El almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM), concluyó este miércoles una visita oficial al Caribe, con paradas en Antigua y Barbuda y Granada, en el marco de las nuevas acciones de despliegue militar estadounidense en la región ante las crecientes tensiones con Venezuela.
Durante la gira, Holsey buscó reforzar alianzas consideradas “vitales” para la “larga cooperación en materia de seguridad” con países caribeños, según informó el propio Comando Sur en su cuenta en la red social X.
La agenda incluyó una reunión del almirante con el comisionado interino de la Real Fuerza Policial de Granada (RGPF), Randy Connaught, en la que ambas partes discutieron los esfuerzos bilaterales contra amenazas a la seguridad en Granada y la zona circundante. “La parada de hoy en Granada y la visita de ayer a Antigua y Barbuda han reforzado la larga cooperación en materia de seguridad que mantenemos con ambas naciones, alianzas que son vitales para los esfuerzos de lucha contra las organizaciones criminales transnacionales y los traficantes ilícitos que amenazan el Caribe y nuestra patria”, señaló el Comando Sur a través de X.
La visita se produjo en una coyuntura marcada por la solicitud estadounidense de albergar personal y equipo militar en territorios caribeños.
El primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, recibió a Holsey durante el martes, pero posteriormente aclaró que su nación “no tiene ningún interés en albergar activos militares de ningún país”. Y, según declaraciones recogidas en medios locales, añadió: “Somos amigos de todos y enemigos de nadie”.
En el caso de Granada, el Ministerio de Exteriores explicó que todavía estudian la petición de Estados Unidos. “Aseguramos a nuestros ciudadanos que cualquier decisión que se tome se guiará por la soberanía, la seguridad pública y el interés nacional de Granada”, indicó la institución, subrayando la cautela del gobierno ante la posible presencia militar foránea en la isla, ubicada cerca de la costa venezolana.
La propuesta estadounidense de aumentar su presencia en el Caribe responde, según el Departamento de Defensa, al incremento de la tensión entre Washington y Caracas, motivado por las operaciones del narcotráfico que, según Estados Unidos, parten de Venezuela rumbo a sus costas. El presidente Donald Trump declaró este miércoles que evalúa la posibilidad de ampliar la ofensiva con ataques en territorio venezolano, después de que fuerzas estadounidenses informaran haber hundido varias embarcaciones de presuntos traficantes de drogas. “Sin duda ahora estamos mirando hacia la tierra porque tenemos el mar muy bien bajo control”, afirmó Trump en rueda de prensa desde el Despacho Oval.
El pasado viernes, el Mando Sur de Estados Unidos anunció la creación de una nueva Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), una unidad especial destinada a robustecer la capacidad estadounidense para combatir el narcotráfico en la zona comprendida bajo su área de responsabilidad, que incluye la cuenca del Caribe. Esta decisión se enmarca en la llamada ofensiva estadounidense contra las embarcaciones de droga en el Caribe, una operación que ha elevado la tensión diplomática con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, a quien la administración estadounidense acusa de facilitar las actividades delictivas de carteles internacionales.
Según explicó el propio Holsey, el destacamento buscará “aumentar la capacidad del Ejército de Estados Unidos para detectar, desmantelar y desmantelar las redes de tráfico ilícito con mayor rapidez y profundidad, junto con nuestros homólogos estadounidenses y de países socios”.
Dentro de sus funciones, los efectivos de la FTC realizarán tareas de vigilancia, identificación de patrones y mejorarán la respuesta al crimen transnacional, incrementando la cooperación entre fuerzas federales, estatales y aliados extranjeros.
(Con información de EFE y EP)