de sus dimensiones limitadas, llegan a ofrecer servicios básicos. Al consultar el precio, la estudiante recibe la respuesta: la noche cuesta 8 yuanes, lo que equivale a aproximadamente 1,10 dólares estadounidenses. Por ese valor, el inquilino tiene acceso a una televisión y un baño propio, elementos que sorprenden por estar disponibles en un espacio tan reducido. La estudiante, incrédula, pregunta: “¿Esto es para que la gente viva aquí?”, evidenciando lo inusual de la oferta y la dificultad de imaginar su utilización cotidiana.
Durante el recorrido, la estudiante destaca detalles como el hecho de que la habitación resulta ser solo la mitad de una letrina, ya que algunas instalaciones son compartidas con la estancia vecina. El colchón, dispuesto paralelamente a la pared, apenas cabe en la estrecha habitación. Según la joven, dormir allí una sola noche podría provocarle “capsulitis adhesiva”, una dolencia conocida como hombro congelado, debido a la limitación total de movimiento causada por la falta de espacio.

El diseño interno refleja la prioridad por el ahorro de metros cuadrados: la estudiante muestra cómo la televisión debe observarse de costado porque el reducido ancho de la habitación impide que pueda instalarse en posición recta. Este detalle ilustra cómo las dimensiones extremas condicionan el uso del mobiliario y la funcionalidad básica del espacio. Además, la altura también resulta limitada, al punto que, según la visitante, “el mayor defecto de esta habitación es que si quieres ahorcarte, no es lo suficientemente alta”.
La experiencia presentada por la estudiante pone en evidencia la adaptación de ciertos sectores inmobiliarios a la alta demanda de alojamiento y a la falta de espacio urbano en algunas ciudades chinas. Los precios bajos se contraponen a la incomodidad y a las condiciones casi imposibles de habitabilidad, haciendo de estas minihabitaciones una opción extrema que, a pesar de cubrir necesidades básicas, plantea serios cuestionamientos sobre la calidad de vida y el bienestar de sus ocupantes.