Pakistán y Afganistán acordaron este sábado un alto el fuego inmediato, según anunció el Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, que actuó como mediador en las conversaciones celebradas en Doha. El entendimiento se produjo luego de que al menos diez personas murieran en ataques aéreos pakistaníes tras un frágil y reciente alto el fuego previo.
El Ministerio qatarí comunicó en un comunicado oficial que “durante las negociaciones, las dos partes acordaron un alto el fuego inmediato y el establecimiento de mecanismos para consolidar una paz y estabilidad duraderas entre ambos países”. Las reuniones representan el primer contacto directo de alto nivel entre los gobiernos implicados, en un contexto de máxima tensión regional, con Doha como escenario y mediador clave en la crisis.
Una fuente diplomática declaró a EFE que, durante las conversaciones, “Pakistán transmitió con claridad al régimen talibán que los grupos terroristas, incluido el TTP, que están presentes en Afganistán no son en absoluto aceptables”.
La escalada comenzó el viernes, cuando un ataque aéreo pakistaní en la provincia afgana de Paktika habría provocado la muerte de varios civiles, entre ellos al menos ocho jugadores locales de críquet, según datos difundidos por autoridades afganas y medios locales que citan fuentes talibán. El gobierno de Pakistán justificó estos bombardeos como una operación de precisión militar “contra combatientes del grupo Hafiz Gul Bahadur, vinculado a los talibanes paquistaníes (TTP)”, asegurando que más de 70 insurgentes murieron en los ataques.
Ambas delegaciones se reunieron en Doha encabezadas por los ministros de Defensa: Khawaja Muhammad Asif representando a Pakistán y Mawlawi Mohammad Yaqoob Mujahid por el gobierno talibán. El Ministerio de Defensa pakistaní indicó, en declaraciones recogidas por EFE, que el diálogo “se centró en medidas inmediatas para detener el terrorismo transfronterizo contra Pakistán procedente de Afganistán y restaurar la estabilidad a lo largo de la frontera”.
Por su parte, Islamabad expresó que “no busca una escalada” e instó a los talibán a cumplir los compromisos internacionales para actuar contra los grupos armados Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP) y Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA), a los que acusa de operar desde Afganistán. El gobierno afgano, mientras tanto, advirtió a través de portavoces oficiales que “se reserva el derecho a responder” ante nuevas violaciones de su territorio, al tiempo que ordenó a sus combatientes evitar operaciones militares mientras se desarrollen las conversaciones.
El repunte reciente de las hostilidades se remonta al 9 de octubre, cuando Pakistán lanzó un ataque con dron en Kabul contra el líder del TTP, Mufti Noor Wali Mehsud. El mencionado dirigente apareció más tarde en un video afirmando continuar con vida en el territorio pakistaní. Islamabad acusa de manera continuada al gobierno talibán de refugiar a miembros del TTP, mientras que Kabul rechaza tal señalamiento y sostiene que Pakistán debe afrontar sus propios desafíos de seguridad interna.
En declaraciones recogidas por la agencia afgana de noticias y corroboradas por EFE, el viceministro de Información afgano y portavoz jefe del gobierno integrista, Zabiullah Muyahid, confirmó la presencia en Doha de una delegación de alto nivel encabezada por el Ministro de Defensa, a pesar de los “combates de este pasado viernes en la frontera que han estado a punto de descarrilar el frágil alto el fuego declarado esta semana”.
El conflicto fronterizo se produce en un contexto en el que Islamabad ha realizado varios ataques aéreos en Afganistán en los últimos meses, argumentando que actúan contra el TTP y responsabilizando a Kabul y a Nueva Delhi de proteger y apoyar a este grupo, acusaciones que India y los talibán rechazan.
(Con información de AFP y EP)