En agosto de 2025 había más de 303 millones de cuentas bancarias (CBU) y de pago (CVU) en pesos, un crecimiento interanual del 32%(Imagen Ilustrativa Infobae)

Más de la mitad de los argentinos elige una billetera virtual como su cuenta principal y más del 70% la usan todos los días. En agosto de 2025 había más de 303 millones de cuentas bancarias (CBU) y de pago (CVU) en pesos, un crecimiento interanual del 32%. En promedio, cada argentino adulto tiene 4 cuentas bancarias y 4 cuentas de pago abiertas a su nombre.

La idea fintech, o el universo en el que se mezclan las finanzas con la tecnología, es uno de los sectores “calientes” del ecosistema emprendedor y al que miran con mucha atención los inversores regionales. Todo en contexto de mucha tensión económica general y particular con los bancos. Las entidades financieras están en constante tensión con un Gobierno que los señala, les aumenta los encajes y, además, sumó un nuevo cepo el jueves que apunta directo a sus altos directivos.

Más allá de lo descripto, en el sector hay algunas sonrisas: se está viviendo el advenimiento de una “tercera ola”. La primera seguramente nació con Patagon, en la “prehistoria” digital, a fines de los ‘90 y antes de la burbuja puntocom, cuando ni siquiera existía el concepto “fintech”. Una era que se consolidó luego con grandes como Mercado Pago e IOL. El brazo financiero de Mercado Libre –la empresa más valiosa de la región con un market cap superior a los con USD 120.000 millones– es cosa seria: en el segundo trimestre del año tuvo un volumen de pagos procesados de USD 64.000 millones, 459 transacciones por segundo y 68 millones de usuarios activos en América Latina.

Tomás Mindlin, Nicolás Andriano y Kevin Litvin fundadores de Tapi

La siguiente ola fue en la segunda mitad de la década del 2010, con un mega boom de nacimiento de startups empujado por capitales que llegaron a la región en la pandemia y la irrupción fuerte de las empresas cripto, como Lemon, Belo y Ripio. Tiempos también de aparición de grandes billeteras como Naranja y banco digitales como Wilobank y Brubank. Y también empresas como Pomelo, Geopagos, Personal Pay, Credicuotas y Alpréstamo.

Y así se a llagó esta tercera generación, mucho más específica y enfocada en servicios. Y también en gestionar en tiempos adversos. Como todas las pymes argentinas de los últimos 40 años, es verdad, pero estas parecen seteadas para sortear los inconvenientes de estos tiempos (y con ejecutivos jóvenes que, lamentablemente, no conocen otra cosa). Negocios quirúrgicos y más profundos para una industria consolidada, que profundiza la tokenización de servicios. Hay maduración en el sector, y se nota.

En resumen, el sector pasó de la competencia y el “nos quedamos con todo”, a un esquema de colaboración amistosa entre lo nuevo y lo “viejo”, y ahora a un perfeccionamiento con foco regional y la idea de crecer rápido, pero de manera sostenida. “La carrera por la principalidad, no está cerrada, pero es muy competitiva. Es tiempo del foco”, dice Mariano Biocca, director ejecutivo de la Cámara Argentina Fintech, una entidad que reúne a 400 empresas que emplean unos 40.000 argentinos.

Según la cámara, el 53,4% de las fintech locales colaboran actualmente con los bancos; el 21,3% buscan o están en proceso de colaborar; y el 22,4% están abiertas a la colaboración.

El sector tiene novedades de peso a diario. Entre las últimas más relevantes:

  • Mercado Libre anunció que sacará su licencia bancaria. Volúmenes al margen, se sumará a la estrategia de Ualá, la fintech regional de Pierpaolo Barbieri, que ya tiene su banco en México y hace unos años se quedó con Wilobank en el país.
  • Coinbase, el principal exchange cripto de EEUU, comenzó a operar localmente este año.
  • Revolut, la fintech más grande de Europa, desembarcó recientemente en el país con la compra de la licencia bancaria de Cetelem y comenzará a operar en breve.
  • Cocos Capital, la sociedad de bolsa que se maneja desde una app, y es presidida por Nicolás Mindlin, hijo del dueño de Pampa Energía (Marcelo Mindlin) también será banco luego de comprar semanas atrás la operación de Voii.
  • Nubank el banco digital más grande de la región, que cotiza en Wall Street y vale casi USD 80.000 millones, desembarcaría desde Brasil en breve. En el mercado se sabe que negocia hace meses para quedarse con Brubank.
  • Cuenta DNI, de Banco Provincia, se consolidó como “la otra gran billetera” además de Mercado Pago.

