“No va a haber ningún cambio al esquema actual”, insistió esta mañana el ministro de Economía, Luis Caputo, a través de su cuenta de la red social X. Lo hizo en respuesta a otro posteo de un periodista y analista de mercados que auguraba “cambios” luego de las elecciones legislativas del domingo.
El ministro ratificó así lo que viene manifestando desde hace semanas, y reiterado por otros funcionarios de su equipo, a raíz de los trascendidos que comenzaron a circular en el mercado sobre posibles modificaciones al esquema cambiario en función de la presión que sigue teniendo el dólar, a pesar del anuncio de acuerdo con Estados Unidos (swap), e incluso de las intervenciones directas realizadas por el Tesoro norteamericano.
“Ayer se vendieron USD 45,5 millones para sostener el tipo de cambio dentro de la banda. El esquema tendrá que ser modificado ya que el techo fue vulnerado. Tras las elecciones, probablemente se vendrán cambios. El mercado quiere ver al BCRA comprando dolares, a pesar de todo lo que compró en 2024 (USD 25.000 millones). La necesidad de comprar dolares es un pedido del FMI, del mercado y probablemente tambien del Tesoro”, dice el posteo del periodista y al que Caputo respondió. La contestación del Ministro fue luego reposteada por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
Durante la jornada del martes, solo el dólar mayorista quedó debajo de los $ 1.500, ya que el techo definido por el BCRA se encuentra en $ 1.491. El resto operó bien por encima de esos niveles. El minorista mostró tendencia alcista desde temprano y finalizó a $ 1.515. Pero los dólares financieros treparon mucho más aún: el MEP cerró a $ 1.586 y el contado con liquidación se fue hasta $ 1.610, con una fuerte suba en la última hora de la operatoria.
El Gobierno cree que esta volatilidad se relaciona exclusivamente con la incertidumbre pre-electoral y que una vez que pase, el tipo de cambio tenderá a apreciarse, es decir, que el dólar no solo no va a subir sino que mostrará una tendencia a la baja. Cree la actual gestión que podrá recuperar la confianza y que aumentará la demanda de dinero luego de los comicios. Claro que dependerá del resultado y de cómo lo tome el mercado.
La apreciación del peso no es el escenario que se impone por estas horas, como lo demuestra la demanda permanente de dólares que prácticamente no tuvo tregua desde la previa a las elecciones bonaerenses, el 7 de septiembre. Los depósitos en dólares aumentaron hasta un récord de USD 35.000 millones, pero la contracara es una caída de los depósitos en pesos, que justamente van a comprar divisas.
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