La emblemática planta de Tortuguitas cerró sus puertas. Ya no se fabrican rulemantes SKF en Argentina

La recurrente falta de competitividad internacional de la industria argentina volvió a mostrar su peor efecto este lunes, al conocerse la decisión de SKF Industrial Americas y Australia de cerrar la operación industrial nacional que se desarrollaba en la emblemática planta de Tortuguitas, provincia de Buenos Aires.

La noticia se conoció a través de un comunicado de prensa en el que se informó que luego de tener presencia en el mercado por más de 100 años –llegó al país en 1917-, la compañía reajustó su estructura al cerrar la planta de producción local de rodamientos de bolao rulemanes, como parte de una “estrategia para optimizar su presencia global de fabricación y centrarse en plantas de producción más grandes, tecnológicamente más avanzadas e innovadoras”.

La decisión de la marca de origen sueco implica la pérdida de unas 150 fuentes de trabajo, el remanente de una plantilla estable que llegó a casi 500 operarios algunos años atrás, pero que se fue reduciendo producto de los cambios que se fueron dando en el escenario mundial y de las condiciones de escala industrial y la estructura impositiva de Argentina.

SKF se hizo famosa como marca que fabrica rulemanes de rueda, aunque también produce autopartes de suspensión y dirección para automóviles

Oficialmente, Manish Bhatnagar, presidente de SKF Industrial Americas y Australia, declaró que “tras una evaluación exhaustiva de diversas soluciones alternativas, finalmente no se pudo identificar una opción viable para mantener las operaciones de la planta de Tortuguitas. La decisión de cerrar la planta fue, sin duda, difícil, pero es necesaria para garantizar la competitividad global de SKF a largo plazo”. También expresó el profundo agradecimiento al personal que trabajó en la compañía durante los últimos años.

Según pudo saber Infobae de fuentes del sector industrial, luego de varios años evaluando constantemente los resultados de la planta argentina, la decisión final de casa matriz de cerrar la operación industrial se habría tomado en 2023, cuando el gobierno de Alberto Fernández restringió los pagos al exterior para los insumos y productos importados. Desde entonces, la compañía se habría focalizado en la reconversión del negocio local de modo de no afectar la continuidad de la provisión al mercado argentino, ya que la marca no se va del país y la comercialización continuará con productos importados.

La empresa destacó en su comunicación a la prensa que la decisión se tomó tras un exhaustivo análisis estratégico y operativo de diversos factores económicos, de producción y de mercado. “Las actividades de fabricación en la planta de Tortuguitas cesarán de inmediato y la producción se transferirá a otras plantas de la red global de SKF”, señalaron.

La crisis del sector autopartista lleva 15 años de pérdida de marcas que deciden emigrar a otros países para producir con mejores condiciones

El sector industrial automotriz y autopartista viene reclamando una urgente modernización de las condiciones para producir y exportar, no sólo las referidas a la carga impositiva que es motivo de charla en cada encuentro de los ejecutivos de las empresas con el Gobierno, sino también de otras variables como tener empleados en la Unión Obreros Metelúrgicos (UOM), que se rigen por convenio de 1975 y que tiene menos flexibilidad y capacidad de adaptación que esquemas laborales de otros países, y a la expansión de la competencia con productos provenientes de China.

“Es una pena este anuncio. Lamentablemente es otro caso que se suma a las más de 50 empresas autopartistas que cerraron su actividad industrial en los últimos 15 años. Debemos replantearnos la fuerte necesidad de avanzar cuanto antes en reformas estructurales que nos permitan ganar competitividad productiva, sin exportar impuestos y con esquemas laborales modernos y adaptados a las nuevas tecnologías”, declaró a Infobae Juan Cantarella, presidente ejecutivo de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), entidad que nuclea a los autopartistas que producen en el país.

“La macro es esencial, mejora la previsibilidad para las inversiones, pero eso es condición necesaria, no suficiente. Ahora debemos ir urgente a esquemas pragmáticos según los avances con las mejoras de eficiencia sistémica”, concluyó Cantarella.