El dólar minorista cayó 20 pesos mientras que el mayorista se redujo en 17,5 pesos en la semana. REUTERS/Luisa González

Con el acuerdo comercial de Estados Unidos y el rally de colocación de deuda corporativa como telón de fondo, el dólar minorista cayó 20 pesos y el tipo de cambio mayorista se redujo 17,5 pesos en la semana. Las acciones y los bonos reaccionaron al alza, pero el riesgo país volvió a posicionarse por encima de los 600 puntos básicos.

La divisa que se vende en el Banco Nación cerró a $1.425, 90 pesos menos que el pico nominal que alcanzó el 24 de octubre. Algo similar ocurrió con el segmento al por mayor, que descendió a $1.403. “Tercera semana consecutiva con bajas del dólar mayorista, que volvió a niveles de la primera quincena de octubre”, apuntó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores. En efecto, el segmento que surge del Mercado Libre de Cambios (MLC) volvió a niveles preelectorales luego de tocar un techo de $1.492 durante la última jornada hábil antes de los comicios legislativos.

De esta manera, la diferencia con el techo de las bandas cambiarias se incrementó a 100 pesos, equivalente al 6,65%. El límite superior del esquema se encuentra en $1.502,98. Esta situación brinda cierto respiro a las reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que no se ve obligado a intervenir para frenar la suba de la moneda estadounidense.

Además de la asistencia financiera y cambiaria brindada por el Tesoro estadounidense, que adquirió pesos en el MLC previo a las elecciones legislativas, las colocaciones de deuda de compañías argentinas representaron una alternativa relevante para el ingreso de divisas. Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group, indicó que el endeudamiento empresarial alcanzó un nivel récord, superando los USD 3.150 millones en la primera mitad de noviembre. Este flujo adicional de dólares aportó a la estabilidad del mercado cambiario al aumentar la oferta de divisas.

Desde Invecq señalaron que “despejada la incertidumbre electoral y tras la fuerte compresión del riesgo país -en más de 500 puntos básicos- se desató un boom de emisiones corporativas en el exterior, impulsado principalmente por el sector energético, que descomprime la tensión cambiaria”.

“Durante la administración Milei ya se había alcanzado un máximo previo de colocaciones de ON por USD 2.600 millones mensuales en octubre de 2024, pero en apenas las dos primeras semanas de noviembre las colocaciones ya rondaron los USD 3.000 millones, equivalente a todo lo emitido en 2022 y 2023 combinados. Cerca del 98% de las emisiones de noviembre correspondió a empresas de energía, que volvieron a financiarse a tasas en torno al 8% TNA y con plazos superiores a 10 años. Esto implica un crédito más profundo y estable que el observado en meses anteriores, en los que predominaban vencimientos más cortos de 2 años en promedio», añadieron los analistas de la consultora.

Por otra parte, el contado con liquidación (CCL) avanzó 10 pesos hasta los $1.492,77 en la semana mientras que el MEP se redujo casi 5 pesos a $1.453,10. En cuanto a la evolución del blue o libre, avanzó 5 pesos a $1.430.

En el frente bursátil, el S&P Merval concluyó la vorágine semanal con un crecimiento de 3,8% en pesos y llegó a los 2.992.808,43 puntos y 4% en dólares a USD 2.016,74. El comportamiento de la bolsa local estuvo supeditado al firme andar tanto de las acciones como de los bonos soberanos.

“Los principales activos del mercado local marcaron fuertes subas en dólares versus los valores previos al proceso electoral. Los criterios de valuación cambiaron principalmente en dos factores: se le asigna una probabilidad mucho más alta al sostenimiento en el tiempo de las políticas actuales, incluyendo el equilibrio fiscal y la no emisión. En segundo lugar, bajaron de manera muy fuerte las expectativas de movimientos discretos del tipo de cambio”, remarcaron desde MegaQM.

El acuerdo comercial con Estados Unidos impulsó a los papeles de empresas vinculadas con la exportación de productos: Aluar (13,4%), San Miguel (26,1%), Inversora Juramento (18%), Sociedad Imp. y Exp. de la Patagonia (14,7%) y Ferrum (11,4%). También los ADR terminaron con incrementos de hasta 4% el viernes pasado.

Más allá del rapto de euforia que se percibió en el Merval, un informe del Grupo IEB destacó que “el mercado, aunque notoriamente más optimista, parece aún estar a la espera de anuncios o eventos concretos, una suerte de ‘show me the money’». Entre ellos, subrayaron, se encuentra la recompra de deuda, la consolidación del nuevo congreso y las leyes que vendrían consigo.

A propósito de los bonos, el viernes volvieron a operar positivos con subas de hasta 1,9%. Esta dinámica redundó en una tenue baja del riesgo país hasta los 612 puntos básicos. Sin embargo, al colocar la lupa sobre la evolución semanal, el índice elaborado por el JP Morgan registró un incremento de 16 unidades desde los 596 del lunes 10 de noviembre.

No se trata de un indicador más: mide la diferencia entre los rendimientos de los bonos del Tesoro norteamericano, considerados libres de riesgo, y los argentinos. Para que la Argentina pueda regresar al mercado voluntario de deuda y refinanciar sus vencimientos de deuda externa, es indispensable que la variable caiga y se mantenga por debajo de los 500 puntos.

Por otro lado, las reservas internacionales del Banco Central se incrementaron USD 376 millones entre el lunes y el viernes, terminando en USD 40.636. Las tenencias de la autoridad monetaria estuvieron en el foco de la discusión política y económica de la semana.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió con la necesidad de acumulación de divisas, independientemente de la posibilidad de que el Gobierno pueda reabrir el grifo del endeudamiento externo. “En nuestras discusiones con las autoridades, hemos enfatizado a necesidad de acelerar los esfuerzos de acumulación de reservas para ayudar a gestionar mejor la volatilidad y fortalecer aún más la confianza del mercado”, planteó Julie Kozack, vocera del FMI, durante una conferencia de prensa.

Y acotó: “La reciente mejora en las condiciones del mercado presenta una ventana de oportunidad para que las autoridades fortalezcan las políticas macroeconómicas, consoliden la estabilidad y aceleren la acumulación de reservas“.

Atento a las dudas que suscita el tema, el ministro de Economía, Luis Caputo, puso paños fríos al argumentar que el atesoramiento de dólares en las arcas del BCRA es un objetivo prioritario para el Gobierno. “Vamos a acumular reservas y más de lo que cualquiera puede estar pensando. Lejos de ser algo que nosotros subestimamos, es una prioridad. Hoy por hoy, está separado lo que es acumulación de reservas de lo que es el pago de nuestras deudas”, aseveró en la 31º Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA).