El gobierno de Estados Unidos condenó este lunes el ataque perpetrado por un buque de la guardia costera de China contra una nave oficial filipina en el disputado mar Meridional. El hecho, registrado el domingo cerca de la isla Thitu, implicó el uso de cañón de agua y el posterior embiste por parte del barco chino contra el BRP Datu Pagbuaya, embarcación del Buró de Pesca y Recursos Acuáticos de Filipinas, lo que causó daños materiales aunque sin víctimas en la tripulación.

Washington expresó su firme respaldo a Filipinas y advirtió sobre las consecuencias de estas acciones que amenazan la estabilidad de toda la región.

Nuestra posición es clara: condenamos la colisión y el uso de cañones de agua del 12 de octubre contra una nave del Buró de Pesca y Recursos Acuáticos de Filipinas cerca de la isla Thitu en el mar de China Meridional. Apoyamos a nuestros aliados filipinos ante las acciones peligrosas de China que buscan desestabilizar la región”, indicó el Departamento de Estado estadounidense en un comunicado.

La Guardia Costera de Filipinas reportó que el ataque se produjo en horas de la mañana del domingo. La embarcación china primero amedrentó al patrullero filipino con potentes chorros de agua y pocos minutos después lo embistió en la popa. “Justo tres minutos más tarde… el mismo buque (chino) chocó deliberadamente contra la parte trasera de nuestra nave, causando daños estructurales, aunque ningún miembro de la tripulación resultó herido”, detalló la entidad filipina.

El incidente tuvo lugar cerca de la isla Thitu, en el archipiélago de las Spratly, una zona donde el régimen de China ha intentado extender su control pese a los cuestionamientos legales y diplomáticos de la comunidad internacional. Filipinas publicó imágenes y videos que muestran a la nave china escoltando agresivamente al barco filipino y utilizando los cañones de agua a muy corta distancia.

La respuesta filipina llegó de forma inmediata. El Consejo Nacional Marítimo de Filipinas condenó la agresión y anunció el inicio de gestiones diplomáticas formales para rechazar los “actos ilegales y hostiles” de China.

“Se procederá con la presentación de una enérgica protesta diplomática”, comunicó la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Angelica Escalona, a medios nacionales e internacionales.

China intentó desviar la atención y trasladó la responsabilidad a la tripulación filipina, acusándola de invadir aguas cerca de Sandy Cay y de actuar de manera peligrosa. El vocero oficial chino, Liu Dejun, declaró que “toda la responsabilidad recae en el lado filipino”, aunque la evidencia difundida contradice esa versión y expone acciones intimidatorias sistemáticas por parte del régimen chino.

EEUU condenó las acciones hostiles de China contra un barco filipino en el mar Meridional: “Buscan desestabilizar la región”

En los últimos meses, los incidentes provocados por China han sido recurrentes, pese a la sentencia internacional de 2016 que rechazó las pretensiones de Xi Jinping sobre el área y ratificó los derechos de Filipinas sobre extensas zonas marítimas. Más del 60% del comercio marítimo global pasa por esta estratégica ruta, lo que acentúa la relevancia de evitar escaladas que puedan poner en riesgo la seguridad internacional.

Estados Unidos recordó que el Tratado de Defensa Mutua con Filipinas, vigente desde 1951, respalda a Manila ante cualquier ataque armado sobre sus fuerzas, embarcaciones y aeronaves en esta región. “Reafirmamos nuestra obligación en virtud del artículo IV del tratado ante cualquier agresión armada en el mar de China Meridional”, puntualizó el Departamento de Estado norteamericano.

Tan solo el mes pasado, otro buque filipino fue alcanzado por cañones de agua chinos, y en agosto—en un hecho inédito—un navío de la propia marina china colisionó con otro de su guardia costera mientras perseguían a una patrulla filipina.

El Ejecutivo filipino insistió en que continuará las patrullas en sus aguas soberanas y llevará el caso a organismos internacionales para exigir respeto al derecho marítimo, rechazar la intimidación y proteger la integridad de su territorio frente a una política hostil y expansionista de Beijing. Las autoridades estadounidenses ratificaron que toda la presión diplomática se mantendrá sobre el régimen chino hasta que cese su política de acoso y se respete la libre navegación.

(Con información de AFP)