El equipo de Cashea

“La industria sigue creciendo, pero el contexto actual es distinto, más sofisticado en cantidad y calidad de productos y de servicios, e integración. Estamos en medio de un proceso altísimo de consolidación, madurez y competitividad”, describió Biocca.

— ¿Cuánto influye la macroeconomía en ese contexto?

— Definitivamente, influye. Tenemos cuatro grandes rubros: medios de pago, crédito, inversiones y cripto. El primero, con el surgimiento de las billeteras, está muy bien, lo mismo que inversiones, con 25 millones de cuentas de inversión, una cifra que se multiplicó por 50. En cripto hay 10 millones de cuentas y el año pasado se movieron 15 puntos del PBI en activos virtuales por cuentas de argentinos. Todo eso se vio acelerado por nuestro contexto macro. Sólo un dato: un argentino hace más o menos promedio por mes unos 35 pagos digitales, cuando antes de la pandemia eran apenas 6. Ahí la macro jugó a favor, pero no con el crédito, mucho más castigado, con tasas que están volando. Hay mucho por crecer ahí.

Naranja X se destaca en el rubro, lo mismo que Mercado Crédito, también Credicuotas, Crédito Directo, Moni y Alpréstamo, que con capital propio les prestan a segmentos de la población que no tiene buen acceso al crédito formal.

“La carrera por la principalidad, no está cerrada, pero ya está muy competida. Es tiempo del foco” (Biocca)

Según el Informe Anual de Inversión y Capital Privado en Argentina de la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (Arcap), en 2024 se concretaron 62 rondas de financiación: 46 de capital semilla (USD 9,9 millones) y 16 de capital emprendedor (USD 402 millones). Dentro de ese volumen, fintech fue el sector que más capital atrajo, con operaciones de gran escala como la ronda E de Ualá por USD 300 millones, además de transacciones relevantes como Pomelo (USD 40 millones) y tapi (USD 22 millones). Incluso, según el mismo informe, un 43,5% del total de fondos invierte en fintech.

“Fintech sigue siendo uno de los sectores más atractivos para el capital en Argentina y Latam. Después de una primera generación enfocada en billeteras digitales, pagos y crédito al consumo, hoy estamos frente a negocios de infraestructura financiera, open finance, soluciones B2B, pagos crossborder y servicios que se integran con otros verticales”, destacó Mariano Mayer, Managing Partner & Co-Founder del fondo Newtopia VC y presidente Arcap, entidad que a fin de mes realiza la edición de este año de su tradicional Foro Argentino de Inversiones.

“Todo esto ocurre en un contexto macro más previsible -aunque todavía desafiante- que empieza a dar mejores condiciones para el ingreso y la salida de capital, una variable clave para cualquier inversor internacional. Y a eso se suma el empuje de una nueva generación emprendedora: jóvenes de 19 y 20 años, audaces, colaborativos y con ambición global, que encuentran respaldo en fundadores de camadas anteriores”, agregó el también ex secretario Pyme de Mauricio Macri.

En red

Esta semana se supo que dos de las fintech de la “tercera ola” se sumaban a la Endeavor, la red de emprendedores de alto impacto que reúne a buena parte de los unicornios argentinos. Son Cashea y Tapi.

Los socios de la startup Cresium

Queremos consolidarnos como la red de pagos líder en Latinoamérica. En menos de tres años logramos construir una red con más de cincuenta y cinco mil empresas para poder pagar, desde agua, luz y gas, hasta redes de depósito y extracción de efectivo en tiendas”, afirma Kevin Litvin, fundador de la firma fintech.

