Hugo Moyano, líder del Sindicato de Camioneros

Inesperadamente, la pelea interna en el Sindicato de Camioneros está repercutiendo en el gobierno porteño y en las empresas de recolección de residuos de CABA: Hugo Moyano reflotó el reclamo de indemnizaciones para los empleados del sector para tratar de incidir en el enfrentamiento con Marcelo “Feúcho” Aparicio, el número 3 del gremio, más cercano a Pablo Moyano.

El líder de Camioneros firmó en octubre pasado un acuerdo con la administración de Jorge Macri por el cual desistió de que se aplique la llamada “Ley Moyano”, una “norma” de ninguna legalidad por la cual el sindicato venía logrando desde 1998, gracias a su poder de fuego, que cada vez una empresa ganaba una concesión de servicios o cambiaba de accionistas, despidiera al personal, lo indemnizara y lo volviera a contratar.

En este caso, tal como advirtió públicamente su hijo Pablo, Hugo Moyano interpretaba que en octubre de 2024 vencían los contratos de recolección de residuos de CABA y que a los 6.000 trabajadores del sector afiliados a Camioneros les correspondía una indemnización que alcanzaba un total de 200 millones de dólares.

Pablo Moyano y Marcelo Aparicio,. secretario Gremial de Camioneros

En el gobierno de porteño rechazaron el reclamo porque la prórroga de los contratos vencía recién en 2028 y hasta entonces regía el mismo contrato existente, con la misma cantidad de empleados, con las mismas empresas y en las mismas condiciones de trabajo.

Ante la firmeza de Jorge Macri, se pactó no pagar indemnizaciones, pero sí otorgar beneficios al personal que se jubilaba y dar una serie de adicionales para mejorar los sueldos de los trabajadores.

Todos ganaron: hubo paz social, Moyano exhibió las compensaciones para los trabajadores y Jorge Macri se mostró como el jefe de Gobierno que le dijo que no a Camioneros y rompió esa tradición fuera de la ley que inició Mauricio Macri y siguió Horacio Rodríguez Larreta.

Jorge Macri se mantiene firme en rechazar la llamada

Pero no salió todo como se esperaba: un mes después de firmado el acuerdo, los trabajadores de recolección de residuos de la ciudad de Buenos Aires hicieron asambleas durante dos días en algunas empresas, sin el aval de los delegados, para protestar a los gritos y entre insultos porque lo que se pactó no incluía las indemnizaciones.

Incluso circularon videos de asambleas en la empresa Cliba con ataques verbales contra Pablo Moyano (”Pablito traidor”, decía un trabajador mirando a la cámara) y agitadas discusiones entre delegados y empleados: “¿Vos me asegurás que en 2028 nos van a pagar? ¡Qué nos van a pagar!”, afirmó uno de ellos en referencia al reclamo de que se paguen indemnizaciones.

Ahora, la feroz interna entre Hugo y Pablo se instaló en la decisiva rama de recolección de residuos, donde, por un lado, está el fiel “hugomoyanista” José “Teta” Garnica, secretario de la Rama de Recolección del sindicato, y, por el otro, los delegados que responden a Aparicio, que vienen promoviendo asambleas para que surjan expresiones de respaldo a ese dirigente, al que desde el oficialismo moyanista vincularon con el presunto fraude con fondos de un hotel que el gremio tiene en Mar del Plata y por el que hay dos dirigentes bajo sospecha.

José

Por eso, a principios de octubre, Hugo Moyano desplazó a Paulo Villegas, secretario Tesorero, y a Claudio Balazic, secretario Administrativo, tras una denuncia judicial de Héctor “Yoyo” Maldonado, secretario de Prensa, Cultura y Turismo de Camioneros y hombre de confianza de Moyano, que dio lugar a una investigación que lleva adelante el fiscal marplatense Carlos David Bruna.

Después de esos despidos, se produjo otro episodio que reveló la tensión interna: se lanzaron volantes ante la sede del sindicato con un mensaje contra Aparicio, otro dirigente en la mira de Hugo Moyano. “Marcelo Aparicio dejá de robarle a Hugo M., vos también participaste”, decía en los papeles arrojados desde una moto y en alusión a la denuncia presentada en Mar del Plata.

Lo que sucedió ahora, deslizan en el sindicato, fue que Garnica desempolvó la “Ley Moyano” para ponerse de su lado a los trabajadores de recolección de basura y, a la vez, debilitar a quienes responden a Aparicio. Por eso fue quien habría convencido al líder de Camioneros de que debía reflotar la exigencia de las indemnizaciones: “Queremos que le den a la gente un anticipo de lo que pagarán en 2028”, fue el insólito pedido de Moyano.

