A casi una semana de haber recibido el alta, Thiago Medina y Daniela Celis conviven juntos (Instagram)

El 12 de septiembre un grave accidente de moto cambió la vida de Thiago Medina y su familia para siempre. Tras casi un mes de incertidumbre, varias cirugías y un pronóstico clínico reservado en el hospital de Moreno, la angustia y las cadenas de oración marcaban la espera. Hoy, contra todo pronóstico, hace casi una semana fue dado de alta y pudo reencontrarse con sus hijas, comenzando una nueva etapa de recuperación rodeado de amor y esperanza.

El regreso a casa fue todo lo que la familia esperaba y más. No bien recibió el alta médica, Thiago se instaló en la casa de Daniela Celis, su expareja y madre de las gemelas, quien contó cómo lleva adelante esta nueva etapa.

El hogar que ahora comparten con las niñas, ubicado en un barrio cerrado y espacioso, le brinda la comodidad y el sitio ideal para adaptarse a los desafíos del post operatorio y la rehabilitación. En una de sus historias de Instagram, Daniela agradeció a quienes acompañaron el proceso desde el principio: “No quería dejar de agradecerles, por ayudarme, por la contención y el amor que le dan a mi familia. Leo cada mensaje, los escucho en la calle, y veo cada video que nos dedican”. Sus palabras reflejan cómo el apoyo y la energía positiva de la gente se volvieron parte esencial de esta nueva etapa.

La vida cotidiana en el hogar de Daniela cambió de manera notable con la llegada de Thiago. Según contó Pestañela, el exparticipante de Gran Hermano está conviviendo con ellas y disfrutando de cada pequeño momento con las gemelas. “Él está feliz con sus hijas. Le preparamos una habitación para que esté solo y cómodo. Este es un proceso de rehabilitación, con kinesiología. Recuperándose de su desnutrición. Cada día es un proceso y no para de evolucionar”, compartió Daniela, condensando la mezcla de alivio y esperanza que viven juntos.

Además, la influencer adelantó que tenía un regalo pensado para todos los que la acompañaron desde el primer día. “Estamos muy agradecidos con ustedes”, cerró el agradecimiento, haciendo partícipes a sus seguidores de cada paso del camino.

El emotivo posteo de Daniela a casi una semana de la salida de Thiago del nosocomio

El compromiso de Daniela por el bienestar de la familia se mantuvo intacto desde el primer minuto, dejando de lado diferencias previas y cualquier agenda profesional desde el accidente. Pese a que estaban separados y hubo chispazos al momento del hecho, la influencer priorizó siempre el cuidado de sus hijas y la recuperación integral de Thiago. Tras 27 días lejos y luego del alta, el joven volvió a casa en medio de una escena emocionante: el reencuentro familiar quedó registrado en un video que emocionó no solo al entorno, sino a todo aquel que lo vio.

En el clip viral, todo comenzó desde la perspectiva de las niñas que, ansiosas, se asomaron a la ventana esperando ver a su papá. Con la voz temblorosa de emoción, Daniela les pregunta: “¿Quién está ahí?”. La respuesta fue instantánea: “Papá”, gritó una de las gemelas y salió corriendo al encuentro. La cámara mostró a Thiago acercándose a la casa, y su rostro reflejó una mezcla de alivio, felicidad y ternura. Apenas cruzó la puerta, la pequeña se fundió en sus brazos, sellando el reencuentro que todos soñaban desde el primer día de internación. “Hola, mis bebés”, se escuchó decir a Thiago entre sonrisas y lágrimas, en una postal tan simple como conmovedora.

Junto a la publicación del video, Thiago eligió palabras de profundo agradecimiento para quienes estuvieron presentes, tanto en las oraciones como en el soporte profesional y familiar: “Gracias a ustedes hoy puedo verlas de vuelta a mis hijas. Gracias a cada oración, a cada profesional que Dios puso en mi camino, gracias a cada persona que pidió por mí, gracias a la contención a mi familia, gracias por darme una nueva vida”. La frase, que fue compartida y replicada en redes sociales, sintetizó el espíritu de un proceso que comenzó marcado por el miedo pero que encontró una oportunidad de renacimiento y esperanza.

Ahora, la vida en esa casa es otra: entre sesiones de kinesiología, cuidados médicos y la presencia permanente de familiares y amigos, Thiago enfrenta la recuperación con optimismo y rodeado de cariño. Las imágenes y relatos de los últimos días muestran a un joven decidido a superarse, apoyado por un equipo de profesionales y una familia ensamblada, y por miles de seguidores que continúan alentando y enviando energías positivas. Después de una lucha larga y difícil, las jornadas actuales se miden en abrazos, pequeños avances y en la certeza de que el amor, la fe y la fortaleza colectiva pueden, una vez más, hacer posible lo que parecía imposible.