Un hogar promedio del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), sin subsidios, debió destinar $170.412 en octubre para cubrir servicios públicos. El dato representa una baja de 1,9% en comparación a septiembre pero una suba del 26% frente al mismo mes de 2024, por debajo de la inflación estimada.
Según el Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP (UBA-CONICET), este mes la factura eléctrica se ubicó en promedio en $33.438, presentando una disminución mensual del -0,8%. En lo que respecta a gas, la boleta llegó con una baja del 17,3% y un costo de $28.759 en promedio. El gasto mensual en transporte subió 2,3%, a $76.418. Por su parte, la factura de agua ascendió a $31.796, un 4,4% que el mes pasado.
En términos interanuales, la mayor suba correspondió al transporte, con una suba del 36% frente a octubre de 2024, por encima del aumento del IPC estimado para el período. Le siguieron el gas natural, con un alza del 24%, y los servicios de agua y energía eléctrica, con aumentos del 18% y 16% respectivamente.
El gasto en transporte explicó 15 puntos porcentuales del aumento total interanual de la canasta de servicios públicos (26 p.p.), mientras que el gas y el agua aportaron 4 p.p. cada uno y la energía eléctrica los 4 p.p. restantes.
El gasto en la canasta de servicios públicos registró en octubre una disminución del 1,9% respecto del mes anterior debido a varios factores:
- Gas: el cargo fijo aumentó 3,1%, pero el cargo variable cayó en promedio 10,4% debido al ajuste aplicado sobre el componente de Diferencias Diarias Acumuladas, que refleja la brecha entre el precio del gas en tarifa y el efectivamente pagado por las distribuidoras. Un fenómeno similar había ocurrido en octubre de 2024, aunque con menor magnitud. Además, se redujo el consumo por estacionalidad tras el pico invernal.
- Energía eléctrica: el consumo disminuyó levemente en comparación con septiembre, mientras que los cuadros tarifarios se incrementaron 3,1% en el cargo fijo y 2,4% en el cargo variable.
- Transporte (colectivos): el boleto de las líneas urbanas de la Ciudad se actualizó según la fórmula IPC + 2%, lo que implicó un aumento del 3,9% en octubre. En cambio, las líneas interjurisdiccionales bajo jurisdicción nacional mantuvieron congeladas sus tarifas por tercer mes consecutivo. En conjunto, el costo promedio ponderado del pasaje aumentó 2,1%.
- Agua: se aplicó una suba en el cuadro tarifario y, además, el consumo se ajustó por la mayor cantidad de días del mes (octubre tuvo 31 días, uno más que septiembre).
“La reducción mensual en la canasta de servicios lo explica esencialmente una reducción en los consumos de gas, que también presenta una baja en el cargo variable, y una leve caída en la utilización de energía eléctrica debido a que se dejan atrás los meses de picos de consumo de invierno. Al igual que en el mes anterior, el efecto en las cantidades más que compensa el impacto de los incrementos en los cuadros tarifarios en todos los servicios públicos”, sintetizó el IIEP.
Vale mencionar que desde diciembre de 2023 la canasta de servicios públicos del AMBA se incrementó 514%, mientras que que la inflación fue del 171%. A su vez, en 2025 acumula un aumento del 21%, con un índice de precios estimado del 24% hasta octubre.
El IIEP destacó que en los hogares del AMBA, las tarifas de los servicios públicos cubren en promedio el 50% de los costos reales, mientras que el Estado financia el 50% restante mediante subsidios. Sin embargo, la cobertura varía según el tipo de servicio y el nivel de ingresos de los hogares, con brechas significativas entre segmentos y regiones.
En otro orden, la canasta de servicios públicos ya representa el 10,7% del salario promedio registrado estimado del mes ($1.600.815) o bien, con un salario alcanza para comprar 9,4 canastas de servicios públicos (vs 8,5 en octubre de 2024).
“El peso del transporte representa el 45% del gasto y es al menos el doble que el peso de cualquiera de los restantes servicios sobre el salario”, subrayó el IIEP.
Subsidios y gasto
Por otro lado, el informe detalla que los subsidios a la energía y al transporte representaron el 6,1% del gasto primario acumulado de la Administración Nacional hasta septiembre, lo que implica una reducción de 54% en comparación con el mismo período de 2024.
En ambos años, tanto en 2024 como en 2025, estos subsidios se otorgaron en un escenario de superávit fiscal primario.
El recorte en subsidios explica una proporción significativa del aumento del saldo positivo: entre enero y agosto, la reducción de estas partidas alcanzó $1,22 billones, mientras que el superávit creció $2,90 billones en ese lapso.
Así, el 42% del superávit primario se atribuye al menor gasto en subsidios, especialmente en el sector energético.
Cambio de paradigma
Al respecto, el martes pasado, ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, el secretario coordinador de Energía y Minería, Daniel González, aseguró que el objetivo oficial es seguir reduciendo los subsidios energéticos y bajar su incidencia de 0,66% del PBI este año a 0,50% el próximo.
En el caso de la electricidad la previsión es que hogares y pequeños comercios paguen dos tercios del costo de generación, un fuerte aumento desde el 52% que pagan actualmente. En Gas Natural, la parte a cubrir por los usuarios pasará de 54,6 a 61,5% en promedio, con diferencisa por segmento (N1, N2 y N3)
“La reducción que hemos realizado y vamos a seguir realizando es gradual. El objetivo del 0,50% del PBI que tenemos en el presupuesto, llegó a ser 2,8% del PBI en 2014; es un cambio de paradigma: lo que queremos es alinear gradualmente el precio que paga el consumidor con el costo que tiene producir la energía”, explicó el funicionario.