Roberto González durante la entrevista (YouTube / @AdrianG.Martin)

Existen muchas formas de ganarse la vida más allá de los despachos, las oficinas y los trabajos tradicionales en empresas. En los últimos años se están dejando ver cada vez más emprendedores, pese a las dificultades fiscales y burocráticas, que apuestan por montar su propio negocio en sectores que a simple vista no parecen todo lo rentables que finalmente terminan siendo.

Un claro ejemplo es el mundo del fitness. Más allá de ser un simple espacio para entrenar, los gimnasios se han ido convirtiendo en auténticos centros de negocio, tratando temas relacionados con la salud y la nutrición, en definitiva, con el estilo de vida. Además, con el incremento de popularidad de los creadores de contenido en internet, cada vez más gente se apunta para llevar a cabo estas rutinas.

Un caso claro de éxito en el sector es el de Roberto González, propietario de la cadena de gimnasios Vitalfit. Cuenta con varios locales en Palma de Mallorca y en una entrevista concedida al canal de YouTube de Adrián G. Martín explicó cómo ha logrado construir un modelo rentable. González logra una facturación millonaria gracias a sus más de 5.000 socios en uno de los gimnasios.

Crecimiento constante

Durante la entrevista el empresario comentó acerca de sus nuevos proyectos y las inversiones que conlleva cada uno de ellos según las dimensiones finales del gimnasio. “En Palma de Mallorca tengo dos gimnasios, está de camino el tercero, y hay cuatro tiendas de nutrición deportiva que al final es el mismo sector. Montar un gimnasio como este ha superado, más o menos, el millón y medio de euros”, comenta González.

Centros de entrenamiento y bienestar en Nueva York (Freemotion + iFIT Studio)

En referencia a este proyecto añade que es un gimnasio de 1.400 m² y que cuenta con mucha maquinaria. Sin embargo, también recalca que no es necesario siempre este tipo de inversión, ya que dependiendo de los metros cuadrados que se quieran montar, la inversión será más o menos costosa. “Por ejemplo, en Madrid se ha montado un gimnasio de unos 550m² y la inversión total final ha rondado los 250.000 euros”, destaca.

En este último caso, ha tenido que poner de su bolsillo prácticamente el 30%, es decir, 75.000 euros. Entonces, comenta el inversor que no es tan difícil acceder a un gimnasio tan grande, y añade que normalmente las máquinas se compran, se hacen de renting o se pide un préstamo en el banco.

Facturación elevada

Por otra parte, lo que va a definir la viabilidad del negocio es su facturación y la posterior rentabilidad, ya que si no se obtienen los beneficios necesarios para recuperar la inversión inicial y cubrir al menos los gastos, es más que probable que se acabe fracasando.

En relación a esto, González destaca: “En cuanto a la facturación, dependes de las personas que acuden al gimnasio, pero cada mes entre 100.000 y 180.000 euros. Una vez habiendo pagado impuestos, gastos, alquiler, personal, etc., deja una rentabilidad aproximada entre 60.000 a 90.000 euros mensuales, en mi caso”.

Por último, el empresario puntualiza que este año, con todo el grupo, superará los tres millones de euros de facturación, y el siguiente “va a ser mucho mejor”, porque contarán con más centros. Sin duda un modelo de negocio rentable y en crecimiento, gracias a las nuevas tendencias de la población de llevar una vida saludable a través del ejercicio físico.