Los analistas buscan anticiparse a los movimientos del mercado y el futuro de la economía post electoral, luego de la puesta en marcha de la histórica intervención directa del Tesoro de EEUU en la plaza cambiaria local y la confirmación de un paquete de socorro financiero por un total de 40.000 millones de dólares.
La imagen más potente para el electorado y también el mercado fue el martes 14, cuando el presidente Javier Milei fue recibido en Washington por su par estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca, en momentos en que se celebraron las “Reuniones Anuales 2025″ del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, la postal no dejó el mensaje esperado, luego de que Trump pareció condicionar la ayuda financiera al resultado electoral del domingo 26. Eso llevó a que el día siguiente el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, adelantara que se planea un paquete total de USD 40.000 millones, compuesto por un swap -intercambio de monedas- de USD 20.000 millones y otro tramo de USD 20.000 millones que provendría de bancos y fondos de inversión.
El apoyo estadounidense a la gestión del presidente libertario se concretó dos semanas antes de la elección legislativa en la que el oficialismo buscará aumentar su presencia en el Congreso, donde cuenta con minoría.
Los tiempos se acortaron después las ventas oficiales en el mercado por más de USD 3.000 millones en menos de un mes, cuando la cotización del dólar “testeó” insistentemente el techo de las bandas de flotación.
El Tesoro norteamericano habría efectuado ventas por unos USD 400 millones en total en cinco de las últimas seis cambiarias para mantener el precio de la divisa, aún cerca del techo de las bandas.
Su poder de intervención es enorme, mientras que la demanda local debería estar limitada, por cuanto los analistas ven probable que disminuya su presión después de los comicios del próximo domingo.
El Tesoro norteamericano habría efectuado ventas por unos USD 400 millones en total en cinco de las últimas seis cambiarias para mantener el precio de la divisa
Pero al mismo tiempo esa fortaleza puede ser leída como una debilidad, pues para los analitas el Banco Central hoy no cuenta con reservas propias líquidas para defender las bandas. ¿Qué pasará si el Tesoro norteamericano se retira de la plaza?
Max Capital consideró que “una parte importante de las compras en el mercado cambiario no fue puramente ‘especulativa’, sino que respondió a importaciones adelantadas y a la dolarización de ahorros individuales. Esto hace que la señal del Tesoro estadounidense sea fuerte, aunque insuficiente por sí sola. Se necesita algo de liquidez para aliviar la presión sobre la moneda”.
La ayuda financiera de EEUU fue comprometida para actuar en varios flancos: el swap para reforzar reservas, intervención del dólar en el mercado de contado y futuros, además de compra de bonos, que ayudaría a bajar el riesgo país -hoy sobre los 1.100 puntos básicos- e, indirectamente, retraer los precios de los dólares bursátiles.
Pensando hacia adelante, la sostenibilidad del régimen cambiario depende exclusivamente de la continuidad del apoyo estadounidense (1816)
“El uso específico de esos recursos no está claro, y la reacción del mercado fue moderada, lo que sugiere que las valuaciones actuales ya incorporan un menor riesgo de evento crediticio en 2026–2027. Ahora los inversores centran su atención en los ajustes de política pendientes -el énfasis del Gobierno en las bandas cambiarias, en lugar de un esquema de flotación pura, no ayuda- y en las elecciones, donde las encuestas muestran una ventaja para La Libertad Avanza, aunque de solo 2 a 3 puntos en promedio», añadió Max Capital.
“Cuando un post en ‘X’ o una declaración puede hacer que los bonos suban o bajen 10% o 20%, en lo inmediato no tiene mucho sentido detenerse a analizar los fundamentos macro y, al menos hasta el lunes 27 de octubre, hay que operar ‘esperando el próximo tuit’”, observaron los analistas de la Consultora 1816.
“Pensando hacia adelante, la sostenibilidad del régimen cambiario depende exclusivamente de la continuidad del apoyo estadounidense: mientras Bessent quiera apuntalar al peso, en el nivel que él considere apropiado, no se va a quedar sin dólares para hacerlo. Cualquiera sea el régimen cambiario post elecciones, que la inflación siga en la zona de 2% con la reciente volatilidad cambiaria es una buena señal”, apuntaron desde 1816.
¿Qué pasará con las bandas de flotación?
