Hace tiempo que Xiaomi viene usando la familia Redmi Note para expandir su presencia en el país con equipos que ofrecen una combinación de buenas prestaciones y precios adecuados, y que compiten con los Moto G o Edge de Motorola o los Galaxy A de Samsung.
Por estos días estuve probando el Redmi Note 14 Pro, uno de los integrantes de la familia Note 14 que Xiaomi presentó a nivel mundial a principios de año, y que tiene cinco variantes (contando el Note 14 a secas, otra versión con 5G y los modelos Pro, Pro+ y Pro+ 5G). En la Argentina están disponibles en forma oficial el Note 14, el más modesto de la gama, y el 14 Pro, que hoy tiene un precio local de 750.000 pesos (también se puede conseguir por unos 400 dólares en Amazon de EE.UU., con envío al país incluido).
El equipo ofrece una excelente combinación de hardware por ese precio, con una batería de 5500 mAh con carga rápida de 45 watts (el cargador viene en la caja), una pantalla Amoled de 6,7 pulgadas con tasa de refresco a 120 Hz que está protegida por Gorilla Glass Victus, y una cámara principal de 200 megapixeles con un sensor relativamente grande, de 1/1,4″ (más grande es, más luz recibe y mejor será la foto resultante).
Donde deja una sensación de gusto a poco es con el procesador, un Mediatek Helio G100 Ultra. No porque sea mal procesador (para nada), pero desentona un poco del resto del combo. Esto no significa que el teléfono funcione mal, ni nada que se le parezca; el G100 responde sin problemas a los pedidos que le hace el Android 14 (con acceso directo a Gemini y a sus funciones de IA) que trae instalado. Pero en el largo plazo tendrá menos resto para responder a las exigencias de las nuevas apps, y también significa que no tiene 5G (en otros países se vende una versión con un Mediatek Dimensity 7300 que sí tiene 5G).
El equipo sí tiene 4G, Wi-Fi, GPS, Bluetooth y NFC; esto último, útil para el transporte público. También tiene 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento (expandible vía microSD), y un inesperado puerto de audio analógico de 3,5mm como complemento al USB-C. También tiene una luz infrarroja para usarlo de control remoto. La cámara frontal para selfies es de 32 megapixeles, con buena calidad de imagen. También tiene parlantes estéreo de muy buena calidad, compatibles con Dolby Atmos.
El Redmi Note 14 Pro tiene también un cuerpo de plástico con un diseño muy bien logrado, tanto por los bordes curvos que hacen que se sienta muy esbelto, como por el bloque de cámaras, centrado en el tercio superior del teléfono, que le dan un look simétrico muy distintivo en esta época de cámaras contra un borde, y además lo deja bien balanceado en cualquier mesa. Xiaomi incluye una funda protectora en la caja, que siempre es bienvenida.
El teléfono tiene, con la batería de 5500 mAh, una muy buena autonomía; es de esos modelos que rara vez no llegan con energía al fin del día. De igual manera, la cámara principal de 200 megapixeles, combinada con el gran angular y un macro, ofrece muy buena calidad de imagen en todos los entornos; se extraña la presencia de un teleobjetivo, pero esa ausencia se compensa con la altísima resolución del sensor principal, que permite hacer recortes sobre esos 200 megapixeles para resaltar un detalle sin perder calidad; la cámara genera imágenes de 12 megapixeles en modo normal, que mantiene con el zoom digital haciendo un recorte sobre los datos iniciales. La grabación de video está limitada a FullHD, ya que el chip de Mediatek no tiene soporte para video en 4K.
Pero más allá de esas limitaciones, la relación precio/prestaciones es buena en este teléfono, sobre todo atendiendo a la pantalla, al diseño general y a la autonomía. Al mismo tiempo, debe competir con el Motorola Edge 60 Fusion (700.000 pesos), el Samsung Galaxy A36 5G (700.000 pesos) o Galaxy A56 5G (850.000 pesos), todos con conectividad 5G y procesadores más modernos, entre otras cosas. Pero para quienes tengan preferencia por la marca china el Redmi Note 14 Pro es una opción más que interesante.