Luego de la elección del próximo domingo, el ministro de Economía, Luis Caputo, tiene que enfrentar importantes desafíos en términos de vencimientos en pesos en un contexto de tasas altas, que podrían moderarse en caso de que el resultado sea favorable para el oficialismo.
“En el corto plazo, el Tesoro deberá afrontar vencimientos por $11,8 billones apenas tres días después de las elecciones legislativas“, destacaron en un informe de la consultora Invecq que se volverán aún más desafiantes en noviembre y diciembre con $21,3 y $41,28 billones respectivamente.
«Con un resultado electoral favorable, el refinanciamiento podría transitar con mayor fluidez; de lo contrario, el escenario se tornaría más complejo y podría reavivar las tensiones financieras”, destacaron.
La semana pasada, la Secretaría de Finanzas llevó a cabo una licitación por casi $4 billones, en donde se decidió no convalidar tasas altas argumentando que eran circunstanciales y no respondían a fundamentos económicos. “Por ello, los instrumentos a tasa fija quedaron desiertos, cancelando vencimientos por $2,112 billones. Todo lo adjudicado se concentró en instrumentos dólar linked”, marcaron.
Se trataba de una licitación clave antes de la elección del próximo domingo en donde la decisión que tomará el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, revelaría pistas sobre lo que viene en el programa económico: convalidar tasas altas para llegar con cierta calma cambiaria o liberar pesos para frenar la suba de tasas y dar un alivio a la actividad.
Y el resultado terminó siendo el segundo: de los $3,87 billones que vencían se adjudicaron $1,76 billones, alcanzando así un rollover del 45,68%, el más bajo del año. Lo que permitió liberar $2,112 billones de liquidez al sistema, que se tradujo en una ayuda a la compresión de tasas en las últimas ruedas de la semana.
Dólar y precios
La desaceleración de la inflación, que era la bandera económica del Gobierno en la campaña, sufrió un golpe la última semana cuando el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) comunicó que en septiembre tuvo un salto a 2,1%.
Pese a la aceleración de 0,2 puntos porcentuales (p.p.), sobre un indicador cuyo metodología está atrasada, retocaron el discurso a su conveniencia: el bajo pass through, el bajo traspaso a precios de la suba del dólar.
Es que septiembre, luego de la derrota en la provincia de Buenos Aires por más de 13 p.p. de La Libertad Avanza (LLA) sobre Fuerza Patria el dólar mayorista llegó a $ 1.475 -el techo de ese momento- y el presidente del BCRA, Santiago Bausili, perdió USD 1.110 millones.
«La inflación en septiembre fue de 2,1% m/m y, si bien esto implica una leve aceleración, continúa verificándose un muy bajo traslado a precios de la depreciación del peso. Desde abril, el tipo de cambio oficial se depreció 31%, la inflación general acumuló 13% y la de bienes sólo 10%, configurando el pass-through más bajo de los últimos episodios de tensión cambiaria», comentaron en Invecq.
Así, el pass-through resultante —cercano al 32%— resulta el más bajo de los últimos episodios de tensión cambiaria. Ya que tras la devaluación de diciembre de 2023, con el cambio de Gobierno, el traslado a precios fue del 66% y tras el salto cambiario de agosto de 2023 superó el 90%.
Un “dato positivo” que se plantea frente a la expectativa sobre lo que sucederá con el régimen cambiario después del próximo domingo. Sobre todo si el Gobierno obtiene un mal resultado en las urnas que condicionaría la asistencia financiera de los Estados Unidos en palabras del presidente, Donald Trump.
En el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), publicado por el BCRA el 6 de octubre, la mediana de las respuestas arrojó que la inflación de septiembre sería 2% (diferencia de 0,1 p.p. con el dato del Indec). Un nivel en el que se mantendría en octubre, mientras que en noviembre presentaría otro salto a 2,2%, para volver a desacelerar en diciembre. Y estabilizarse en los primeros tres meses del 2026 en el rango de 1,7% a 1,8%.