Las handhelds son esas computadoras de mano “consolizadas” que se han ganado un lugar en las góndolas en los últimos años. Varias empresas apostaron por desarrollar equipos para este segmento, desde la precursora Steam (con la Steam Deck), pasando por equipos de MSI y de Lenovo (como la Legion Go que probamos hace un tiempo). También ASUS, que con su marca distintiva para el videojugador de pura cepa, ROG, ha traído handhelds que marcaron diferencia en el mercado de consumo. Hoy, con una alianza estratégica con Microsoft y mucha experiencia en el rubro, apuesta por un producto capaz de llevar la experiencia de jugar en una Xbox a un formato verdaderamente portátil.

Disponible desde hoy en la Argentina después de su presentación en junio, estuvimos probando la versión más potente de este nuevo ecosistema de productos ASUS – Xbox, que se consigue en nuestro país con un precio base de 2 millones de pesos.

La ROG Xbox Ally X permite acceder a toda la biblioteca de juegos de PC y de Xbox vía Game Pass, pero como usa Windows 11 se puede usar Steam y otras plataformas

Cambio de estrategia

Las consolas Xbox de esta generación salieron a la venta en 2020. Desde entonces, el modelo de negocios de la empresa mutó radicalmente. De ser un fabricante de consolas, hoy puede decirse que Xbox se transformó en una empresa de servicios, aunque, claro, sigue produciendo hardware. Su producto estrella pasó de ser la consola en sí a ser Game Pass, el servicio de suscripción que ofrece un amplio catálogo de juegos. Game Pass es un ecosistema completamente transversal: funciona en computadoras con Windows, celulares y hasta en algunos televisores.

Sin desviarnos del eje central, esta apertura de Xbox a nuevas formas de llegar a más videojugadores es justamente la que termina materializando proyectos como la ROG Xbox Ally, un equipo que hace unos años hubiera sido impensado, salvo que Xbox se encargara tanto del software como del hardware.

La ROG Xbox Ally X tiene una pantalla de 7 pulgadas con resolución Full HD y tasa de refresco a 120 Hz

Las propuestas

Los párrafos anteriores nos permiten ubicarnos en tiempo y espacio y entender la razón de ser de este equipo. ASUS, con su experiencia, se convirtió en el socio ideal para este lanzamiento. En cuanto a las opciones disponibles, se puede elegir entre la ROG Xbox Ally (de color blanco) y la ROG Xbox Ally X (de color negro). Aunque por fuera son casi idénticas, por dentro presentan algunas diferencias de hardware.

Ambos modelos cuentan con un panel IPS de 7 pulgadas, resolución Full HD (1080p) y una tasa de refresco a 120 Hz. Sin embargo, la Xbox Ally monta un procesador AMD Ryzen Z2 A con 16 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento, mientras que la Xbox Ally X incluye un Ryzen AI Z2 Extreme acompañado por 24 GB de RAM y 1 TB de almacenamiento. Estas características permiten ejecutar juegos AAA con mayor soltura, y aprovechar todas las funciones relacionadas con inteligencia artificial, de los juegos y de Windows 11, que habilita el NPU integrado.

Como cualquier consola de mano, la ROG Xbox Ally X tiene gatillos traseros, toberas para la salida de aire caliente y varios conectores

Primer contacto

Para esta reseña probamos durante 15 días una ROG Xbox Ally X provista por ASUS Argentina. La caja del equipo recuerda mucho a la de la Xbox Series X, generando un vínculo inmediato para quienes ya poseen la consola de Microsoft. Dentro encontramos la consola portátil, su fuente de carga (se conecta por USB-C), algunos manuales y nada más. Busqué dentro de la caja por si había algún código de Game Pass, teniendo en cuenta que ese servicio es una de las razones por las que me compraría este equipo, pero no encontré nada. Luego, ASUS aclaró que las versiones comerciales sí incluirán acceso gratuito a Game Pass por algunos meses.

Al tomar el equipo, la forma de agarrarlo se siente natural y cómoda desde el primer momento. Básicamente, es un control de Xbox grande con una pantalla en el medio. Las salientes laterales ofrecen un agarre perfecto que permite jugar durante horas sin incomodidad. También encontramos los clásicos botones ABXY, los gatillos superiores, los dos joysticks analógicos, una cruceta digital y el botón con el símbolo de Xbox para manejar la aplicación principal.

Si bien el diseño es exquisito, llama la atención que no haya más referencias a la marca Xbox en la carcasa. En contraste, se destaca la palabra ROG en uno de los laterales y su logo en la parte trasera, donde además se añaden dos botones de acción extra. Al encenderla por primera vez, eso sí, se muestra en pantalla el logo de ambas compañías.

La ROG Xbox Ally X tiene un peso de 720 gramos, y una batería que le da una autonomía general de unas 3 horas; se puede usar enchufada

Configuración inicial

Aunque el diseño indique lo contrario, una handheld es, en esencia, una computadora con Windows 11 (salvo la Steam Deck, que tiene su propio sistema), por lo que el primer paso es pasar por el clásico asistente de configuración del sistema operativo. Esto puede resultar un tanto incómodo: Windows solicita pasos que no se sienten naturales en un dispositivo de este tipo, como elegir una “distribución de teclado”. Configurar Windows con los controles de una consola es, cuanto menos, curioso.

