India se consolida como el nuevo gigante de la inteligencia artificial y atrae a empresas de todo el mundo (Imagen Ilustrativa Infobae)

India ocupa el segundo lugar en el ranking global de usuarios de OpenAI y podría escalar al primer puesto en breve. En agosto, la firma lanzó una versión más accesible de su chatbot para el mercado indio y anunció la próxima apertura de una oficina en Nueva Delhi. Sam Altman, cofundador de OpenAI, expresó un marcado optimismo sobre el futuro de la inteligencia artificial en la India. El empresario describió la adopción tecnológica en ese país como “incomparable en cualquier parte del mundo”.

La competencia internacional por el mercado indio de inteligencia artificial genera herramientas avanzadas a precios muy bajos para los usuarios locales. Para las empresas involucradas, la motivación parece radicar, más que en la rentabilidad directa, en la capacidad de atraer una base masiva de usuarios y recopilar grandes volúmenes de datos valiosos. Según datos citados por The Economist, el país registra aproximadamente 900 millones de usuarios de internet, superado solo por China.

A diferencia del gigante asiático, India se presenta como terreno abierto para las empresas tecnológicas estadounidense, con un ecosistema dominado por Android, el sistema operativo de Google, presente en más del 90% de los smartphones. WhatsApp, propiedad de Meta, supera los 500 millones de usuarios activos.

Los gigantes del comercio electrónico internacional, como Amazon y Flipkart —este último bajo la propiedad de Walmart—, lideran el sector de ventas en línea. Las compañías estadounidenses, con productos ya consolidados, cuentan con ventajas considerables para acelerar la adopción de servicios relacionados con la inteligencia artificial. Venugopal Garre, miembro de la firma de análisis Bernstein, sostuvo a The Economist que las empresas que saben crecer en la India pueden sumar usuarios a una escala que pocos mercados son capaces de igualar.

Empresas internacionales buscan aprovechar el potencial de India y recopilar datos a gran escala para mejorar sus modelos de IA (Imagen ilustrativa Infobae)

A pesar de la magnitud del mercado, convertir ese volumen en utilidades se revela como un desafío. Las empresas tecnológicas suelen aplicar precios inferiores en la India. Netflix, por ejemplo, cobra tan solo USD 1,69 mensuales en el país, frente a los USD 7,99 que exige en Estados Unidos. Aunque algunos servicios digitales pueden soportar esta estrategia por su bajo coste de margen, la inteligencia artificial exige un procesamiento elevado.

Los costos actuales para consultas de IA alcanzan unos USD 0,07 por millón de tokens (unidades de datos procesadas por los modelos), y la respuesta a una única solicitud puede implicar cientos o miles de estas unidades, de acuerdo con información de The Economist. El gasto no varía geográficamente, de modo que no existen ahorros relacionados con la ubicación del usuario.

En testimonios recogidos por The Economist, Dmitry Shevelenko, director comercial de Perplexity, reconoció que ofrecer el servicio sin costo durante un año implicó un desafío económico relevante para la empresa. Sin embargo, sostuvo que el tiempo de prueba permitió demostrar el valor de la propuesta y convertir a los usuarios en clientes de pago. Según sus previsiones, India podría consolidarse, en un periodo de cinco años, como un mercado atractivo para las suscripciones.

Según Shevelenko, la tasa de participación de los usuarios indios es una de las más elevadas entre los países donde la empresa llevó a cabo pruebas de mercado. Sin embargo, las experiencias de terceros demuestran que el número de suscriptores de pago representa solo una fracción del total de usuarios.

El atractivo de la India no reside solo en los ingresos directos. Su base de usuarios es vasta, heterogénea y abarca múltiples grupos lingüísticos y económicos. Un ejecutivo de una firma global de inteligencia artificial describe la India como un “campo de pruebas” para nuevos productos y para el análisis de su funcionamiento a gran escala. Las compañías observan que muchos usuarios prefieren interactuar con la inteligencia artificial mediante mensajes de voz, probablemente porque un porcentaje significativo no domina la escritura o la lectura digital. A juicio de varios expertos, la actividad digital en la India proporciona información novedosa y relevante que contribuye a mejorar los modelos de inteligencia artificial.

Las empresas tecnológicas buscan de forma continua bases de datos con las que puedan perfeccionar sus tecnologías. India se consolidó como un recurso muy valioso por la magnitud de los datos generados. Cabe destacar que el país desarrolló una sólida infraestructura digital, conocida como “India Stack”, que engloba sistemas públicos de identificación biométrica y pagos electrónicos. Según The Economist, esta innovación permitió la inclusión digital de millones de personas antes excluidas, y los datos resultantes se emplean para alimentar modelos globales de IA.

India ocupa el segundo lugar mundial en usuarios de OpenAI y podría alcanzar el primer puesto próximamente – (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, el marco regulatorio indio favorece la explotación de estos recursos. Konark Bhandari, analista del grupo Carnegie Endowment for International Peace, señaló que las regulaciones locales no restringen la transferencia transfronteriza de datos ni impiden el uso de información recolectada localmente en procesos de entrenamiento de modelos internacionales. En un contexto en el que otras fuentes de datos empiezan a escasear, la pujante actividad digital india se convierte en uno de los activos más codiciados de la industria.

Por otra parte, la llegada de empresas extranjeras de inteligencia artificial suscita inquietudes. Algunos actores locales temen que el dominio de compañías estadounidenses debilite el desarrollo de startups nacionales.

Según Garre, la solidez financiera y la infraestructura de las tecnológicas de Estados Unidos podrían desplazar iniciativas locales y desplomar la inversión en empresas emergentes indias. Esta tendencia evocaría períodos anteriores, en los que la innovación india se limitaba a servicios periféricos mientras Estados Unidos creaba las plataformas claves.

Según precisó Sam Altman, India puede transformarse en “uno de los líderes de la revolución de la inteligencia artificial”. La incógnita reside en qué clase de liderazgo adoptará la nación: si su influencia provendrá de la magnitud de su base de usuarios, o del desarrollo de tecnología propia con sello nacional. El desenlace de esta transformación podría definir la próxima etapa global de la economía digital.