El homicidio criminis causa se define como matar para ocultar otro delito. En este caso, fue el secuestro de Lara Gutiérrez (15), Morena Verdi (20) y Brenda del Castillo (20), que aquel 19 de septiembre, hace un mes, fue coordinado por varios y ocultado con los femicidios en la casa del horror de Florencio Varela. A las víctimas las privaron de su libertad para luego torturarlas y asesinarlas en un contexto de violencia de género, con ensañamiento y alevosía. Todo dentro de un plan premeditado y en el que cada cual tuvo su rol.

Los fiscales Carlos Adrián Arribas, Claudio Fornaro, Lorena Pecorelli y Diego Rulli no dejaron un centímetro del caso sin enmarcar en un delito. La gravedad de la acusación que pesa por sobre los ocho imputados, abarca casi el 70% del código penal. Sin contar a ‘Pequeño J’ que aguarda preso en Perú por la extradición y a los, al menos, tres prófugos que tiene el caso.

Quiénes, cuándo, dónde y por qué son todas preguntas que los fiscales de La Matanza ya han resuelto y por eso les ampliaron las indagatorias a los imputados a la luz del próximo paso: el pedido de prisión preventiva.

Una vez resuelto ese tema, o sea, todos con la prisión confirmada en el marco de venganza por la mejicaneada de droga en la que se dieron los femicidios, la causa en su totalidad irá a manos del fuero federal. Ahí la misión será desentrañar la trama narco que atravesó los crímenes de Brenda, Lara y Morena, y sus lazos internacionales.

Los peruanos Ydone Castillo, David Morales Huamaní y Manuel Valverde Rodríguez, tío de Pequeño J, son buscados por Interpol

En ese contexto, pasó un mes desde la noche en que Brenda del Castillo, Lara Gutiérrez y Morena Verdi se subieron a una camioneta Tracker blanca en la rotonda de La Tablada. Ellas pensaban que iban a una fiesta en Flores. Iban hacia su muerte y eso se había planificado días antes.

Según la causa, entre las 22 del 6 de septiembre y las 21:29 del 19 de septiembre ocurrió el robo de varios kilos de drogas destinadas a la venta al menudeo en la zona de Florencio Varela, entre otras, a una organización integrada por Miguel Ángel Villanueva Silva, Celeste Magalí González Guerrero, Tony Jansen Valverde Victoriano -alias ‘Pequeño J’-, Matías Ozorio, Ariel Jeremías Giménez, Víctor Sotacuro Lázaro -alias ‘El Duro’, Florencia Ibáñez, Manuel David Valverde Rodríguez, David Gustavo Morales Huamani -alias “El Loco’ o ‘El Tarta’-, Alex Roger Ydone Castillo, Maximiliano Andrés Parra, Iara Daniela Ibarra, y un hombre no identificado, entre otros.

Los autores de ese robo, para los fiscales, eran allegados de las víctimas. En ese contexto, la banda a la que le sustrajeron los estupefacientes, mediante engaños y, aprovechándose de la especial condición de vulnerabilidad de Lara, Brenda, Morena; ya que en su mayoría eran hombres, lograron establecer un vínculo de confianza con las chicas.

Así sería la estructura de la banda que deberá investigar la Justicia Federal

Así, la noche del 19 de septiembre, consiguieron que Lara, Brenda y Morena aborden una camioneta Chevrolet Tracker de color blanca en la que viajaban tres personas (y contaban con el apoyo de un Volkswagen Fox con al menos dos integrantes de la organización, y un Chevrolet Cruze). Fueron trasladadas hasta el domicilio de la calle Chañar 702 de Villa Vatteone, lugar en donde se llevaría a cabo una “supuesta” fiesta.

Una vez en la propiedad, los agresores les hicieron saber a las víctimas sus verdaderas intenciones: el recupero de la droga robada. Por lo que las retuvieron en contra de su voluntad y, para lo cual, fueron maniatadas y amordazadas.

La imagen de Pequeño J y Lara previa a la noche de los crímenes

Estando indefensas, es que, al menos, Villanueva Silva, González Guerrero, ‘Pequeño J’, Ozorio, Giménez, Sotacuro Lázaro, Florencia Ibáñez, Manuel David Valverde Rodríguez, ‘El Loco David’, Ydone Castillo, Parra, Ibarra y un sospechoso no identificado; “actuando de común acuerdo, conforme a una convergencia intencional (delineada y planificada) previamente establecida, obrando de modo seguro, a traición y sin posibilidad de defensa, es que con claras intenciones de causar la muerte de las mismas para ocultar el hecho delictivo cometido previamente, y mediante el empleo de golpes de puño, patadas, como así con la utilización de elementos filo punzocortantes; comenzaron a lesionar a las víctimas”.

Los fiscales hablaron de un ataque en el que “aumentaron de forma deliberada e inhumana el sufrimiento» de las víctimas, “provocándoles lesiones agónicas (amputaciones y luxo fracturas, entre otras) que, indefectiblemente, las fueron llevando a la muerte”.

Pequeño J está preso en Perú

Lara, de 15 años, se desangró: le seccionaron la arteria carótida primitiva derecha. Morena murió por un shock neurogénico producto de una estrangulación y tenía lesiones post mortem en diversas partes del cuerpo. Mientras que Brenda falleció de un paro cardiorrespiratorio traumático por traumatismos graves de cráneo.

Luego de los crímenes, las tres víctimas fueron enterradas en la propiedad en un pozo que fuera realizado con anterioridad al arribo de las chicas, como así también se deshicieron de la de la camioneta a bordo de la cual fueron trasladadas hasta Florencio Varela. La quemaron en un descampado cercano.

Ozorio fue capturado en Perú

En este marco, los tres acusados con pedido de captura internacional son Ydone Castillo, amante de Ibáñez; ⁠’El Loco David’; Manuel Valverde Rodríguez, tío de ‘Pequeño J’.