
El presidente de Chile, Gabriel Boric, se reunió este sábado en La Paz con el nuevo mandatario boliviano, Rodrigo Paz, en la primera cumbre entre jefes de Estado de ambos países en 19 años. Este gesto se produjo durante la investidura de Paz, un encuentro que destaca la importancia de estrechar vínculos y marca un punto de inflexión en una relación histórica marcada por la ruptura diplomática de 1978 y prolongadas tensiones, especialmente tras la demanda marítima boliviana presentada ante la Corte Internacional de Justicia.
Según una nota de prensa difundida por el Gobierno de Chile, Boric sostuvo “un saludo protocolar con el Presidente Paz para felicitarlo y desearle éxito en su mandato, además de ahondar en la importancia de estrechar vínculos y fortalecer el trabajo conjunto en materias como el control fronterizo y el Consejo Empresarial Binacional Chile-Bolivia”. El Ejecutivo chileno enfatizó que hacía 19 años que un jefe de Estado chileno no asistía a una toma de posesión en Bolivia, siendo la última en 2006 por parte de Ricardo Lagos en el inicio del primer mandato de Evo Morales.
La relación bilateral había alcanzado uno de sus momentos más tensos en 2013, cuando Bolivia recurrió a la Corte Internacional de Justicia para solicitar acceso soberano al océano Pacífico. En 2018, ese reclamo fue rechazado, un hecho que aún influye en la interacción entre ambos países. El Gobierno chileno destacó que la cooperación bilateral se fortaleció en los últimos años con la firma de varios acuerdos durante 2023 y 2024 destinados a combatir el crimen trasnacional organizado.
En una entrevista reciente con la agencia EFE, Rodrigo Paz afirmó que “las relaciones con Chile tienen que cambiar. Evo (Morales) perdió el mar con La Haya jurídicamente, y el presidente (Luis) Arce perdió el Silala”. Paz añadió que la relación con Chile es estratégica y fundamental para la participación boliviana en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Durante la ceremonia de investidura, celebrada en el Palacio Legislativo de La Paz, asistieron los presidentes Javier Milei (Argentina), Daniel Noboa (Ecuador), Santiago Peña (Paraguay), Yamandú Orsi (Uruguay), además del subsecretario de Estado estadounidense Christopher Landau. España estuvo representada por la presidenta de las Cortes Generales, Francina Armengol, y por Teresa Ribera de la Comisión Europea, en nombre de la Unión Europea (UE).

Rodrigo Paz, de tendencia centroderechista y líder del Partido Demócrata Cristiano (PDC), juró el cargo con la promesa de que “nunca más” Bolivia permanecería “aislada” del mundo. “Nunca más una Bolivia aislada, sometida a ideologías fracasadas, ni mucho menos una Bolivia de espalda al mundo”, expresó Paz ante más de setenta delegaciones internacionales. Con 58 años y conocido por ser hijo del ex presidente Jaime Paz Zamora, asumió el poder tras la inédita segunda vuelta electoral del 19 de octubre, poniendo fin a 26 años de dominio del Movimiento al Socialismo (MAS), primero con Morales y luego con Arce.
A su llegada, Paz fue ovacionado en el Parlamento ante legisladores y representantes extranjeros, mientras la Plaza de Armas de La Paz era escenario de celebraciones a pesar de la intensa lluvia, considerada por el presidente como una “limpia” de la “Pachamama”. El nuevo mandatario hereda una economía marcada por la escasez de divisas y de combustibles, después de que el Gobierno de Arce agotara reservas internacionales sosteniendo subsidios a la gasolina y el diésel. La inflación interanual a octubre alcanzó el 19%, después de haber llegado al 25% en julio, de acuerdo con fuentes oficiales.
En sus palabras tras la asunción, Paz anunció que impulsará un “capitalismo para todos”, basado en la formalización económica, reducción de impuestos y estímulo a la inversión. Reafirmó su intención de reducir a más de la mitad los subsidios a los carburantes y modernizar el sistema energético y digital del país. Además, propuso lanzar un “gobierno verde”, comprometiéndose a que el desarrollo económico será compatible con la protección del medio ambiente. “Defenderemos nuestros ríos, nuestros bosques y nuestros glaciares. El desarrollo económico irá de la mano con el respeto al medio ambiente”, aseguró durante su discurso.
Incluso antes de asumir, Paz había señalado su voluntad de reconstruir relaciones con Estados Unidos, rotas desde 2008 bajo el Gobierno de Morales. El nuevo presidente se presenta como un moderado que aboga por el consenso y la reconciliación nacional, en un contexto de difícil coyuntura económica y grandes expectativas por parte de la ciudadanía, que espera un cambio de rumbo luego de dos décadas de gobiernos socialistas.
(Con información de AFP y EFE)