La rueda de ayer demostró que la tibia reacción del mercado del martes, tras el discurso del presidente Javier Milei adelantando el presupuesto 2026, fue “el rebote del gato muerto”, como se denomina a las leves subas que siguen a fuertes caídas.
Los inversores votan todos los días a través del mercado. Juan Martín Yanzon, jefe de mesa de ConoSur, señaló que “la Bolsa está en pesos en el mismo valor de hace un año y en dólares cayó 45%. Están muy caldeados los ánimos. Los fondos de afuera y los locales están vendiendo todo. Hay activos que están sobre castigados. El mercado le está diciendo al presidente que no tiene el apoyo que necesita. Cayó muy mal que no pueda vetar medidas que representan un mínimo porcentaje del presupuesto y comenzaron a preguntarse qué capacidad tiene de llevar adelante reformas más profundas”.
La contundente derrota de ayer en la Cámara de Diputados por el financiamiento de las universidades y la “ley Garrahan” disparó los miedos porque la peor batalla está por llegar y es la de los ATN, los adelantos del Tesoro a las provincias, que quieren transformarlo en ley para que sean automáticos. Si el veto es rechazado, la pérdida de poder sería notable porque negociaría con los gobernadores desde una posición de inferioridad.
Los inversores, impotentes, ven como se insiste en atacar el problema por el lado económico cuando los errores fueron políticos y los responsables siguen ocupando funciones clave en la cúpula gubernamental.
Los dólares financieros reaccionaron al alza. El MEP y el contado con liquidación (CCL) subieron 1,3% a $1.486 y $1.499. Ambos cerraron en los máximos del día. El “blue” aumentó $15 (+1,7%) a $1.490.
En este clima, el Banco Central tuvo que intervenir porque el dólar mayorista que se negocia en el Mercado Libre de Cambios (MLC) puso a prueba la decisión del Gobierno de mantener la banda superior de $1.474,50. Cuando la divisa llegó a ese precio, el BCRA vendió en distintos tramos USD 53 millones de los más de USD 100 millones que puso en el offer.
El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini indicó que “el volumen operado en futuros fue de 929.718 contratos con ajustes al alza, en la misma dirección que el mayorista. Para las tasas implícitas el comportamiento fue variado, dado que fin de septiembre se volvió aún más negativa producto de un mayor desarme mientras que octubre, noviembre y diciembre terminaron corridas al alza y el tramo medio / largo no tuvo variaciones significativas. Esto indicaría que, por un lado, el mercado sigue viendo a un BCRA capaz de sostener al tipo de cambio en la banda superior durante septiembre, pero por el otro ve más riesgo luego de las elecciones de octubre”.
En el Mercado Libre de Cambios se operaron USD 386 millones. Los exportadores siguieron liquidando divisas, pero fueron insuficientes ante la demanda. Tal vez al saber que el Central no está dispuesto a ver el dólar por encima de la banda superior de $1.474,50 -$5,50 por encima del precio del lunes- se animen a aumentar las liquidaciones. Pero puede suceder que esperen unos días más, para saber si insisten con mantener la banda. Se estima que, si liquidan todos los días la misma cantidad que ayer, llegar a las elecciones de octubre significará haber sacrificado USD 1.200 millones, prácticamente todos los dólares que compró el Central este año para mejorar sus reservas.
Si se llega a este extremo, la suerte de los bonos soberanos estaría sellada porque bajaría a paridades conocidas en la peor época de la gestión pasada cuando bonos que hoy cotizan a una paridad de 50% como el AL30D, tendrían una paridad de 17% como la que llegaron a tocar durante la corta gestión como ministra de Economía de Silvina Batakis.
Ayer los bonos soberanos con ley extranjera, que son los que miden el riesgo país, se desmoronaron hasta 4,26%. El riesgo país se disparó un 8% y se ubicó en 1.260 puntos básicos.
