Una pareja de recién casados en Escocia pasó casi cuatro años intrigada por la presencia inexplicada de un invitado misterioso en sus fotos de boda, una incógnita que finalmente logró resolverse, según reportó de The Guardian. Todo comenzó como una anécdota: al repasar las imágenes del enlace celebrado en el Hotel Carlton de Prestwick en noviembre de 2021, Michelle Wylie y John Wylie observaron que se repetía la presencia de un hombre alto con traje oscuro y una expresión de incomodidad, cuya identidad nadie lograba aclarar entre los asistentes. La cara de un extraño para ambos dio pie a todo tipo de preguntas internas y a bromas entre los esposos, pero no condujeron a ningún indicio revelador.
Búsqueda sin resultado y auge mediático en redes sociales
El enigma permaneció durante años a pesar de las consultas de los Wylie a familiares, amigos y empleados del hotel, según relató el periódico británico. Ante la ausencia de respuestas, Michelle acudió a Facebook para solicitar ayuda, pero tampoco entonces surgieron pistas sobre la identidad del desconocido. Entre las especulaciones, la pareja se preguntaba en tono de broma si se trataba “de un acosador” o de “algún compañero de trabajo olvidado”, sin avanzar en la resolución.
Fue en 2024 cuando la insistencia de Michelle Wylie condujo a un giro crucial: recurrió al creador de contenido escocés Dazza, quien amplió la difusión de la historia en redes. Esta mayor visibilidad resultó decisiva y, finalmente, Andrew Hillhouse, residente de Troon, se reconoció en las imágenes y publicó su relato sobre el error que lo llevó a esa celebración ajena.
El error de Andrew Hillhouse: de invitado confundido a protagonista viral
Hillhouse explicó que su confusión derivó de que habitualmente se mueve con más prisa que reflexión, y que hubo un equívoco que lo llevó a la dirección del evento, que no era el que él buscaba. “Suelen decirme que siempre ando justo de tiempo. Llegué cinco minutos antes, vi un gaitero y a otros invitados entrar, y pensé que era el lugar correcto”. Según detalló, ese día debía acudir a una boda en Ayr, a unos 3 kilómetros del Carlton, y solo conocía a la novia, llamada Michaela. Cuando vio bajar por el pasillo a una novia distinta, se le congeló la sonrisa: “¡Dios mío, esa no es Michaela… Estoy en la boda equivocada!”.
Imposibilitado de salir a mitad de la ceremonia, Hillhouse optó por mantenerse en su asiento: “No puedes levantarte e irte a mitad de una boda, así que tuve que asumir el papel y estuve los siguientes 20 minutos intentando no llamar la atención con mi 1,88 metros de altura”, relató al medio británico. Tras la ceremonia, intentó marcharse discretamente, pero el fotógrafo lo llamó para unirse a la foto grupal, razón por la que aparece en el fondo de las instantáneas. Solo entonces se apresuró a salir, llamó por teléfono y partió tarde hacia la boda correcta en Ayr. Ya allí, según contó, su historia fue tan celebrada que “pasé buena parte de la noche contando lo ocurrido”.
La explicación proporcionada por Hillhouse y recogida por The Guardian puso fin al misterio que había acompañado a la pareja escocesa durante años. Michelle Wylie expresó su alivio con humor: “No podía parar de reír”, señaló en declaraciones al medio. Después de conocerse, los Wylie y Hillhouse mantuvieron contacto a través de Facebook y organizaron un encuentro con el intruso, para celebrar el azar burlón que los reunió en una anécdota que no creen que vayan a olvidar.