La Unión Europea acordó adelantar al 2028 la desconexión de las importaciones de hidrocarburos rusos

Los países de la Unión Europea respaldaron el lunes, con la oposición de Eslovaquia y Hungría, la propuesta de la Comisión Europea para adelantar a 2028 la desconexión de la UE de las importaciones de hidrocarburos rusos, normativa que aún tendrá que negociarse con el Parlamento Europeo, que quiere acelerar un año más.

«Se trata de una decisión muy importante“, dijo tras el acuerdo entre los ministros de Energía de los Veintisiete el comisario europeo de Energía y Vivienda, Dan Jørgensen, quien aseguró que el Ejecutivo ayudará en la transición “a todos los Estados miembros, incluidos aquellos que no apoyan la legislación”.

Los Estados miembros, con amplio apoyo y algunas reservas específicas, secundaron la propuesta de la Comisión Europea que, presionada por Estados Unidos, planteó que la UE acabe con los contratos de gas ruso a corto plazo en 2027, y un año después con los acuerdos a largo plazo, tanto por gasoducto como por barco.

El Consejo plantea que las modificaciones de los contratos solo se permitan por razones operativas sin aumentar volúmenes, con algunas flexibilidades para los países sin acceso al mar, y propone simplificar las obligaciones aduaneras con un sistema de autorización previa y exenciones para determinados orígenes.

Las capitales deben negociar ahora con el Parlamento Europeo, que quiere adelantar un año el calendario, con la intención de cerrar el texto antes de fin de año.

El comisario de Energía de la Unión Europea, Dan Jørgensen (REUTERS/Tom Little/Archivo)

Desde la invasión de Ucrania, la UE ha prohibido las compras a Rusia de carbón y de casi todo el petróleo, pero no del gas. No obstante, antes de la guerra la Unión compraba a Moscú el 45% del gas que consumía y ha rebajado ese volumen hasta niveles que actualmente rondan el 13%.

El nuevo paso supone la ruptura total y más rápida de lo previsto, lo que genera inquietud. Grecia apoyó “completamente” la desconexión, pero pidió “medidas para corregir las perturbaciones del mercado”.

En cambio, Eslovaquia, uno de los mayores aliados de Rusia en la UE, votó en contra, argumentando que comprometería su seguridad energética. Lo mismo hizo Hungría, que sostuvo que el petróleo que podría recibir a través de Croacia no sería suficiente y dejaría a Budapest sujeta al “monopolio” de una sola vía de suministro y un tránsito con tasas elevadas, según dijo el titular húngaro Péter Szijjártó.

La posición de Hungría recibió críticas de otros socios, como Croacia, que garantizó que tiene “plena capacidad” de abastecer a Budapest, y Letonia, que cuestionó si hace falta otra “tragedia” para acabar con la dependencia energética de Moscú. Polonia agregó: “No estamos aquí para hablar de matemáticas ni números, aunque sean importantes, sino de valores”.

El ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto (REUTERS/Marton Monus)

Otros países, como la presidencia danesa de turno del Consejo, celebraron que el bloque comunitario vaya a “dejar de financiar la máquina de guerra de Rusia” y subrayaron que “la energía que consumimos tiene que alejarse de los combustibles fósiles”.

El acuerdo es “el principio de una transición” hacia una economía descarbonizada, afirmó el ministro de Clima y Energía de Dinamarca, Lars Aagaard. En la misma línea se posicionó España, a través del secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, quien destacó que “la energía no puede ser un arma de guerra” y mostró su apoyo al texto porque es “de alcance europeo” y contiene medidas “jurídicamente solventes”.

Groizard agregó que no basta con sustituir la dependencia energética de Rusia por otra: «No se puede dejar que un tercer país esté en disposición de chantajear a Europa en términos energéticos“.

La presidencia danesa señaló que la solución a la dependencia energética llegará a largo plazo con energía renovable autogenerada en la UE, y Jørgensen respaldó esa postura, asegurando que trabajan “muy, muy duro con los Estados miembros para ayudarles de forma que no haya ningún problema de seguridad de suministro ni subidas de precio”.

(Con información de EFE)