
La policía alemana informó el jueves que investiga la aparición de esvásticas pintadas con sangre humana y untadas en decenas de automóviles, algunos buzones y fachadas de edificios en la ciudad central de Hanau.
El portavoz policial Thomas Leipold declaró que los agentes fueron alertados la noche del miércoles cuando un hombre informó haber visto una esvástica pintada con un líquido rojizo en el capó de un coche aparcado. La policía añadió que casi 50 coches habían sido vandalizados de forma similar.
Un análisis especial reveló rápidamente que la sustancia era sangre humana.

La exhibición de emblemas nazis, incluida la esvástica, es ilegal en Alemania.
“El contexto es completamente incierto”, declaró Leipold, añadiendo que los investigadores desconocían si se habían seleccionado coches, buzones y edificios específicos o si las esvásticas se habían pintado al azar. Indicó que también se encontraron otros grafitis en coches y edificios que no pudo identificar.
Leipold dijo que no había indicios de quién estaba detrás de esto ni de dónde provenía la sangre, y agregó que las autoridades no tenían conocimiento de ninguna lesión relacionada con los incidentes.

Por el momento, la policía está investigando los daños a la propiedad y el uso de símbolos de organizaciones inconstitucionales.
La esvástica es ampliamente considerada un símbolo de odio que evoca el trauma del Holocausto y los horrores de la Alemania nazi. Los supremacistas blancos, los grupos neonazis y los vándalos la han seguido utilizando después del fin de la Segunda Guerra Mundial para avivar el miedo y el odio.
Hanau fue noticia hace cinco años cuando un atacante alemán disparó y mató a nueve personas de origen inmigrante en un ataque a un bar de shisha de la ciudad, en uno de los peores casos de terrorismo interno desde la Segunda Guerra Mundial.

El alcalde de la ciudad, Claus Kaminsky, expresó su conmoción por el incidente.
“Especialmente en nuestra ciudad, que se vio profundamente afectada por el ataque racista del 19 de febrero de 2020, un acto como este causa profunda consternación”, dijo, y agregó que la ciudad había presentado una denuncia penal, informó la agencia de noticias alemana dpa.
“Lo que ocurrió aquí traspasa todos los límites de la decencia y la humanidad”, dijo Kaminsky. “Las esvásticas no tienen cabida en Hanau. No permitiremos que tales símbolos siembren el miedo o la división”.
El ataque en 2020

Al menos nueve personas murieron y cuatro resultaron heridas en dos tiroteos registrados por la noche en la localidad, mientras que otras dos personas, entre las cuales se encontraban el autor de los disparos y su madre, fueron halladas sin vida en un domicilio.
El agresor es un hombre de nacionalidad alemana y con licencia de armas de caza, en cuyo automóvil fue hallada munición, según informa el popular diario Bild.
Alemania ha sido blanco en los últimos años de varios ataques yihadistas, uno de los cuales mató a 12 personas en Berlín en diciembre de 2016.
(con información de AP)