Steve Evans, histórico entrenador escocés de fútbol y figura habitual en los banquillos del fútbol británico, sorprendió recientemente tanto a hinchas como a colegas del deporte por su radical transformación física alcanzada a los 62 años.
No se trató de una simple decisión repentina: tras ser despedido como entrenador del Rotherham United en marzo, Evans optó por pausar su trayectoria profesional para reenfocarse en su salud y bienestar personal, una determinación tomada de manera consciente e informada.
El propio Evans explicó a Sky Sports cuán crucial fue el respaldo familiar en este proceso: “Me reuní con mi familia y, a pesar de las llamadas de un par de clubes, decidí ponerme en forma y saludable. Era algo que no había hecho en muchos años”.
Esta decisión no fue tomada a la ligera; la inquietud por su salud fue el principal detonante que motivó su cambio de prioridades. Según sus palabras, se encontraba preocupado por su bienestar tras años de dejar en segundo plano su propio autocuidado en favor de las exigencias laborales del fútbol profesional.
El plan de entrenamiento y la rutina diaria adoptada por Evans
El cambio radical en la vida de Evans no ocurrió de la noche a la mañana. El ex entrenador adoptó una rutina progresiva y adaptada a sus capacidades, iniciando con actividades básicas hasta alcanzar volúmenes de ejercicio considerables.
“Empecé nadando 10 largos en una piscina, algo que me costó mucho en aquel entonces, y haciendo muchísimas caminatas y trotando”, relató Evans a Sky Sports. Poco a poco, la constancia permitió que su nivel físico mejorara de manera significativa, hasta lograr nadar entre 70 y 80 largos diarios, equivalentes a aproximadamente 2,5 kilómetros.
Según informó Men´s Health, la jornada típica de Evans inicia temprano con un paseo acompañado por sus perros, seguido de una rutina de natación en la piscina del gimnasio local. Si la energía lo permite, el entrenador extiende su entrenamiento diario a la bicicleta estática y finaliza con una sesión en la sauna, alcanzando así alrededor de dos horas y media dedicadas a la actividad física cada día. El compromiso no termina al salir del gimnasio; por las noches, Evans repite el paseo con sus mascotas, sumando aún más pasos a su contador diario.
Este régimen, que combina ejercicio aeróbico de baja y alta intensidad, así como actividades complementarias, demuestra la disciplina con la que Evans encaró su transformación. “Nada al menos 2,5 km cada mañana, monta en bicicleta con regularidad y camina paseando a sus perros a diario”, según publicó Men’s Health.
El papel de la dieta y el acompañamiento médico en el proceso
La transformación física de Evans no solo respondió a un incremento en la actividad física, sino también a una reestructuración completa de su alimentación y del acompañamiento médico durante el proceso. Antes de comenzar, Evans consultó equipos de especialistas. “Fui a ver a profesionales serios y a especialistas, un cardiólogo y especialistas en fitness. Elaboramos un plan y mi familia no creía que fuera capaz de hacerlo”, confesó en la entrevista con Sky Sports.
Su doctor del Royal Papworth fue clave para establecer directrices concretas sobre nutrición y progresión en los entrenamientos. “Mi médico del Royal Papworth me dio un plan. Ese plan consistía, obviamente, en reducir considerablemente la ingesta de calorías y seguir un programa de entrenamiento gradual para luego ir a trabajar con un preparador físico”, explicó Evans a Sky Sports.
La dieta de Evans se ha centrado en el aumento del consumo de proteínas y la disminución significativa de calorías, ajustando el aporte nutricional a las nuevas exigencias de su itinerario físico. Esta estructura alimenticia fue supervisada constantemente por los especialistas, a fin de garantizar una pérdida de peso saludable y sostenida.
Los resultados obtenidos y beneficios percibidos por Evans
Los resultados del esfuerzo de Evans no tardaron en evidenciarse. En apenas seis meses, logró perder 41,2 kilos y experimentó una transformación tanto física como mental. “Aquí estamos, seis meses después, aproximadamente, con 41,2 kg menos”, declaró Evans con satisfacción. Este importante logro no solo mejoró su apariencia, sino que incidió de manera positiva en otras dimensiones de su salud y su estado de ánimo: “Ha sido un trabajo increíblemente duro, pero ahora noto los beneficios tanto mental como físicamente; me siento fantástico”.
Evans también ha señalado la importancia de mantenerse “mentalmente en sintonía” con el proceso de cambio, sugiriendo que el equilibrio psicológico ha sido clave para adherirse tanto a su dieta como a su exigente rutina de ejercicios.
Expectativas y próximos pasos en la transformación de Evans
Tras alcanzar logros notables, Evans no planea detenerse. El exentrenador ve este punto como una base para seguir avanzando en su bienestar físico y mental. Entre sus objetivos próximos se encuentra la incorporación de nuevas rutinas orientadas al trabajo de fuerza: “Se trata de perder un poco más de peso durante dos o tres semanas más, y luego, con suerte, para entonces me centraré en el acondicionamiento, que será otra parte difícil, pero estoy deseando afrontar el reto”.
Evans enfatizó que el seguimiento médico continúa siendo parte esencial de su camino hacia un estado óptimo: “Mi cuerpo está realmente en muy buena forma ahora después de todas las exploraciones”.