En tanto, las reservas bajaron USD 98 millones a 39.777 millones porque hubo nuevos pagos a organismos al exterior. El viernes hay otro vencimiento.
Aldo Abram, Director Ejecutivo en la Fundación Libertad y Progreso señaló que “cuando una moneda se deprecia, el primer impacto inmediato se da en el mercado cambiario. Por supuesto, en el mercado cambiario libre; no se ve en los cepos, donde se fija artificialmente el valor del dólar respecto al peso. Eso lo establece el Banco Central. Esa depreciación tarda entre 9 y 18 meses en impactar en el conjunto de los bienes y servicios a nivel consumidor. Sin embargo, donde repercute más rápido suele ser en los bienes, y eso se refleja también con mayor rapidez en el índice de precios mayoristas, porque justamente está compuesto mayormente por bienes”.
De esta manera, Abram explicó la inflación mayorista de agosto de 3,1% y estimó la suba de precios al consumidor en 2,5% para septiembre.
En tanto, Estados Unidos recortó sus tasas de interés, una medida que beneficia a la región.
Jorge Harker, analista de mercados internacionales de Adcap Grupo Financiero señaló que el recorte de la tasa de interés en estados Unidos de 0,25 puntos a 4-4,25% anual “no fue sorpresa ya que fue una votación 11-1, donde la mayoría votaron por bajar esta cantidad de puntos. Sólo un miembro, Stephen Miran, que fue nombrado hace pocas horas votó por un recorte de 50 puntos básicos (0,50%). Las razones por las cuales Jerome Powell, titular de la Reserva Federal, se decidió a este recorte es por lo que se llama control de riesgos. Hay también un deterioro del mercado laboral en un ambiente de inversión persistente. Por eso se decidieron por 25 y no por 50 puntos básicos como muchos pedían”.
Harker alerta que “se viene un escenario donde la gente va a empezar a mirar más de cerca la estanflación. Ese escenario, puede ser complicado. La Fed está temerosa de actuar más agresivamente para evitar ese escenario. Pero mantener las tasas altas definitivamente es lo que llevaría a una recesión, sin duda alguna. Para los mercados emergentes, se viene un momento donde el dólar se va a seguir debilitando, donde va a ser más difícil ser competitivos con nuestros productos debido a la fortaleza de nuestras monedas en términos generales».
“Podemos también estar cerca de un súper ciclo de commodities, donde realmente serían uno de los activos adonde nos podríamos proteger de un eventual escenario de estanflación. Por ahora, la baja de tasas de la Fed ayudará a los mercados emergentes a refinanciar su deuda o a emitir deuda mucho más barata. Esto lo estuvimos viendo las últimas semanas: las primas de riesgo de los emisores emergentes latinoamericanos fueron mejorando y se vio un rally de los bonos en general, lo cual significa que volvió el apetito por los bonos y tendríamos mejores tasas para invertir. No sería este el escenario para el caso argentino,” agregó el analista.
Harker adelantó que “las monedas también son la clave: el euro acercándose a USD 1,20 sería más debilidad para el dólar, pero más fortaleza para los metales como el oro y la plata”.
En tanto, la Bolsa tuvo otra rueda de escaso volumen y pocos interesados en acciones. Hubo volatilidad, pero en una franja estrecha de precios. El S&P Merval de las acciones líderes perdió 0,27% en pesos y 0,40% en dólares.
Transener fue el mayor perdedor con 3,20%, mientras Banco Supervielle subió en la misma proporción.
Anoche en el after market, los tres principales indicadores de las Bolsas de Nueva York estaban decididamente positivos, mientras en el oro mostraba un leve retroceso.
El mercado local hoy seguirá jugando por su cuenta, pero con menos humor que ayer por el traspié en el Congreso. Esperan algún movimiento decisivo del Gobierno para revertir el sentimiento negativo hacia bonos, acciones y otros activos de la deuda.