El Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó la venta a Ucrania de equipos y servicios de mantenimiento ligados a los sistemas de defensa aérea Patriot por un monto estimado de 105 millones de dólares.
La autorización fue notificada este martes al Congreso estadounidense por la Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa, en respuesta a una solicitud formal del gobierno de Volodimir Zelensky ante la persistencia de los ataques aéreos por parte de Rusia.
El paquete incluye repuestos, servicios logísticos, soporte técnico, formación y la modernización de lanzadores Patriot del modelo M901 al M903, así como otros accesorios, listas de equipos críticos y elementos de apoyo en tierra.
Las principales empresas involucradas en la transacción serán RTX Corporation, con sede en Arlington, Virginia, y Lockheed Martin, ubicada en Bethesda, Maryland. No se han anunciado acuerdos de compensación industrial vinculados a la operación, aunque estos se definirán en futuras negociaciones entre Ucrania y los contratistas.
El Departamento de Estado comunicó que “esta venta propuesta respaldará los objetivos de política exterior y seguridad nacional de los Estados Unidos al mejorar la seguridad de un país socio, que es una fuerza para la estabilidad política y el progreso económico en Europa”.
Además, el gobierno estadounidense sostuvo que la iniciativa “mejorará la capacidad de Ucrania para hacer frente a las amenazas actuales y futuras”, proporcionando herramientas para operaciones de autodefensa y una mayor autonomía en el mantenimiento local de sus sistemas de defensa.
La gestión forma parte de una estrategia para impulsar la capacidad defensiva ucraniana frente a los bombardeos y misiles lanzados contra ciudades e infraestructuras por las fuerzas rusas.
Desde la invasión iniciada en febrero de 2022, Ucrania ha recibido diversos lotes de armamento y tecnología militar de Estados Unidos y sus aliados europeos, como parte de una política de cooperación para asegurar la estabilidad del país y evitar una escalada del conflicto en la región.
El acuerdo contempla que hasta cinco funcionarios estadounidenses y quince representantes de los contratistas asignados viajen a Europa para tareas de capacitación, soporte técnico y reuniones periódicas durante un plazo estimado de un mes. Según la información de la Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa, este despliegue temporal no afectará la preparación ni la disponibilidad de defensa de Estados Unidos en otros teatros de operaciones.

El gobierno estadounidense subrayó que la transacción no altera el equilibrio militar regional, ya que los Patriot han sido empleados por las fuerzas armadas ucranianas desde 2023 para interceptar misiles y proteger zonas urbanas críticas. El monto final de la venta podrá ajustarse según requisitos específicos, autoridad presupuestaria y la firma de los contratos respectivos.
El presidente Volodimir Zelensky había reiterado en varias ocasiones su demanda de asistencia para reponer y mantener los sistemas Patriot, considerados cruciales para la defensa antiaérea tras los bombardeos rusos contra infraestructuras civiles y militares.
Durante su última visita a Washington en octubre, Zelensky solicitó la compra adicional de misiles de crucero Tomahawk, pero la administración Trump se abstuvo de autorizar ese pedido y enfocó el apoyo en componentes y mantenimiento.
El Departamento de Estado remarcó que Ucrania no tendrá dificultades para integrar los artículos y servicios adquiridos a su estructura militar actual.
El comunicado enviado al Congreso puntualizó que el país receptor ya ha absorbido con éxito anteriores transferencias de tecnología estadounidense y cuenta con personal entrenado para las operaciones y revisiones de los Patriot.
Hasta el momento, la asistencia militar estadounidense a Ucrania ha involucrado donaciones, ventas directas, fondos de apoyo y la coordinación con aliados de la Unión Europea, especialmente para financiar paquetes de defensa avanzada.

El presidente Donald Trump, en su último anuncio público sobre el asunto, matizó que los nuevos sistemas defensivos serían costeados en su mayor parte por países europeos, dentro de un esquema de reparto de cargas entre socios internacionales.
El gobierno ucraniano ha considerado prioritario asegurar la continuidad operacional de los sistemas Patriot, apuntando a mantener la capacidad de interceptar misiles, proteger infraestructuras críticas y fortalecer la cobertura aérea ante eventuales ofensivas rusas.
(Con información de EFE)