La actriz junto a su hija Magnolia disfrutando del verano turco en la playa (Instagram)

Desde su mudanza al otro lado del globo, la China Suárez transita una etapa de cambios y desafíos en Turquía, que hoy se convirtió en su nuevo hogar junto a Mauro Icardi. Allí la acompañan sus hijos Rufina, Magnolia y Amancio, quienes alternan entre días de juegos, paseos y aprendizajes, disfrutando del verano de Estambul. Esta vez, la actriz no solo llevó a los pequeños a relajarse en la playa, sino que también sumó a su mamá, Marcela Riveiro, quien se mantiene como apoyo incondicional en esta etapa lejos de casa.

A través de sus historias de Instagram, la China compartió una cálida jornada en la playa de Turquía junto a sus hijos y su madre. En la primera imagen que publicó, se la vio recostada en una reposera junto a Magnolia, su hija del medio, que descansó con ternura sobre su pecho. Ambas disfrutaron del sol con looks veraniegos: la actriz con bikini animal print y lentes oscuros, mientras que la nena se mostró relajada y sonriente. Después, Marcela apareció con una postal junto a la pequeña, posando abrazadas y listas para meterse en el agua.

El mar de fondo quedó presente en otra imagen donde aparece Amancio, el hijo menor de Suárez, acurrucado sobre su mamá en una postura similar a la de Magnolia, esta vez con la mirada esquiva a la cámara. Más adelante, llegó el turno de Rufina, la mayor, hija de Suárez y Nicolás Cabré, quien eligió para la ocasión un buzo con capucha negra de Hello Kitty y una sonrisa que acaparó todas las miradas. En la sucesión de fotos, Magnolia volvió al centro de atención, entretenida en la arena frente al mar mientras armaba castillos y jugaba despreocupada.

Marcela, la mamá de la China, se sumó a la aventura familiar y compartió el día con los pequeñosAmancio acurrucado junto a su mamá, lejos de las cámaras y cerca del mar

Hacia el final, Rufina fue retratada de espaldas, caminando por la orilla con una pelota en la mano, observando el mar. Para cerrar, la exCasi Ángeles mostró una postal de Magnolia y Amancio, frutos de su relación con Benjamín Vicuña, sentados juntos en la arena, ambos de espaldas y contemplando el mar abierto. Una imagen serena que resume la calma y la conexión familiar que acompaña este nuevo capítulo en la vida de la actriz, lejos del ruido y cerca de los suyos.

La China también decidió aprovechar este tiempo para brindarles momentos de recreación a sus hijos, sobre todo luego de un fin de semana especial, adaptándose a la cultura local. Ella misma abrió una ventana a la intimidad de este proceso educativo en sus redes sociales. Primero, compartió una foto con Rufina, rodeadas de cuadernos y fotocopias resaltadas con colores. “Aprendiendo turco”, escribió, junto a un emoji de corazón rosa, mostrando el empeño y la dedicación que la niña le pone a su aprendizaje.

Rufina lució su buzo de Hello Kitty para la jornada al aire libreLa pequeña Magnolia jugando con la arena bajo el sol turco

Después, subió un video que enterneció a sus seguidores: Rufina, sentada junto a ella, enumeró en voz alta los números del uno al veinte en turco: “¿Hasta cuánto puedo contar en turco? Bir, iki, üç, dört, beş, altı, yedi, sekiz, dokuz, on, on bir, on iki, on üç, on dört, on beş, on altı, on yedi, on sekiz, on dokuz, yirmi”, recitó la mayor mientras la China la observaba con orgullo.

Pero el aprendizaje no fue solo para la mayor: en otro clip, Amancio se animó con el idioma y contestó a las consultas de su madre. “¿Cómo se dice ‘hola’?”, le preguntó la China, y el pequeño respondió: “Merhaba”, lo que le valió aplausos y aliento materno. Luego, la actriz le pidió que dijera ‘te quiero’ en turco: “Seni seviyorum”, respondió Amancio, tras lo cual recibió abrazos y besos de su mamá, dejando en claro el orgullo de la actriz por sus logros.

Rufina, la mayor, prefirió caminar por la orilla con su pelota Como broche de oro, los hermanos sentados, espalda con espalda, contemplando juntos el horizonte turco (Instagram)

Magnolia también se sumó al aprendizaje y volvió a contar como su hermana mayor, llegando hasta el diez en turco. Aunque no recordó todos los números, la China celebró el intento y el avance de los niños, destacando la importancia del aprendizaje y la adaptación, sobre todo en una tierra tan distinta a la suya.

De este modo, la ex Casi Ángeles consiguió combinar tiempo de esparcimiento, aprendizaje y amor familiar en cada jornada, con el sostén invaluable de su madre. La vida lejos de casa puede ser un desafío, pero la actriz encontró en la rutina de Estambul, la compañía de los suyos y la dedicación a sus hijos una manera de atravesar el cambio y hacer de cada día una nueva aventura compartida.