Los bonos argentinos se desploman en el mercado local y el exterior.

En las últimas ruedas financieras recobró protagonismo el dato de riesgo país. Este es un indicador que elabora la banca JP Morgan y consiste en un cálculo ponderado de la tasa de retorno de los bonos del Tesoro de los EEUU -un activo seguro y de referencia internacional- y los bonos de los países emergentes.

En el caso de la Argentina, los títulos públicos más representativos en el exterior son los bonos Globales en dólares con ley extranjera. Este jueves, la brecha de tasas entre estas emisiones y sus pares del Tesoro superó los 1.400 puntos básicos por primera vez en un año.

¿Cómo puede interpretarse esto?

Los bonos norteamericanos promedian una tasa de retorno ligeramente debajo de los 400 puntos básicos o, lo que es lo mismo, un 4% anual en dólares. Un riesgo país argentino en los 1.400 puntos refleja que una eventual emisión de bonos hard dollar -que se suscriben en dólares y que también amortizan capital e intereses en dólares- le demandaría al Gobierno de turno ofrecer una elevadísima tasa de interés superior al 18% anual en dólares, que haría prácticamente imposible cumplir un calendario de pagos de la misma en el mediano plazo.

Hay que recordar que la última emisión soberana de Argentina, en enero y abril de 2018, se efectuó con tasas de hasta 7% anual en dólares, durante la presidencia de Mauricio Macri, con Luis Caputo como ministro de Finanzas. Sin embargo, en agosto de 2020 debió llevarse a cabo una reestructuración soberana de la deuda en dólares con acreedores privados, que lanzó al mercado los actuales Bonares y Globales que son negociados en el mercado secundario.

Este jueves los bonos en dólares siguieron “en picada” de precios, ahora a una paridad próxima a USD 50, similar a la del 10 de septiembre de 2020, cuando salieron a cotización durante la presidencia de Alberto Fernández, con Martín Guzmán como ministro de Economía. Como las tasas de retorno evolucionan en sentido inverso a los precios, hoy se elevan a un promedio de 18% anual en dólares.

Al observar la tasa de los bonos Globales 2029 y Globales 2030, ésta es mayor que el promedio: un 22% y 21% respectivamente. La lectura de los fondos de inversión es que con un eventual triunfo de la oposición peronista en las elecciones presidenciales de 2027 -dado el antecedente de las legislativas bonaerenses del 7 de septiembre pasado- puede dificultarse el pago de estas emisiones.

Estas cotizaciones de la deuda prácticamente contemplan un evento de default soberano en los próximos años, una visión descartada de plano desde el gobierno de Javier Milei, que ha venido cumpliendo con los vencimientos, aunque no pudo concretar un regreso al mercado con nuevas emisiones, para alivianar la carga de la deuda y evitar el sacrificio de reservas por esta vía.

Caputo aseguró por la red social “X” que hace meses mantienen el foco en estos compromisos y reafirmó que “van a honrar todas las deudas, como lo vienen haciendo desde que asumieron, aún con muchos menos recursos que ahora”.

La intervención del Banco Central para defender el techo de las bandas de flotación del dólar -ahora en $1.474,83- fue interpretada negativamente por los operadores bursátiles, dado el bajo nivel de reservas netas, necesarias para pagar vencimientos. A la vez, se teme una masiva dolarización de carteras entre inversores institucionales a modo de resguardo ante las derrotas del Gobierno en el Congreso, que lo enfrentan a dificultades para sostener su programa de superávit fiscal. Y como si fuera poco la elecciones de medio término del 26 de octubre incrementan la incertidumbre sobre la bas política con la que contará Milei para el éxito de lo que resta de su mandato.

El portavoz presidencial, Manuel Adorni, restó importancia a la intervención cambiaria. “El programa económico que incluye la política fiscal, monetaria y cambiaria son consistentes, y los fundamentos son los correctos. El esquema está preparado para que no haya ningún tipo de problemas cuando uno se maneja en la banda (de flotación) que planteamos”, expresó en conferencia de prensa esta mañana.

El Congreso argentino, dominado por la oposición, asestó un nuevo golpe sobre Milei el miércoles al respaldar -en medio de una masiva manifestación- dos leyes que suben el presupuesto para salud y educación, sectores recortados por el mandatario de derecha radical.

Los argentinos acudirán a las urnas a fin de octubre para renovar parcialmente las cámaras de Diputados y Senadores, con la intriga de saber cómo le irá al Gobierno tras el duro golpe que sufrió en los comicios de medio término en la provincia de Buenos Aires, lo que aceleró la compra de dólares, el derrumbe de los activos y el aumento del riesgo país.

Analistas coinciden en que una permanente intervención cambiaria del BCRA irá en desmedro de las reservas internacionales, y eso hace que se renueven ventas sobre títulos públicos por temores potenciales a problemas con el cumplimiento en los próximos vencimientos de deuda. Estas reservas rondan los USD 39.777 millones, según un dato oficial provisorio.

“Los bonos soberanos argentinos son instrumentos de alto riesgo, con tasas de interés que se presentan desafiantes. El potencial de apreciación para los bonos de mayor duración es significativo si el riesgo país disminuyera, pero este escenario se percibe como poco probable sin una acumulación importante de reservas”, sostuvo Rava Bursátil.

Según la Consultora 1816, “los compromisos de deuda externa ascienden a 34.000 millones de dólares hasta 2027, y se necesitarían 27.000 millones adicionales a los actuales para su cumplimiento sin incurrir en reservas netas negativas”, agregó.