“Somos un negocio B2B que conecta a empresas de servicios con bancos y fintech para hacer pagos en tiempo real. Somos rentables y aumentamos por diez los volúmenes de transacciones en menos de un año con la misma cantidad de personas trabajando”, destacó Litvin, encargado de negocios, quien tiene como socios a Tomás Mindlin (CEO) y Nicolás Andriano (CTO). Estos dos últimos estudiaron juntos en la universidad y Mindlin –también hijo de Marcelo– y Litvin se conocen desde la primaria.

La empresa, que nació en 2019 con una billetera virtual –Tap, que vendieron a Prex del grupo Itaú dos años más tarde–, tiene operaciones en Argentina, Colombia, Chile, Perú y México y proyecta transacciones por USD 2.500 millones para este año. Además, acaba de comprar Arcus, un competidor que pertenecía a Mastercard en México, y ya realizó rondas de inversión por un total de USD 32 millones de fondos grandes, como el americano Andreessen-Horowitz y el regional Kaszek. Su red ya es utilizada por referentes como Nubank, Mercado Pago, Santander, Ualá, Naranja X y DiDi.

Maria Julia Bearzi, de Endeavor

Cashea, por su parte, nació en Argentina, en 2022, y su foco es ayudar a Venezuela, donde aplican el modelo “Buy Now, Pay Later” (BNPL) que permitió devolver financiamiento a millones de personas excluidas del sistema financiero. Sus fundadores nacieron allí o tienen raíces muy fuertes en un país diezmado con el consumo que desapareció casi por completo, lo mismo que las tarjetas de crédito y débito.

“Nacimos con un propósito claro: relanzar el crédito en Venezuela. Queremos generar impacto en el país que tuvimos que abandonar”, le dice a Infobae Pedro Vallenilla (CEO), quien junto a Ramón Lange Fernández (COO), Nicolás Curat (CTO) y Arnoldo Gabaldón (CFO) fundaron la startup.

“Hoy hacemos 1,7 créditos por segundos. Somos el ‘comprá y paga después’ más grande de la región. Financiamos consumo en el punto de venta y reemplazamos a las tarjetas para comprar todo. Somos la tarjeta de los venezolanos. Hay 20 millones de adultos en mi país y la usan 8,6 millones. Más del 90% crédito al consumo pasa por Cashea; es el 4% de PBI, unos USD 4.000 millones por año”, detalló Vallenilla, que tiene 38 años y hace 8 llegó al país. “El ecosistema argentino es tan bueno, que exporta este tipo de modelos para otros mercados. Este año proyectamos facturar unos USD 200 millones y procesaremos USD 4.200 millones. Somos rentables hace dos años y levantamos muy poco capital, apenas USD 2,5 millones”, resumió.

María Julia Bearzi, directora ejecutiva de Endeavor Argentina, no duda: “El ecosistema fintech sigue siendo uno de los motores más potentes de innovación en América Latina”. La ejecutiva destacó que en 2024 concentró más del 60% del capital invertido en la región, atrayendo a fondos globales y regionales.

Mariano Mayer, de Adcap y Newtopia

“En Argentina vimos rondas históricas de compañías Endeavor como Ualá, Pomelo y Tapi, que confirman la confianza en el talento local para crear soluciones con impacto global. Siguiendo esta línea, en nuestro último panel de selección elegimos emprendedores que están liderando la democratización de las finanzas, acercando oportunidades a más personas y, al mismo tiempo, marcando el rumbo para una nueva generación de fundadores que quiere crecer y escalar en mercados cada vez más desafiantes”, afirmó Bearzi.

Julián Sanclemente, CEO de Alpréstamo, coincide y suma otra dimensión al análisis: se trata de un sector que crece en un contexto donde la inflación, el poco acceso al crédito y las devaluaciones constantes son parte de la vida cotidiana. “Justamente ahí está la oportunidad: la tecnología nos da la velocidad y la versatilidad para responder a problemas que los modelos financieros tradicionales no pueden resolver. Desde Argentina estamos acostumbrados a sobrevivir y a innovar en la adversidad; por eso nuestras fintech no sólo resisten, sino que lideran. Lo que validamos acá tiene un potencial enorme de escalar a toda Latinoamérica. El futuro financiero de la región no se construye en los manuales de los bancos, sino en la capacidad de nuestras fintech de transformar la crisis en inclusión y eficiencia”, destacó el fundador de la compañía que tiene más 7,2 millones de usuarios en seis países de la región y gestiona 1,5 millones de solicitudes de productos financieros, con una colocación de 20.000 tarjetas de crédito, 20.000 cuentas bancarias y entre 25 y 30 millones de dólares en créditos de consumo.

