El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz, aseguró este jueves desde Washington que la actual crisis de combustibles en el país será resuelta en breve. Según el mandatario electo del Partido Demócrata Cristiano (PDC), ya se cuenta con provisión de gasolina y diésel, y la única cuestión pendiente corresponde a aspectos de logística para garantizar su llegada al territorio boliviano. Paz realizó estas declaraciones durante una visita oficial a Estados Unidos, destinada también a negociar el acceso a dólares y mantener reuniones con organismos multilaterales y funcionarios de la Administración Trump.
En un video difundido por sus redes sociales, Paz, acompañado de sus asesores económicos Gabriel Espinoza y José Luis Lupo, subrayó que “gasolina y diésel ya hay, estamos resolviendo el tema de logística que corresponde al ámbito de las empresas que puedan traer este producto hasta Bolivia”, en alusión a los serios problemas de escasez de combustibles que han provocado largas filas en estaciones de servicio y aumentos en los precios de alimentos y servicios en el país. El presidente electo también enfatizó que la gestión se lleva adelante en coordinación con entidades internacionales como el Banco Mundial (BM), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que, según sus palabras, “están ayudando a Bolivia”.
En la capital estadounidense, Paz se reunió el viernes con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, figura clave de la administración de Donald Trump. Este encuentro marca un primer paso en la redefinición de la política exterior boliviana y anticipa el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Bolivia y Estados Unidos, luego de dos décadas de distanciamiento bajo los gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS). Rubio felicitó a Paz por su victoria electoral, calificando el resultado como una oportunidad transformadora y señalando el cierre de un ciclo de “mala gestión” durante los 20 años del MAS, primero bajo Evo Morales y posteriormente Luis Arce.
Además del problema de combustibles, la delegación boliviana ha puesto sobre la mesa la necesidad de restablecer el flujo de divisas, particularmente dólares estadounidenses, en el marco de una “economía arrasada” y seria escasez de efectivo que afecta al país desde principios de 2023. Paz declaró que han “tratado con el Gobierno americano, que tiene esa relación con estas instituciones multilaterales, para que el dólar, que tanta falta hace en Bolivia, pueda llegar a Bolivia”. El presidente electo manifestó su disposición a “tocar todas las puertas” necesarias, e incluso acudir a otros países o instituciones, para resolver las dificultades inmediatas y estructurales que enfrenta Bolivia.
Entre las prioridades inmediatas del próximo gobierno figura también la recuperación de la confianza institucional, en un contexto de caída sostenida de la producción de gas natural, que hasta hace unos años constituía la principal fuente de ingresos nacionales. El juramento presidencial de Rodrigo Paz está programado para el próximo 8 de noviembre, en un acto al que confirmaron su asistencia los mandatarios de Argentina, Javier Milei, y Chile, Gabriel Boric, y donde se espera también la presencia de Nayib Bukele (El Salvador), pendiente de confirmación diplomática. Paz reiteró que, desde el primer día de su mandato, “Bolivia contará con el combustible necesario para que el aparato productivo no resulte afectado”, a la espera de nuevas medidas de ajuste económico.
(Con información