Hugo Moyano y su hijo Pablo

Hugo Moyano se lo planteó al gobierno porteño, pero le dijeron que no y por eso decidió hablar con las empresas. A comienzos de esta semana, el jefe de Camioneros se reunió con representantes de las 6 concesionarias del servicio de recolección de residuos, que le advirtieron que de ninguna manera podían pagar lo que exigía.

Aun así, se abrió una suerte de cuarto intermedio en el que hay negociaciones extraoficiales con Moyano, sobre todo luego de que éste accedió a bajar sus pretensiones: ya no exige el 100% de las indemnizaciones para su gente sino que se conformaría con que le den “algo”.

¿Qué es lo que está en juego en este escenario tan complejo? “Están tensionando entre ellos e intimidando a los demás para ver quién tiene el poder”, interpretó a Infobae alguien que conoce de cerca este conflicto.

Hugo y Pablo Moyano sólo están juntos en las pancartas del Sindicato de Camioneros

En el gobierno de CABA se mantienen firmes. Jorge Macri fue el primero que empezó a poner orden en la relación de la administración porteña con el gremio. Por ejemplo, en el tema de las grúas y en un mayor control del servicio de recolección de residuos, aplicando multas.

Se teme que en las próximas semanas comiencen algunas medidas de fuerza que afectarán la recolección de residuos y que se harán con otra excusa, pero con la clara intención de presionar por el pago del anticipo de lo que Moyano imagina que se cobrará en 2028.

Mientras, se mantiene la batalla declarada en las asambleas de la rama de recolección de residuos: así como los aliados de Aparicio alentaron los apoyos a su líder interno y quedó filmado alguien que amenazaba con que “los traidores se tendrán que hacer cargo y pagarán su culpa”, “Teta” Garnica encabezó reuniones de trabajadores para afianzar las lealtades moyanistas y, de paso, salir al cruce de las acusaciones en contra de él: “Dicen que soy traidor, pero si ser traidor es defender a Hugo Moyano, voy a ser traidor toda la vida”, señaló, como se pudo ver en un video que circula en las redes.

La interna camionera está al rojo no sólo por este insóiito reclamo de que se aplique la “Ley Moyano” -ya “derogada” hace un año- para ayudar a que se defina el enfrentamiento entre “huguistas” y “pablistas”.

En estos últimos días aparecieron pintadas con la leyenda “Pablo Moyano volvé, los trabajadores te necesitan” en paredes del oeste del conurbano bonaerense. Y el propio Pablo Moyano reapareció el martes pasado con un video en el que se involucra de nuevo en reclamos gremiales concretos. Junto con representantes de la rama de Aguas Gaseosas del gremio, dijo que “no permitirá atropellos contra los trabajadores” y advirtió: “Desde la Secretaría Adjunta nos vamos a poner al frente para recuperar todos los puestos de trabajo que se perdieron este año”.

El fin de semana pasado hubo una batalla campal entre las facciones que responden a ambos líderes durante un partido de fútbol en el Club Argentino de Merlos, con una pelea que incluyó patadas en la cabeza y golpes de puño.

No fue el primer episodio de violencia: manifestantes que responden a Hugo Moyano y su hijo Pablo se enfrentaron en la calle durante la marcha por el Hospital Garrahan del 17 de julio pasado, donde trascendió que hubo un apuñalado y que luego dispararon contra la casa de uno de los cabecillas de los dos sectores de Camioneros.

Para colmo, la crisis financiera que sufre la obra social de Camioneros escaló esta semana con protestas de trabajadores de los sanatorios del gremio en Avellaneda, San Justo, Villa Martelli y Caballito por la falta de pago de salarios, con carteles que apuntaron contra Liliana Zulet, esposa de Hugo Moyano, en su condición de dueña de Iarai, la empresa que se encarga del gerenciamiento de la entidad de salud.

Carteles contra la esposa de Hugo Moyano en sanatorios del Sindicato de Camioneros partida

El hilo conductor de todos estos episodios es la disputa que se produjo a fines de 2021 cuando Pablo Moyano le recriminó a Hugo el papel de su esposa en la profunda crisis financiera de la obra social camionera.

Luego vino la renuncia de Pablo a la CGT por la falta de apoyo de su padre, su alejamiento del sindicato, al que directamente dejó de ir, y la dedicación casi exclusiva a la presidencia del Club Deportivo Camioneros. Mientras, Hugo designó en la CGT a un dirigente de extrema confianza como Octavio Argüello, privilegió a otros de sus hijos (“Huguito”, el abogado y diputado electo, y Jerónimo, el menor de la familia) y se alió al sector sindical dialoguista mientras firmó acuerdos salariales alineados con la pauta que fija el Gobierno.

¿Cuál será el próximo capítulo de esta crisis del Sindicato de Camioneros que parece interminable? Nadie sabe cuál será, pero hay algo seguro: habrá muchísimos más.

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