En el Atlantic Council de Washington, el presidente del BCRA, Santiago Bausili, defendió la continuidad de las bandas como “apropiada y en proceso de ensanchamiento gradual” y atribuyó la incesante demanda cambiaria a un “shock preelectoral desproporcionado” que se disipará después de las elecciones.
Lo concreto es que el esquema de bandas impidió la compra de reservas desde que entro en vigencia hace seis meses, obligó a ventas de la entidad monetaria -USD 1.110 millones entre el 17 y el 19 de septiembre- más otros USD 2.100 millones por parte del Tesoro argentino, hasta el rescate de Bessent. E igualmente, el tipo de cambio oficial sigue cerca de la banda superior, ahora en los $1.450 -con un máximo nominal de $1.476 el viernes 17-, frente a un techo de las bandas en 1.489 pesos.
Tampoco los analistas ven un escenario que justifique el pánico inversor, incluso con una eventual dura derrota del oficialismo en las urnas. El tipo de cambio real está en una zona de equilibrio para la cuenta corriente de la balanza de pagos -intercambio de bienes y servicios con el exterior- y los depósitos privados en dólares anotaron esta semana un nuevo récord de casi 35.000 millones de dólares.
“Existe expectativa por conocer la estrategia de las intervenciones en el mercado cambiario, tanto antes como después de las elecciones, y cómo encuadraría con una postura oficial de compra de reservas. También como se aplicaría un programa de compra de deuda en dólares -más allá del respaldo frente a los próximos vencimientos- dado que ello podría actuar como un nuevo driver para los inversores que permita impulsar una decidida convergencia del riesgo país -hacia los 500 puntos básicos- y así lograr recuperar capacidad para renovar los vencimientos», enfatizó el economista Gustavo Ber, director del Estudio Ber.
Ignacio Morales, Chief Investments Officer de Wise Capital, recordó que “la volatilidad volvió a dominar el mercado financiero luego de que el presidente de EEUU, Donald Trump, dejara en duda el apoyo prometido a la Argentina si el Gobierno de Javier Milei sufre una derrota en las legislativas del 26 de octubre. La reacción fue inmediata: las tasas de interés se dispararon por encima del 100%. El clima de tensión ya se percibía desde comienzos de semana, cuando el Tesoro estadounidense intervino en el mercado cambiario comprando pesos para contener al dólar. Pero los dichos de Trump encendieron las alarmas entre los inversores”.
“El respaldo de Washington alienta una tregua financiera, pero no garantiza gobernabilidad ni sostenibilidad: es un salvavidas, no una brújula”, resumió el economista Luis Secco.
“El apoyo estadounidense solo se aprovechará completamente si Argentina logra forjar un consenso político más amplio y se ajusta el régimen cambiario”, definió un informe de la banca JP Morgan. “El régimen cambiario es adecuado para el momento, pero después de las elecciones será necesario introducir ajustes”, estimó.
“Más allá del inusual mecanismo financiero, lo central del anuncio radica en su dimensión y efectos potenciales sobre la estabilidad. La línea de swap por USD 20.000 millones y la intervención directa en el mercado cambiario constituyen medidas contundentes para modificar las expectativas en el corto plazo”, evaluó Eric Ritondale, economista del agente de liquidación y compensación Puente.
“El respaldo directo del Tesoro estadounidense no solo aporta liquidez, sino también validación política y credibilidad externa a las reformas en curso”, agregó.
El apoyo estadounidense solo se aprovechará completamente si Argentina logra forjar un consenso político más amplio y se ajusta el régimen cambiario (JP Morgan)
Para los analistas de Adcap Grupo Financiero, “el apoyo fue histórico y contundente. La magnitud del nuevo financiamiento equivale al último programa con el FMI”.
Además consideró que “la alineación ideológica y geopolítica de Argentina con Washington resultó clave para que el Gobierno de Trump anunciara semejante respaldo” que ”claramente le otorga más tiempo al régimen de bandas cambiarias, que incluso el secretario del Tesoro (Bessent) mencionó que le parecían adecuadas en este contexto”.
“Consideramos que en parte se trata de una muy fuerte campaña de expectativas a favor de la estabilidad financiera en Argentina y por consiguiente de su Gobierno actual”, destacó Vatnet Financial Research.
“La idea sería llegar a las elecciones del domingo sin mayores sobresaltos; en el futuro será indispensable lograr un flujo de divisas positivo para atender los compromisos básicos, incluyendo los intereses de la deuda externa”, agregó.