
El uso de contraseñas débiles sigue como uno de los principales riesgos para la seguridad digital en todo el mundo. Un estudio internacional identificó cuáles son las claves más frecuentes y cuáles son los patrones más peligrosos en la gestión de accesos personales.
El relevamiento se realizó a través del análisis de más de dos mil millones de credenciales filtradas en foros y plataformas digitales. El informe advierte sobre la facilidad con la que los ciberdelincuentes logran acceder a cuentas con este tipo de información.
El portal británico especializado en seguridad en línea, Comparitech, encabezó la investigación divulgada en distintas plataformas y medios tecnológicos. El estudio tomó datos de distintas redes sociales, sitios de comercio electrónico y servicios de mensajería donde aparecieron grandes volúmenes de contraseñas vulneradas.
Los resultados reflejan la tendencia mundial a elegir combinaciones numéricas, palabras sencillas o secuencias del teclado que resultan fáciles de adivinar, tanto para personas como para programas automáticos diseñados para descifrar claves.
El análisis destaca que las claves más repetidas mantienen la misma estructura a lo largo del tiempo. Los usuarios priorizan la comodidad y la memorización rápida, lo que incrementa el riesgo de accesos no autorizados.
Los expertos coinciden en que la información personal, económica y social queda expuesta cuando no se adoptan mecanismos seguros de autenticación.

Números, secuencias y palabras: así se forman las contraseñas más vulnerables
El informe enumera cuáles son las 10 contraseñas más empleadas por los usuarios en 2025, con cientos de miles a millones de apariciones cada una.
- 123456
- 12345678
- 123456789
- admin
- 1234
- Aa123456
- 12345
- password
- 123
- 1234567890
Combinaciones como “qwerty” (primeras letras del teclado) y “admin123” también se hallan en los 100 primeros lugares de la lista global.
La palabra “minecraft”, asociada a la popularidad del videojuego, aparece entre las 100 más usadas durante 2025.

El estudio también observa que muchas claves se forman con cadenas de números ascendentes o descendentes y que el 25% de las contraseñas más utilizadas está compuesto solo por cifras.
De acuerdo con Comparitech, el 38,6% de las contraseñas numéricas contiene la secuencia “123”. Un 2% usa combinaciones invertidas de “321”.
Además, el 3,1% de las clásicas incluye la serie de letras “abc”. Estos patrones buscan facilitar el recuerdo, pero también permiten que los ciberdelincuentes los identifiquen rápidamente con sistemas automáticos.

El informe estima que un tercio de las claves filtradas tiene menos de 12 caracteres y que solo un 3,2 % supera los 16 símbolos.
El informe destaca el concepto de “pereza humana” como uno de los motores principales detrás de esta falta de seguridad. Al buscar rapidez, muchos internautas repiten claves, modifican solo un carácter o usan fechas de nacimiento como recurso fácil de recordar.
El resultado es una exposición masiva, y muchos ataques ocurren sin la intervención directa del usuario.

Consecuencias de contraseñas sencillas y recomendaciones de seguridad
El uso de combinaciones predecibles deja expuestas a millones de cuentas. Los ciberdelincuentes recorren las bases de datos filtradas y emplean programas capaces de probar miles de variantes en segundos. Así logran acceder a información confidencial, robar dinero, extorsionar víctimas y tomar control de perfiles personales o corporativos.
La empresa británica advierte que las contraseñas más seguras superan los 12 caracteres e integran letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos sin patrones simples.
Recomienda evitar secuencias conocidas, nombres propios o detalles personales. Para ampliar la protección, el informe sugiere que cada cuenta emplee una clave exclusiva y que los usuarios habiliten sistemas de autenticación en dos pasos.

Este método añade una capa de verificación al correo electrónico o al teléfono, lo que reduce la probabilidad de robo incluso si la contraseña fuera descubierta.
El estudio añade que el 65,8 % de las contraseñas analizadas no alcanza los mínimos estándares de extensión y complejidad. En plataformas donde se gestiona información confidencial o financiera, la adopción de prácticas robustas resulta indispensable para evitar intrusiones.

Cómo elegir una contraseña fuerte y evitar fraudes en internet
Un equipo de expertos en ciberseguridad señala que las claves robustas no muestran patrones reconocibles ni datos obvios, como series numéricas directas.
El uso de generadores automáticos facilita la creación de contraseñas únicas. Aplicaciones de gestión de contraseñas permiten almacenar claves diferentes y complejas sin depender de la memoria.

Otro aspecto que los especialistas consideran vital es la educación sobre riesgos digitales. Al informar sobre la tendencia a emplear claves débiles, plataformas y servicios buscan impulsar una cultura de autodefensa en internet. El informe destaca que, aunque la tecnología avance, la seguridad de la información depende en gran medida de pequeños hábitos individuales.
La actualización periódica de contraseñas, la combinación de caracteres variados y la autenticación múltiple son las herramientas más efectivas para reducir la amenaza de ataques. Usuarios y empresas deben revisar políticas de acceso y adoptar tecnologías que refuercen la privacidad en todos los entornos digitales.