En uno de los momentos más vibrantes de su carrera, Laurita Fernández deslumbra tanto sobre el escenario como en la pantalla chica, desplegando una energía y un brillo que la consolidan como una de las figuras más queridas del espectáculo argentino. El éxito arrollador de su protagónico en La cena de los tontos se suma a sus múltiples compromisos televisivos y a una decisión personal que generó conversación: la reciente criogenización de sus óvulos. En medio de esa rutina cargada de desafíos y proyectos, nunca deja de sorprender a su público.
En las últimas horas, Laurita compartió en redes sociales una producción fotográfica que no pasó desapercibida. “Marilyn de Mataderos”, escribió junto a una selección de imágenes donde su look, la puesta y hasta la actitud remiten de inmediato a una de las glorias del cine de Hollywood. La referencia no es casual: en la sesión, se la ve con un vestido corto blanco tipo corset, de diseño ajustado y escote corazón, con detalles de encaje delicado que realzan la parte superior sin exceso. La falda, de silueta evasé con leves pliegues, suma dinamismo y un aire juvenil que ensambla perfectamente con el espíritu fresco de la artista.
El estilismo acompaña la impronta hollywoodense: Laurita llevó la cabellera larga suelta, con ondas suaves y flequillo desmechado, exactamente como se vio en las imágenes que revolucionaron los comentarios de sus seguidores. El maquillaje reforzó el guiño clásico, con un acento indiscutible: labios rojos intensos que resaltan su sonrisa y evocan el emblema de la belleza retro. El resultado final no sólo brilla en lo visual, sino que también transmite la confianza y el carisma de una artista que sabe cómo aprovechar cada detalle.
Sin embargo, no fue sólo el outfit el que capturó la atención, sino también las posturas elegidas por Laurita para esta producción. En una de las imágenes, la actriz recreó una de las icónicas escenas de la historia del cine, donde Marilyn Monroe, en la película La comezón del séptimo año, estrenada en 1955, posa sobre una rejilla de metro y el viento eleva su emblemático vestido blanco. Laurita se apropió de esa pose con naturalidad y una potencia propia, logrando un homenaje cargado de ingenio y simpatía. La descripción del posteo reforzó la idea, dejando claro el guiño a la leyenda estadounidense.
El vínculo de Laurita con el universo de Monroe es mucho más profundo de lo que podría parecer a simple vista. No se trata solo de una foto ni de una pose: la artista ya había rendido tributo a la estrella en 2018, cuando protagonizó el musical Sugar, una obra originada a partir de la película Una Eva y dos Adanes (Some Like It Hot, 1959), de la que Monroe fue protagonista y cuya primera versión local encabezó Susana Giménez en 1986, además de una nueva puesta con Griselda Siciliani en 2017. Laurita supo interpretar ese personaje con frescura y dejar su propia huella en la comedia musical argentina.
La actriz y bailarina, lejos de perder contacto con sus raíces, hizo también un homenaje a su origen. De ahí el apodo del posteo, ya que Laurita nació y creció en ese barrio porteño, según relató en agosto pasado durante su paso por La Noche de Mirtha (El Trece): “Yo soy de Mataderos, nací, me crie ahí, fui al colegio en Liniers. Hasta hace poquito mi mamá siguió viviendo ahí, ahora ya se mudó cerca de casa, la tengo cerquita, que está buenísimo”.
Los seguidores inundaron la publicación con mensajes llenos de afecto y admiración. “Sos nuestra Marilyn argentina”; “Todo pensado y perfecto”; “Siempre marcando tendencia”; “La descendiente de Marilyn”; “Una verdadera muñeca”; “No podés más de divina”, fueron algunos de los cientos de comentarios que destacaron bajo las fotos.
Así, el guiño a una de las escenas más recordadas de Hollywood se mezcla sutilmente con el orgullo de barrio y el presente brillante de Laurita. Las redes celebraron la creatividad y la osadía de quien, fiel a su estilo, sabe cómo transformar cada detalle en tendencia.