FOTO DE ARCHIVO: El logo de las Naciones Unidas adorna una ventana en la sede de la ONU en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, el 18 de septiembre de 2025. REUTERS/Jeenah Moon

La Organización de las Naciones Unidas, a través de su Oficina de Servicios para Proyectos (UNOPS), expresó su disposición para ampliar su apoyo al sistema de salud de Ecuador, actualmente afectado por denuncias de corrupción, desabastecimiento y fallas estructurales. En declaraciones brindadas a la agencia EFE desde Quito, Nicholas Gardner, director regional de UNOPS para la región andina, afirmó que la organización se encuentra evaluando nuevas formas de cooperación, incluyendo la posible adquisición de medicamentos, un tema que calificó como “sensible” debido a los intereses que involucra.

La crisis sanitaria en Ecuador ha escalado en los últimos meses. A los problemas históricos del sector, se suman recientes escándalos por la venta ilegal de medicamentos, la falta de insumos en hospitales públicos y la opacidad en procesos de adquisición. Gardner señaló que estas dificultades no son exclusivas de Ecuador ni de América Latina: “Lamentablemente, la corrupción o la falta de transparencia no es un tema nuevo ni exclusivo de la región, sino del mundo entero”, afirmó.

En este contexto, UNOPS —entidad especializada en infraestructura, adquisiciones y gestión de proyectos de la ONU— ha sido convocada por el gobierno ecuatoriano para intervenir como garante de procesos transparentes. Según Gardner, “muchos gobiernos acuden a UNOPS precisamente para demostrar que sus procesos son transparentes y libres de corrupción”. La organización cuenta con mecanismos de control propios para prevenir irregularidades, aunque reconoció que en ocasiones han sido blanco de ataques por tocar intereses específicos.

En este hospital hubo varios casos de muertes de neonatos en Ecuador.

Actualmente, UNOPS ya ha ejecutado varios proyectos en Ecuador. Uno de los más destacados es la entrega de 188 ambulancias para mejorar la atención prehospitalaria del Ministerio de Salud Pública. También ha colaborado con el Municipio de Quito en la adquisición de 60 trolebuses completamente eléctricos, en un esfuerzo por modernizar el sistema de transporte urbano con criterios de sostenibilidad.

Sin embargo, el siguiente paso, que incluiría la intervención directa en la compra de medicamentos, especialmente de alto costo como los utilizados para tratar cáncer y diabetes, aún está en proceso de evaluación: “Estamos trabajando con el Ministerio de Salud y el Seguro Social para poder apoyar la compra de medicamentos en Ecuador”, reiteró.

La participación de UNOPS en este campo podría representar un alivio estratégico para un sistema que atraviesa por una situación límite. De acuerdo con reportes recientes, al menos cuatro hospitales públicos tienen niveles de abastecimiento de medicamentos por debajo del 30%. Esta situación ha tenido repercusiones directas en la atención de pacientes crónicos y en la percepción ciudadana sobre el acceso a servicios básicos.

Los usuarios han denunciado la falta de medicinas e insumos médicos. EFE/José Jácome

En 2025, los hospitales estatales reportaron que al menos 111 medicamentos clave estaban sin stock en agosto, entre ellos antibióticos de uso común como azitromicina, insulina ultrarrápida para diabéticos y lorazepam para cuadros de ansiedad. Además, la ejecución presupuestaria del sector fue extremadamente baja, según reportes de gasto público independientes.

A ello se suman problemas de gobernabilidad: variabilidad alta en las autoridades de salud, parches administrativos y una fuerte subversión de los insumos médicos que ponen en riesgo el derecho a la salud pública en un contexto donde los ciudadanos se enfrentan a largas esperas, atención incompleta y centros de salud debilitados.

El involucramiento de organismos internacionales como la ONU también tiene una dimensión simbólica: representa una apuesta por la reconstrucción institucional y la recuperación de la confianza pública en medio de un contexto marcado por la desafección hacia el sistema sanitario y el aparato estatal. Para Gardner, este es precisamente el tipo de trabajo para el que fue creada su oficina: “Es parte de nuestro trabajo afrontar este tipo de situaciones”, dijo, reconociendo los desafíos reputacionales que enfrentan cuando entran en escenarios de alta conflictividad institucional.

La disposición de UNOPS para colaborar más estrechamente con Ecuador representa una señal positiva para la comunidad médica y para miles de pacientes que dependen del sistema público para acceder a tratamientos.