El dólar minorista cayó 10 pesos y cerró a $1.435. REUTERS/Rick Wilking/File Photo/

En una rueda marcada por el dato de inflación de octubre, el dólar minorista retrocedió 10 pesos y cerró a $1.435, mientras que la cotización mayorista llegó a tocar un piso diario de $1.390 para luego terminar en $1.412, un peso por debajo de la última jornada. A la vez, la mayoría de las acciones avanzaron mientras que los bonos soberanos operaron mixtos.

A propósito del frente cambiario, el billete que se vende en el Banco Nación cayó desde el $1.445 previo y descendió a niveles preelectorales. En tanto, el tipo de cambio al por mayor, que surge de la oferta y demanda del Mercado Libre de Cambios (MLC), experimentó ciertas oscilaciones al perforar los $1.400 en las primeras horas para, más tarde, acomodarse cerca del anterior cierre con un volumen operado de USD 459 millones.

De esta manera, el dólar mayorista se alejó un poco más (6%) del techo de las bandas cambiarias, hoy ubicado en $1.501,99. Esta dinámica es una buena noticia para el Banco Central de la República Argentina (BCRA), ya que evita que tenga que sacrificar reservas internacionales para contener la divisa.

En simultáneo, el MEP también evidenció una baja de casi 5 pesos al posicionarse en $1.450,14. El contado con liquidación (CCL) se negoció a $1.471,78, lo que implica una contracción diaria de poco menos de 6 pesos, y el blue cayó 5 pesos a $1.435.

“La economía local refleja calma en los tipos de cambio, mientras se confirma la activación de un tramo del swap con Estados Unidos. Existe la expectativa de que se levanten las restricciones cambiarias remanentes luego de algunas declaraciones del vicepresidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA)”, indicaron desde Rava Bursátil.

Desde Aurum Valores evaluaron que las declaraciones de Werning -“las restricciones cambiarias que quedan no tardarán en ser levantadas”- se dieron “en un contexto en el que se busca normalizar tasas de interés y recomponer reservas con la contracara necesaria de que la demanda de pesos aumente por mayor confianza y haya menor expectativa de depreciación”.

Por otra parte, el S&P Merval registró un crecimiento de 0,9% en pesos y 0,8% en dólares. Las acciones del panel líder manifestaron señales positivas con aumentos de hasta 6,5%, como en el caso de Sociedad Comercial del Plata. Por el contrario, Aluar (-4,1%), Metrogas (-2,4%) y Edenor (-1,6%) lideraron las caídas.

Respecto a la evolución de los bonos soberanos, las pantallas estuvieron divididas entre el verde y el rojo. Es decir, el comportamiento no fue uniforme como se venía viendo en jornadas previas, lo que se tradujo en una tenue suba del riesgo país. El indicador medido por JP Morgan anotó un alza de 7 unidades hasta los 605 puntos básicos.

Cabe destacar que el aumento en la cotización de los títulos públicos de las últimas semanas llevó a un desplome de casi 480 puntos en el índice, que se había ubicado en 1.081 unidades antes de las elecciones. Esta evolución genera expectativas favorables tanto en el Gobierno como en los actores del mercado respecto a una posible reactivación del financiamiento externo en 2026. Sin embargo, la variable debería ubicarse y mantenerse por debajo de los 500 puntos para recuperar el accedo al endeudamiento externo, según fuentes especializadas.

En tanto, las reservas internacionales del BCRA sumaron USD 172 millones hasta los USD 40.669. En cuanto a las tenencias de la autoridad monetaria, un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI) alertó sobre los obstáculos que deberá sortear el equipo económico para poder cumplir con el objetivo de acumular divisas pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“El cumplimiento de la meta de acumulación de reservas del FMI luce cada vez más desafiante. Tras el pago de cargos e intereses, al 7/11, estimamos que al BCRA le restaban acumular US$9.350 millones adicionales para alcanzar el objetivo de fin de año, y cerca de US$13.550 millones para cumplir con la meta de mediados de 2026. Ambas métricas alcanzaron sus niveles más exigentes en lo que va de la firma del Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF)”, advirtieron.

Más allá del plano financiero, la rueda estuvo dominada por la difusión del dato de inflación de octubre. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aceleró a 2,3% mensual y registró una variación interanual de 31,3%, al tiempo que acumuló una suba de 24,8% en los primeros diez meses de 2025.

“Deja buenas perspectivas para el mes en curso ya que la baja del tipo de cambio va a servir para anclar la parte de bienes del IPC. La curva de pesos venía marcando subas de 0,5% pero más cerca a la publicación del dato de IPC, comenzó a corregir. La tasa fija termina mixta, tirando a neutra y CER tuvo mejor performance hoy con subas de 0,5% (lógico ya que la inflación vino un poquito por arriba de lo que se esperaba)”, apuntó Nicolás Cappella, sales trader del Grupo IEB.

“Si bien en los próximos meses podría persistir cierto rezago del impacto cambiario, noviembre muestra un escenario distinto. El resultado electoral reforzó la confianza en la continuidad del programa económico, al garantizar el equilibrio fiscal y, por ende, una menor necesidad de emisión monetaria. Este marco favoreció una mejora en las expectativas: el riesgo país perforó los 600 puntos básicos y el tipo de cambio financiero retrocedió 1,5% en promedio. En este contexto, se espera que la inflación retome su senda de desaceleración en los próximos meses”, concluyó Clara Alesina, analista económica de la Fundación Libertad y Progreso.