El relanzamiento de un proyecto educativo en una escuela de Casavalle, un barrio al norte de Montevideo (Ministerio del Interior)

La madre de un alumno de un colegio católico de Casavalle –barrio periférico al norte de Montevideo– llegó a la institución con un pedido especial para las maestras: había que tener paciencia con su hijo porque no había podido salir a jugar durante el fin de semana. Los tiros que se escucharon en el barrio esos días provocaron que tuviera que estar encerrado. El niño iba a iniciar la semana más inquieto, les advirtió la mujer.

Relatos como este –consignados por el diario uruguayo El País– se reiteran en un barrio caracterizado por los conflictos entre familias y organizaciones criminales. Los niños se quejan de que en sus casas no los dejan salir a jugar a la plaza porque quieren protegerlos de un tiroteo. En otros casos son los familiares de los menores los que protagonizan los enfrentamientos.

Casavalle es, desde hace un buen tiempo, la zona periférica de la capital uruguaya en la que los niños temen caminar hacia la escuela.

Una recorrida del grupo GEO por el barrio Casavalle de Montevideo (Presidencia)

En 2023, una investigación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Udelar) analizó cómo perciben el riesgo los adolescentes que asisten a la secundaria en ese barrio, específicamente en el camino desde sus hogares hasta el liceo. El trabajo, difundido entonces por El Observador, implicó que los estudiantes marcaran las zonas peligrosas del barrio y el resultado fue un mapa de color con una distribución similar a la de los homicidios que ocurren en el lugar. Los estudiantes explicaron que determinadas calles del barrio son peligrosas porque matan, roban, “te disparan”, “no hay policías” y hay “tiroteos” y “persecuciones”.

“Las representaciones gráficas y verbales señalan un entorno atemorizante, se denuncian muertes, amenazas, lesiones y es claro que las adolescencias de este barrio popular crecen desprotegidas y con los derechos vulnerados. No pueden caminar en paz para ir a estudiar, pues la experiencia es traumática y este trauma tiene origen social, no individual”, dice el trabajo de los investigadores de la Udelar.

El grupo GEO de Uruguay recorre el barrio Casavalle de Montevideo, uno de los más afectados por la inseguridad (Presidencia)

Casavalle es, al menos desde 1980, uno de los barrios “más inseguros y vulnerables” de Montevideo.

Una amenaza en un velorio adolescente

Un adolescente de 17 años fue atacado a balazos a inicios de noviembre en el barrio Reducto de Montevideo. De inmediato lo trasladaron al Hospital Policial, donde ingresó con un disparo en el costado derecho, otro en el brazo y un tercero en el muslo derecho. Al poco rato falleció y en su velatorio se escuchó una amenaza: “Vamos a salir a cazar”. La frase significaba que sus allegados buscarían venganza.

Según informó El País, horas después hubo una intensa balacera en Casavalle, donde estas personas presumían que vivía el asesino. Se registró una escalada de violencia que motivó que el Ministerio del Interior desplegara operativos especiales en el lugar. Se escucharon decenas de detonaciones en el lugar: la mayoría de estas cercanas a un club de niños de la zona, un centro socioeducativo de atención diaria pensado como un complemento de la escuela.

El ministro del Interior, Carlos Negro, en una escuela de Casavalle (Ministerio del Interior)

Cuando escucharon la balacera los funcionarios se resguardaron en la sala más segura. Luego, le comunicaron a los padres de la situación y les pidieron que vayan a retirar a sus hijos lo más rápido posible. Al día siguiente, el centro permaneció cerrado.

El club de niños está cerca de donde los vecinos creen que vive el asesino del adolescente.

Los equipos del Instituto del Niño y Adolescente de Uruguay (INAU) también suspendieron sus actividades en el lugar ya que en el organismo consideraron que enviarlos hasta allí era poner en riesgo su vida. Los trabajadores muchas veces tienen locomoción, pero en otras tienen que trasladarse por su cuenta. Cada vez con más frecuencia son asaltados.

La Policía redobló la vigilancia en el lugar, pero los vecinos relatan que cuando los agentes se van, se vuelve a escuchar el sonido de las balas.

El barrio Los Palomares, en Casavalle

Los niños de Casavalle “nerviosos”

Los centros CAIF –instituciones estatales que garantizan la atención de menores de hasta tres años– son los más afectados, dado que la asistencia allí no es obligatoria. Cada vez son más los padres que deciden llevar a sus hijos a centros educativos de otros puntos de Montevideo, informó el noticiero Telemundo de Canal 12. De hecho, el CAIF Nuevos Rumbos va a cerrar sus puertas el próximo año: la matrícula de sus estudiantes se redujo a menos de la mitad.

Los niños están mucho más nerviosos. Entonces, los tenemos que acoger. Muchas veces lo logran manifestar con llanto; otras veces muestran inquietud dentro de la clase. A veces reproducen la violencia entre ellos porque reproducen lo que ven en la calle”, relató a ese informativo Carina Gigena, referente del colegio Obra Banneux.