Desde ASUS comentaron que próximamente habrá una actualización para hacer este proceso más ágil y adaptado a este tipo de equipos. Y la verdad, se agradecería. Dada la evolución de este segmento, sería interesante que Microsoft desarrolle una versión de Windows optimizada para portátiles consolizados (¿quizás para Windows 12?).

Una vez superada la configuración inicial, todo se vuelve más intuitivo. Se ejecuta automáticamente la aplicación de Xbox, donde debemos iniciar sesión para acceder al catálogo de Game Pass. Lo bueno es que el dispositivo no se limita a este servicio: trae Steam preinstalado y permite volver al escritorio de Windows 11 cuando queramos, incluso conectar teclado y mouse para usarlo como una PC completa.

Experiencia de uso

Para probar esta Xbox portátil, decidí centrarme en su eje principal: la experiencia Game Pass. La interfaz de la aplicación de Xbox es muy intuitiva y permite ver fácilmente los juegos instalados o explorar el catálogo disponible (vale aclarar que, al ser una PC, los títulos son los de la versión para computadora).

Si bien todavía está lejos de la experiencia integrada de SteamOS, la aplicación de Xbox cumple con su función de manera sólida.

La nueva batería de 80 Wh dura unas 3 horas en modo rendimiento en títulos AAA) y se encuentra apenas por sobre el promedio de autonomía en estos equipos. Está bien y es un punto para destacar. Si queremos prolongar la experiencia, podemos jugar enchufando la consola a la corriente.

El Ryzen AI Z2 Extreme también muestra una eficiencia superior. En modo silencioso, mantiene un rendimiento fluido incluso en títulos exigentes, algo que antes solo era posible en modo rendimiento. Es una consola muy equilibrada desde el punto de vista técnico.

Durante las pruebas instalé varios títulos de Game Pass: Ninja Gaiden 4, Forza Motorsport, Gears of War Reloaded, Doom: Dark Ages y el esperado Hollow Knight: Silksong, que probó mi hijo menor (fanático de los juegos de plataformas). A Todos los configuré en alta definición, con los detalles al máximo y, cuando fue posible, activé AMD FidelityFX Super Resolution (FSR) para mejorar el rendimiento.

El resultado fue sorprendente: en títulos pesados como Doom o Gears of War, el equipo mantuvo los 30 FPS estables, y ajustando algunos efectos lograba superar los 40 FPS. Forza fue el único más demandante: en circuitos nocturnos con lluvia intensa, la tasa caía por debajo de los 30 FPS, aunque seguía siendo jugable. En el nuevo Forza, desactivé algunos efectos para recuperar las caídas de fotogramas, y aun así se veía bien y la experiencia de juego se volvió más fluida.

El nuevo Silksong fue otro tema, el hardware de la ROG Xbox Ally X puede ejecutar este tipo de títulos de forma relajada y sin despeinarse. Como dije antes, para este juego acudí a mi hijo de 8 años (los juegos de plataformas son sus preferidos) y luego de 20 minutos veía que se acomodaba en el sillón, acusó que la handheld le resultaba pesada (el equipo pesa 720 gramos) y que prefería jugar en su Nintendo Switch (unos 400 gramos; la Switch 2 pesa medio kilo).

En el apartado sonoro, los altavoces duales Smart Amp sorprenden por la claridad, el volumen y cierta sensación envolvente que mejora la inmersión. Un detalle en la jugabilidad es el sistema de vibración independiente en los gatillos. En juegos de conducción o shooters se siente el feedback que está bien, pero que podría ser mejor añadiendo algo más de potencia en estos motores. ASUS ha tomado nota de esto y, según la compañía, será solucionado con próximas actualizaciones de software.

La refrigeración es otro punto importante: la tecnología ROG Intelligent Cooling, con amplias toberas superiores y aletas de cobre ultrafinas, logra mantener la temperatura baja y el rendimiento estable incluso en sesiones prolongadas.

Una consola de mano ROG Xbox Ally, con pantalla de 7 pulgadas y resolución FullHD a 120 Hz, chip Ryzen Z2 A, 16 GB de RAM, SSD de 512 GB y batería de 60 Wh.

En conclusión

La ROG Xbox Ally X es una computadora consolizada pensada para disfrutar de los títulos más recientes con el mejor hardware portátil disponible. Es un equipo cómodo, potente y con una autonomía que está a la altura. El hardware de AMD fue una gran elección en términos de eficiencia y desempeño.

Quedan algunos puntos por pulir, como una mayor integración del sistema operativo con el formato handheld, algo que Microsoft debería considerar en futuras versiones de Windows.

La ROG Xbox Ally X ya se vende oficialmente en Argentina, a dos semanas de su debut internacional. Su precio es de $1.999.999 al contado o $2.499.999 en cuotas, una inversión considerable, pero acorde al salto tecnológico que propone. La compañía venderá más adelante la ROG Xbox Ally (como dijimos, con carcasa blanca y hardware más acotado) a 1.299.990 pesos, pero sin una fecha precisa de disponibilidad.