Todos los presidentes norteamericanos, desde la llegada de Hugo Chávez al poder, dejaron consolidar una narco dictadura.

Gustavo Petro y la izquierda que representan, los narcos y el mundo del que han disfrutado, incluso los demócratas americanos parecen no entender que todo cambió. Las elecciones del pasado 2024 enterraron el mundo al que estaban acostumbrados y hoy, a empellones, se abre paso un nuevo mundo donde las relaciones son de poder abierto, descarado, dirán algunos, que la verdad, frente a la ‘babosería’ de lo anterior, es mejor o por lo menos más claro.

Empecemos por la ‘babosería’. Todos los presidentes norteamericanos, desde la llegada de Hugo Chávez al poder, dejaron consolidar una narco dictadura, se hicieron los de la vista gorda con todas las violaciones a los derechos humanos y ese país, hoy en manos de Nicolás Maduro y una cleptocracia mafiosa, se ha convertido en el New York Stock Exchange del narcotráfico y en un epicentro de desestabilización para toda la región.

La ‘babosería’ con Nicaragua es igual. Hoy es un epicentro de inteligencia rusa; allí está el centro de inteligencia electrónica más grande del mundo lejos de Moscú, en el cual, además, no entra ni un nicaragüense. Esta semana los mafiosos Ortega, Daniel y su esposa Rosario Murillo, empezaron a expropiar tierra a lo largo y ancho del país para que sean explotadas por empresas chinas. Ah, y no podemos olvidar que ese país fue el centro de concentración de la migración ilegal que llegaba desde todas partes del mundo y que tenía, y tiene, como objetivo generar desestabilización en las fronteras de distintos países.

Hoy Cuba vive de lo que México le entrega. La presidenta Claudia Sheinbaum disparó la ayuda que el anterior presidente le daba al fallido estado cubano hasta llegar a los 3 mil millones de dólares.

México no se queda atrás. Hoy Cuba vive de lo que México le entrega. La presidenta Claudia Sheinbaum disparó la ayuda que el anterior presidente le daba al fallido estado cubano hasta llegar a los 3 mil millones de dólares. Según el portal Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, “los embarques a Cuba de “Gasolina Bienestar”, empresa filial de Pemex, sumaron 3 mil millones de dólares entre mayo y agosto de 2025, mientras que en todo el sexenio anterior los envíos fueron de mil millones”.

En la guerra fría el monto que la Unión Soviética le daba a Cuba era aproximadamente de 4 mil millones de dólares al año. Cuba ya ordeñó a ese país, a Venezuela y ahora va por su tercera vaca, México, donde tiene un ordeñador muy amigable. Como si esto fuera poco, el envío de se hizo en un barco sancionado por la OFAC, el “Sandino”. Ni hablar del tema del narcotráfico, pues ya se comienza a conocer la relación estructural entre esas organizaciones criminales y el partido de gobierno Morena.

Vamos a Colombia. Trump tiene razón, Petro es un “lunático” o un “loquito” si queremos ablandar el término. “La gasolina es peor que la coca”, nos dijo en su primer discurso en la ONU. Ni hablar de todas las estupideces que dijo en su entrevista del lunes pasado con Univision. Queda absolutamente claro que Colombia tiene un presidente enfermo, un megalomaníaco extremo, que con sus problemas de consumo puede acabar con el país. Quiere ser “inolvidable” dijo, lo que deja en claro que se quiere victimizar.

Trump tiene razón, Petro es un “lunático” o un “loquito” - crédito Reuters/Colprensa

No nos debe sorprender lo que ha pasado en estos últimos tres años. Su relación con los narcos durante su campaña es muy clara, así la justicia no haya actuado, y los resultados de su gobierno en esa materia solo benefician a los narcotraficantes: más hectáreas de coca, más coca exportada y más control territorial de las organizaciones criminales que producen y exportan coca. Ni hablar de cuando sacó a los narcos de la cárcel para asistir a un evento político suyo, o la ley que tramita en el Congreso o los paramilitares, narcos todos, además, que tiene comprados y enfilados para atacar a quienes se le oponen y para deslegitimar adversarios políticos.

Este escenario, con posibilidades de que se complique aún más, es a lo que se enfrenta el presidente Donald Trump al declararle la guerra a los carteles de la droga. Gobiernos claramente aliados con el narcotráfico que además tienen un objetivo común, desestabilizar la región.

El Secretario de Guerra Pete Hegseth tiene en su escritorio un nuevo documento de política exterior en el que se proponen dos cosas: la primera es que ahora Estados Unidos enfatiza, por encima de otras regiones, la seguridad en el continente americano como prioridad. Claro, no abandona otras regiones del mundo, pero le entrega la principal responsabilidad a los europeos y a los aliados asiáticos. Se acabó el pase gratis de seguridad que estos países tuvieron desde la postguerra.

El Secretario de Guerra Pete Hegseth tiene en su escritorio un nuevo documento de política exterior según el cual Estados Unidos enfatiza, por encima de otras regiones, la seguridad en el continente americano como prioridad.

Lo segundo, es que el continente americano hoy enfrenta un problema gravísimo de narcotráfico que tiene graves implicaciones en la seguridad nacional de los Estados Unidos. Las mafias, albanesas, rusas, chinas, colombianas, mexicanas, venezolanas y Hezbollah operan en este negocio criminal con dos objetivos comunes: rentabilidad máxima y desestabilización de los aliados de Estados Unidos. El narcotráfico hoy es un instrumento que los regímenes autoritarios utilizan para atacar a las democracias liberales del mundo. No es solo un negocio.

La fuerza naval en el caribe venezolano, el retiro de visas a más de 50 políticos de Morena, el partido en el poder en Mexico, y las medidas que vienen para Colombia son apenas el principio de la implementación de esta nueva política exterior norteamericana.

Ya viene el despliegue de nuevos instrumentos tecnológicos en esta guerra. Un avión con energía solar que puede volar meses, y así controlar extensos territorios, está ya en vuelos de preparación, al igual que los drones de fumigación y destrucción de laboratorios. Es más, en poco tiempo, con el apoyo de este avión, veremos el uso de drones para detener o destruir lanchas rápidas en ríos y mares y el uso de drones submarinos para vigilar puertos y seguir este tipo de embarques de coca.

Esta guerra contra la droga ahora si va a ser guerra. La tecnología que viene va a cambiar la ventaja que los narcos tenían antes en esta industria ilegal.

Esta guerra contra la droga ahora si va a ser guerra. En nuestros países los civiles, en muchos casos, pagamos el precio de esta lucha, yo fui secuestrado por Pablo Escobar y estoy vivo de milagro. La tecnología que viene va a cambiar la ventaja que los narcos tenían antes en esta industria ilegal.

Sí, cambian los tiempos, y la guerra contra las drogas apenas comienza. A los Maduro, los Petro, las Sheinbaum, los Correa, los AMLO y los Benedetti del continente se les acabó la impunidad con que actuaban, hoy por fin van comenzar a pagar las consecuencias de su alianza, activa o pasiva, con los narcos.

Ya era hora.