El primer ministro canadiense, Mark Carney, junto al presidente chino Xi Jinping al comienzo de una reunión en Gyeongju, Corea del Sur, el viernes 31 de octubre de 2025. (Adrian Wyld/The Canadian Press vía AP)

Los líderes de China y Canadá dieron este viernes un paso importante hacia la mejora de las relaciones bilaterales, que se encontraban fracturadas desde 2018. El encuentro tuvo lugar en Corea del Sur, durante una cumbre de Asia-Pacífico, donde el presidente chino Xi Jinping y el primer ministro canadiense Mark Carney hicieron un llamado conjunto para avanzar de manera pragmática y constructiva en sus vínculos, según comunicados de ambas partes. Entre los temas centrales del diálogo se destacaron la cooperación económica, los intercambios comerciales y las políticas arancelarias vigentes.

Xi Jinping declaró que los vínculos muestran signos de recuperación gracias a los esfuerzos conjuntos y expresó la voluntad de su país de “trabajar junto con Canadá para aprovechar esta reunión como una oportunidad para promover el retorno de las relaciones bilaterales a una senda sana, estable y sostenible lo antes posible”.

El primer ministro Carney, quien asumió el cargo en marzo, aceptó la invitación de Xi para realizar una visita oficial a China, aunque no se estableció una fecha concreta. Posteriormente, Carney se mostró optimista ante la prensa, asegurando que “nos encontramos ahora ante un punto de inflexión en la relación, un punto de inflexión que crea oportunidades para las familias canadienses, para las empresas canadienses y para los trabajadores canadienses, y que también abre un camino para abordar los problemas actuales”.

El primer ministro canadiense Mark Carney pronuncia un discurso de apertura en la cumbre de directores ejecutivos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Gyeongju, Corea del Sur, el viernes 31 de octubre de 2025. (Foto AP/Ng Han Guan)

Las relaciones diplomáticas y comerciales entre Canadá y China se habían deteriorado drásticamente a finales de 2018 tras el arresto, por parte de las autoridades canadienses, de una alta ejecutiva de Huawei, en el marco de un acuerdo de extradición con Estados Unidos. En respuesta, China detuvo a dos ciudadanos canadienses, acusándolos de espionaje. Las tensiones se mantuvieron incluso tras la liberación, en 2021, de Michael Kovrig, Michael Spavor y de Meng Wenzhou, hija del fundador de Huawei.

En el último año, la relación bilateral se vio afectada nuevamente debido a la decisión de Canadá de imponer un arancel del 100% a los vehículos eléctricos chinos en 2024, así como un impuesto del 25% al acero y aluminio procedentes del país asiático. China ha manifestado su disposición a eliminar algunos de sus aranceles a productos canadienses, siempre que Ottawa retire el gravamen a los automóviles eléctricos.

El comunicado emitido por las autoridades canadienses precisó que ambos líderes ordenaron a sus funcionarios trabajar rápidamente para resolver estos conflictos comerciales y encontrar soluciones para sectores específicos como los vehículos eléctricos, la canola y los mariscos. Xi Jinping abogó por expandir la cooperación práctica en áreas como la economía, el comercio y la energía.

Este acercamiento ocurre mientras Carney busca ampliar las exportaciones canadienses a destinos fuera de Estados Unidos. (Adrian Wyld/The Canadian Press via AP)

Este acercamiento ocurre mientras Carney busca ampliar significativamente las exportaciones canadienses a destinos fuera de Estados Unidos. Tras la escalada de tensiones entre Ottawa y Washington, el presidente estadounidense Donald Trump anunció un aumento del 10% en los aranceles a las importaciones canadienses. Daniel Béland, profesor de ciencias políticas de la Universidad McGill en Montreal, consideró que “es muy probable que la administración Trump resienta este acercamiento entre Canadá y China, pero las políticas proteccionistas de la Casa Blanca son, al menos en parte, responsables de ello”.

Béland añadió que la eliminación de los aranceles canadienses podría “enfurecer a la Casa Blanca de Trump”, aunque también enviaría un mensaje claro sobre el distanciamiento comercial entre Canadá y Estados Unidos, y facilitaría el acceso de los consumidores canadienses a vehículos eléctricos más asequibles.

(Con información de AP)