El consumo masivo cerró agosto con un incremento interanual de 4% en volumen respecto del mismo mes de 2024. Se trata de la segunda suba consecutiva. De esta forma, el acumulado del año se mantiene con una mejora de 1,2% frente a igual período del año pasado, en un contexto en el que los hábitos de compra muestran contrastes entre canales y categorías de productos
Así se desprende de un informe de Scentia. En lo que respecta a la variación mensual, el indicador muestra un retroceso de 1,9%, principalmente por una caída en kioscos y almacenes del 4,4 por ciento.
En la comparación interanual, los datos señalan que, si bien el desempeño general fue positivo, la recuperación se apoya de manera desigual en los distintos formatos de comercialización. Los supermercados de cadena registraron en agosto una caída de 5,1% interanual, afectados por descensos en alimentos, bebidas y artículos de higiene, mientras que los autoservicios independientes avanzaron 5,7% en el mismo período.
Las farmacias mostraron un incremento de 3,3%, en tanto que el comercio electrónico volvió a consolidarse como el canal de mayor dinamismo, con un alza de 13,3%. También los kioscos y almacenes exhibieron un crecimiento significativo de 10,3%. En contrapartida, el canal mayorista retrocedió 8,1%, lo que refleja la persistencia de dificultades en esa modalidad de venta.
Vale mencionar sobre este último que en agosto los precios avanzaron 3,1%, siendo el valor más alto de los últimos doce meses, según el Indec.
Por categorías
Al analizar la evolución de las canastas de productos, las categorías impulsivas —que incluyen golosinas y snacks— lideraron las subas con un crecimiento de 9,6% interanual. Los perecederos, como lácteos, carnes y productos frescos, también mostraron un alza de 9,8%. Dentro de los rubros de limpieza de ropa y hogar se observó una variación positiva de 4,3%.
En cambio, las bebidas con alcohol retrocedieron 2%, mientras que los artículos vinculados a desayuno y merienda subieron 2,3%. Alimentación se expandió 6,2%.
Los supermercados de cadena, que representan uno de los principales canales de compra de los hogares, profundizaron en agosto una tendencia negativa que se repite en el acumulado anual, con descensos del 5,1% y 5,4%, respectivamente.
En este formato la caída se reflejó en la mayoría de las canastas, con bajas en bebidas con y sin alcohol (-12% y 11,5%), en productos de higiene (8%) y en alimentos (-5,6%), mientras que solo los productos impulsivos lograron una leve variación positiva de 1,2%.
Por el contrario, los autoservicios independientes exhibieron un mejor desempeño comparado con agosto de 2024, con alzas marcadas en alimentos (9,3%), limpieza de ropa y hogar (7,6%) y artículos de higiene y cosmética (11,5%), lo que evidencia un traslado de las compras hacia formatos de cercanía, que suelen captar demanda en contextos de ajuste.
En el comercio mayorista la contracción fue generalizada. El retroceso de 8,1% en el mes estuvo explicado principalmente por la caída en las ventas limpieza de ropa y hogar (-14,9%), bebidas con alcohol (-12,5%), higiene y cosmética (-11%) y alimentación (-9,3%). En tanto, el consumo de productos impulsivos mostró un crecimiento puntual de 3%.
Las farmacias, en tanto, presentaron un panorama mixto: mientras la caída global fue de 2,7% interanual, los subsegmentos de bebidas sin alcohol y alimentos registraron subas de 16,8% y 11,3% respectivamente, junto con un aumento de 6,5% en desayuno y merienda. Limpieza de ropa y hogar se desplomó 19,8%.
El canal online volvió a consolidarse como un vector de expansión del consumo. Las ventas a través de e-commerce crecieron 13,3% interanual en agosto, con desempeños positivos en todas las categorías, destacándose limpieza de ropa y hogar (18,9%) y bebidas sin alcohol (18,1%).
Los kioscos y comercios tradicionales, pese a la contracción en relación a julio, también mostraron un fuerte dinamismo, con una mejora de 10,3% interanual en el total y un impulso adicional en perecederos, que escalaron 29,2%, y en alimentos, que se expandieron 16,4%.
Cabe resaltar que los especialistas ven cambios importantes en los hábitos de consumo, dada la caída del poder adquisitivo. En este sentido, se observan crecientes compras de segundas marcas, reposición en lugar de stockeo y alta demanda de promociones y ofertas.
Los economistas coinciden en que estas tendencias persistirán en tanto no se consolide una recuperación sostenida de los salarios reales.