El capo del PCC brasileño vive desde hace más de diez años en Santa Cruz, Bolivia, según una investigación periodística.

La Policía de Bolivia intensificó la búsqueda de Sérgio Luiz de Freitas Filho, el líder del Primer Comando Capital (PCC) de Brasil que radica en Santa Cruz de la Sierra desde hace diez años con una identidad falsa, según reveló un reportaje televisivo de la red Globo.

En los operativos de búsqueda, se realizaron allanamientos en viviendas de condominios privados y se aprehendió en la localidad de San Rafael, distante a 400 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra, a Ana F.L., la supuesta esposa del capo quien fue conducida a las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) para prestar su declaración.

La mujer manifestó que no conocía a Freitas y negó haber contraído matrimonio con él. Después de su declaración informativa, quedó en libertad.

El ministro de Gobierno (Seguridad), Roberto Ríos, indicó que entre los allanamientos se realizó un operativo en una empresa que tenía registrado al brasileño como representante legal, pero afirmó que ésta era “una fachada”.

A cinco días de la publicación del reportaje en el que se reveló la presencia del capo en Santa Cruz, la Policía Boliviana no sabe cuál es su paradero. Este jueves, las autoridades manifestaron que no descartan que haya abandonado el país por una ruta migratoria irregular.

El ministro de Gobierno (Seguridad) de Bolivia, Roberto Ríos, durante una conferencia de prensa.

Según las investigaciones, Freitas, alias Mijão, se naturalizó en Bolivia el año 2014 tras haber contraído matrimonio en 2011 con el nombre falso de Sergio Noroña, con el que obtuvo documentos de identidad, una licencia de conducir y registró actividades empresariales. En ese marco, el Gobierno amplió la investigación a los servidores públicos involucrados en la emisión de la documentación con identidad falsa.

En medio de los operativos, la Policía capturó a dos ciudadanos brasileños que contaban con antecedentes criminales. Se trata de Yuri F.D.S. y Juliano B.D.S., ambos aprehendidos en un hotel del municipio de La Guardia, a 23 kilómetros, de Santa Cruz, portando documentos falsos.

Tras confirmar su verdadera identidad, las autoridades brasileñas informaron que ambos contaban con antecedentes penales por los delitos de robo de vehículos, estafa, tráfico de armas lavado de dinero, antecedentes de violencia doméstica en Brasil.

La presencia de Freitas en Bolivia, donde se presume que llevó una vida cómoda y sin restricciones pese a ser uno de los criminales más buscados de Brasil, se dio tras una ola de violencia en Santa Cruz, que incluyó dos enfrentamientos armados con la Policía, dos secuestros y al menos siete asesinatos.

Imagen de la Policía en la escena del crimen.
Foto: El Deber

Estos hechos, que parecen estar relacionados entre sí, sugieren la presencia de mafias internacionales en el país y generan contradicciones en el Gobierno. Por un lado, el presidente Luis Arce negó la existencia de organizaciones criminales y manifestó que se trata de “emisarios” que operan desde Bolivia el mercado de la cocaína.

Sin embargo, el viceministro de Régimen del Interior, Jhonny Aguilera, sostuvo que Santa Cruz se convirtió en un “santuario” del crimen organizado.

Fuera de estas consideraciones, el caso de Freitas y los hechos de violencia suscitados en las últimas semanas, ponen en evidencia la necesidad de coordinar la cooperación internacional para combatir el crimen transnacional y reforzar la seguridad interna del país.