El presidente Javier Milei reiteró este lunes su compromiso con el equilibrio fiscal durante el anuncio del envío del proyecto de Presupuesto 2026 al Congreso. El mensaje tuvo lugar en un contexto de tensiones políticas, presión sobre el dólar y un aumento del riesgo país, que superó los 1.100 puntos. El texto del proyecto mantiene la meta de equilibrio fiscal, pero anticipa que el superávit primario será menor al plasmado en las perspectivas del último acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) firmado en abril.
De acuerdo con el programa de USD 20.000 millones, la meta era un superávit primario equivalente al 1,3% del Producto Bruto Interno (PBI) para 2025. En aquel entonces, Milei manifestó que el compromiso ante el organismo sería elevar ese objetivo hasta 1,6% del PBI. La senda de consolidación fiscal sería aún más marcada en 2026: el acuerdo con el FMI exigía alcanzar un superávit primario de 2,2% del PBI.
Sin embargo, el proyecto presentado por el Poder Ejecutivo rebaja esa meta y proyecta un superávit primario de 1,5% del PBI para ese año, muy por debajo del 2,2% previsto por el Fondo. Asimismo, el documento oficial establece un resultado financiero —saldo luego del pago de intereses de la deuda— con un superávit fiscal de 0,3% del PBI.
La diferencia entre ambos conceptos reside en que el resultado fiscal primario expresa la diferencia entre ingresos y gastos estatales sin considerar los intereses de la deuda, mientras que el financiero incluye esos pagos. El resultado primario indica si el Estado consigue recursos suficientes para cubrir sus gastos operativos. El resultado financiero refleja el saldo total, incluidos todos los compromisos.
Esta comparación evidencia que el Gobierno sostiene la consigna de equilibrio fiscal, aunque con un objetivo más moderado del originalmente acordado con el FMI. Así se desprende del discurso transmitido en cadena nacional donde Milei informó el envío del proyecto de Presupuesto 2026 al Congreso.
El Presidente detalló una asignación de 4,8 billones de pesos para las universidades nacionales y anticipó aumentos en partidas que superan la inflación proyectada: un 5% en jubilaciones y un 17% en salud. El gasto en educación crecerá un 8% respecto al periodo anterior. Además, el monto de las pensiones por discapacidad subirá un 5% sobre la inflación esperada para 2026. Se prevén fondos adicionales para obras públicas prioritarias, especialmente rutas, en provincias y municipios.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, sostuvo en abril: “Argentina ha demostrado que esta vez es diferente”, aunque advirtió sobre la necesidad de “mantener el rumbo” del programa mientras comentaba que este año el país afrontaba un periodo de elecciones. Desde ese momento en organismo elogia el ajuste pero siempre recuerda la necesidad de respaldo político.
Milei, además, aseguró que la etapa más crítica del ajuste ya habría quedado atrás: “Podemos afirmar, como hemos hecho en tantas otras veces, y pese a las turbulencias coyunturales, que lo peor ya pasó”. Un mensaje a muchos de los votantes que no eligieron la opción del oficialismo en las últimas elecciones, especialmente las bonaerenses.
Por otra parte, anticipó que el superávit fiscal le permitirá al Estado “otorgar financiamiento del Tesoro para aquellos actores del sector privado que quieran invertir en el país en las grandes concesiones que vamos a llevar adelante”, lo cual implica una modificación histórica en la relación entre el sector público y el privado para obras de infraestructura.
El presidente insistió en que “ningún país del mundo puede funcionar correctamente sin un presupuesto equilibrado” y subrayó la imposibilidad de recurrir a soluciones como el déficit financiado con emisión o deuda, debido a sus consecuencias negativas reiteradas en el pasado argentino.
El Gobierno espera que el precio del dólar oficial finalice el 2025 en $1.325, que la inflación acumule 24,5% y que el Producto Bruto Interno (PBI) avance 5,4% en el mismo período, de acuerdo al proyecto de Presupuesto 2026 que envió este lunes el Poder Ejecutivo al Congreso.Las proyecciones oficiales para el año próximo son un dólar en $1.423 al cierre de diciembre, una variación acumulada del IPC del 10,1% y un avance del PBI del 5 por ciento.
Un tipo de cambio apreciado se sumará este año y hasta 2028 a un déficit en la balanza comercial de bienes y servicios que llegará a USD 6.961 millones. Es la disponibilidad de dólares para pagar la deuda lo que hoy más hace subir el riesgo país.