Lo que viene

Finnovista destaca 5 factores del ecosistema local:

  • Resiliencia del ecosistema. En un contexto económico desafiante, las fintech argentinas han respondido con soluciones innovadoras. Destacan el liderazgo en criptomonedas, el auge de las billeteras digitales y la sofisticación de productos, adaptados a las necesidades de los usuarios en un entorno de alta inflación y restricciones cambiarias.
  • Internacionalización como prioridad. Se consolida como un pilar estratégico para el crecimiento, con el 72,6% de las fintech argentinas operando en mercados extranjeros.
  • Brecha en inversión. Aunque el ecosistema argentino representa el 10% de las fintech latinoamericanas, la inversión captada es solo el 2,6% del total regional, indicando una brecha en financiamiento. Aun así, el interés de fondos internacionales crece, destacando rondas significativas que aportan capital crítico para impulsar la expansión del ecosistema.
  • Avances en regulación y colaboración. La implementación de pagos interoperables vía QR y la regulación en criptoactivos muestran un progreso en la colaboración con el regulador, bancos y Fintech.
  • Proyección futura. Las áreas de criptomonedas, pagos digitales, préstamos y tecnología para instituciones financieras se perfilan como los segmentos de mayor crecimiento.

“Desde Argentina estamos acostumbrados a sobrevivir y a innovar en la adversidad; por eso nuestras fintech no sólo resisten, sino que lideran” (Sanclemente)

“Las fintech maduraron. Tras superar la explosiva expansión inicial, caracterizada por una mentalidad de ‘crecimiento a toda costa’, la mayoría adoptaron firmemente una mentalidad de ‘crecimiento rentable’”, destacó un informe de este año de BCG y QED Investor, que detalló que el sector tiene ingresos globales por más de USD 230.000 millones anuales.

Quizás un buen ejemplo de la “tercera ola” fintech local lo resumen Cresium, un proyecto que nació el año pasado de la mano de dos alumnos del ITBA con foco pymes. La startup fue mencionado por varios de los consultados para esta nota.

“Somos una cuenta inteligente para simplificar las finanzas de las pymes. Automatizamos cobros, pagos, inversiones, impuestos y servicios para simplificar el punta a punta financiero de empresas de entre 20 y 200 empleados, aunque también trabajamos con un par de corporativos”, detalló uno de sus fundadores, Benjamín Durruty, uno de sus fundadores.

“Hoy somos 9 empleados y arrancamos como asesores financieros en diferentes empresas. y vimos la oportunidad en el sector fintech para pymes. Estamos generando entre USD 8.000 y 12.000 mensuales. Tenemos más de 150 clientes, de los cuales 80 operan de forma diaria. Este año queremos terminar con 500 clientes”, detalló Durruty que tiene tres socios Maximiliano Sánchez, Ignacio Klyver y Lorenzo Sacerdoti.

— ¿A dónde quieren llegar?

— Somos muchos más que una cuenta transaccional, queremos ser el neo-banco de las pymes. Nuestro modelo es Nubank, pero no para persona. Sí los estadounidense Mercury, Ramp y Brex. Son bancos digitales, ágiles y con herramientas financieras a medida de las necesidades de los clientes.

Con el desafío de la IA, la implementación de Open finance (algo así como la apertura e interoperabilidad de los datos financieros entre entidades y a terceros), la tokenización, el foco en servicios especializados y la convivencia madura con los bancos y con las “viejas” del sector, la tercera ola e empresas fintechs de Argentina mira al mundo y va por la promesa de crecer rápido y bien. Habrá que surfear a la Argentina, como hicieron sus predecesores en su momento, como siguen haciéndolo hoy muchas de ellas.