Se frenó el rally de acciones y los inversores apuestan por otros instrumentos.

Tras el rally bursátil que dominó la escena poselectoral, reapareció en el mapa de los inversores locales el comportamiento de los mercados internacionales. De hecho, lo que afecta hoy a la región también involucra a la Argentina y modifica la forma de operar de los agentes financieros.

Hasta hace poco, la plaza local solo atinaba a cubrirse en dólares frente a la incertidumbre por los comicios legislativos. Sin embargo, ahora, al observar la caída de las bolsas de Nueva York por la advertencia de los grandes bancos de que las acciones de empresas de inteligencia artificial pueden estar sobrevaluadas, los operadores locales desaceleraron su entusiasmo por las inversiones de riesgo.

De esta manera, emularon el modo de actuar que los países emergentes, donde el ETF, que mide el comportamiento de sus bonos y acciones, cayó 1,8%, mientras que el de Brasil perdió 1,5%.

En tal sentido, el Bitcoin llegó a caer por debajo de los USD 100.000 y los analistas dudaban si su piso podría ser de USD 95.000, cuando hasta hace poco cotizaba por encima de USD 120.000. Como contrapartida, los bonos del Tesoro de Estados Unidos subían ante la cobertura de los inversores y su rendimiento bajaba a 4,09%. El oro no reaccionaba como cobertura y bajaba a medianoche a USD 3.944 (-0,4%).

Toma de ganancias local

La alteración de los mercados internacionales hizo que los inversores locales comenzaran a tomar ganancias en la Bolsa. El S&P Merval de las acciones líderes tuvo una caída de 0,8% en pesos y 0,2% en dólares. Entre los papeles que cerraron positivos se destacaron Cresud (+5,8%), BYMA (+4,2%) y Ternium (+2,2%).

Los ADR -certificados de tenencias de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York al precio del dólar contado con liquidación (CCL)- tuvieron bajas generalizadas imitando a casi todas las Bolsas del Mundo. Cresud con 3,8% y Edenor con 3,7% fueron los certificados que más cayeron.

Los bonos soberanos no fueron la excepción y operaron en equilibrio y con cautela. Los de plazos más cortos tuvieron alzas de hasta 0,4% pero los más largos bajaron casi 3%. El riesgo país tuvo una leve baja de 5 unidades (-0,8%) a 660 puntos básicos.

Un informe de Adcap Grupo Financiero señaló que “conviene extender duración, canjeando Global 2030 por Global 2035, con un rendimiento objetivo del 24% ante la compresión de spreads” y agrega que “con la volatilidad cambiaria contenida, las estrategias de carry trade recuperan atractivo“. En esta tónica, proyectaron que los bonos en pesos “superen a la deuda en moneda dura entre un 7% y un 18% hacia mediados de 2026, liderados por los bonos indexados a la inflación de mayor duración como el Boncer TZXD6 y TZXD7”.

En tanto, el dólar, tras la suba de poco mas de 1% del día anterior, perdió una parte de la recuperación y el MEP bajó $5 (-0,3%) a $1.495,58 mientras el CCL cedió $8,75 (-0,4%) a $1.513,25. El “blue” subió $15 (+1%) a $1.460. En el Mercado Libre de Cambios (MLC) se operaron USD 418 millones y el dólar mayorista sin intervención de ninguna clase bajó $28 (-1,9%) a $1.454.

Según la consultora F2, que dirige Andrés Reschini, “el tramo más corto de la curva pesos continuó comprimiendo rendimientos y terminó en el orden del 2,3% efectivo mensual. Esto indica que el mercado ha reaccionado favorablemente ante la inyección de pesos post electoral dado que las tasas han descendido abruptamente y el tipo de cambio no ha sufrido una disparada. Las tasas reales (ex ante) van normalizándose y, aunque aún podrían comprimir un poco más, esto puede significar un buen primer paso para iniciar el ciclo de recompras de reservas que ya adelantó el BCRA”.

El análisis agrega que “los futuros operaron un volumen de 1.117.951 contratos contra los 731.783 de la rueda anterior y en bonos dollar linked el volumen de operaciones también marcó un crecimiento. Los ajustes de la curva de futuros fueron a la baja, en la misma dirección que el mayorista, pero las implícitas terminaron corridas al alza“.

A la vez, remarcó que el interés abierto “agregó 37,4 millones que se explican, principalmente por los 48 millones que agregó el contrato que vence a fin de febrero, un incremento que, para esa posición, no estábamos acostumbrados a ver”. “Los sintéticos quedaron más arbitrados luego del mayor atractivo que mostraron al cierre anterior. Todo parece indicar que el mercado tomó nota y se inclinó por el carry trade”, concluyó.

La licitación de hoy paralizó al mercado porque es donde el Tesoro marca el rumbo de la política monetaria y de las tasas de interés. La idea es renovar los bonos más largos a menor tasa.

Licitación clave

Un reporte de Cocos remarcó: “El Tesoro enfrenta una licitación en la que vencen alrededor de $7,7 billones. En esta ocasión, el Tesoro adoptó una estrategia más agresiva al no ofrecer instrumentos cortos. Si bien el equilibrio que se debe administrar es todavía frágil. La política monetaria viró hacia un sesgo más laxo”.

Y continuó: “Tras la última licitación se volcaron a la calle aproximadamente $6 billones la semana pasada y se relajó el cómputo de encajes a promedio mensual en lugar de saldo diario. Esto tuvo su correlato en una suba de 2,8% del tipo de cambio desde el viernes (llegando a operar a 3% de la banda superior), al mismo tiempo que la curva pesos operó mixta en las últimas ruedas”.

Asimismo, los analistas subrayaron que “dado el contexto y la estrategia llevada adelante por la Secretaría de Finanzas, consideramos que el Tesoro no debería seguir volcando liquidez a la plaza”. Además, sumaron que de corto plazo, “nos inclinamos por la TZXM6 (bono indexado por CER) que, a estos precios, brinda un mejor rendimiento ante un escenario de moderada desinflación hacia marzo de 2026, en comparación a la tasa fija”.

De esta manera, finalizó otra rueda con relativa calma y donde la subasta de la Secretaría de Finanzas enviará nuevas señales al mercado. Pero hay que estar atento a lo que sucede en el ámbito internacional. En el after market las Bolsas de Nueva York operaban con leves bajas.