Pakistán y Estados Unidos firmaron este lunes un acuerdo sobre minerales críticos en medio de la creciente cooperación entre ambos países, según informó la Oficina del Primer Ministro paquistaní.
El acuerdo fue suscrito entre la empresa estadounidense Metales Estratégicos de Estados Unidos (USSM) y la Organización de Obras Fronterizas (FWO) de Pakistán en la residencia oficial del primer ministro Shehbaz Sharif en Islamabad, indicó la oficina en un comunicado.
“La FWO, el mayor minero de minerales críticos de Pakistán, firmó un histórico Memorando de Entendimiento (MoU) con United States Strategic Metals (USSM), un destacado procesador, reciclador y minero con sede en St. Louis, Misuri”, señaló la nota.
USSM produce y recicla minerales críticos que Washington considera esenciales para tecnologías vinculadas a la manufactura avanzada y la producción de energía. El acuerdo establece un marco de colaboración en minerales clave para las industrias de defensa, aeroespacial y tecnológica.
La cooperación comenzará con la exportación de minerales disponibles en Pakistán, como antimonio, cobre, oro, tungsteno y tierras raras, y contempla la instalación de una refinería polimetálica de USSM en el país. Esta planta producirá bienes intermedios y terminados para cubrir la creciente demanda del mercado estadounidense.
La primera fase prevé inversiones por unos 500 millones de dólares en el sector minero de Pakistán, según el comunicado.
Una delegación de USSM y Mota-Engil visitó Pakistán para explorar proyectos mineros y de infraestructura y en una reunión con el primer ministro Shehbaz Sharif recibió información sobre las reservas de cobre, oro y tierras raras del país.
La encargada de negocios de EEUU en Pakistán, Natalie Baker, calificó la firma del acuerdo como “otro ejemplo de la solidez de la relación bilateral entre Estados Unidos y Pakistán que beneficiará a ambos países”.
“La administración Trump ha convertido en una prioridad la consecución de este tipo de acuerdos, dada la importancia de los recursos minerales críticos para la seguridad y prosperidad de Estados Unidos”, dijo Baker en un comunicado de la embajada.
Aunque Pakistán cuenta con abundantes reservas de oro, cobre y litio, el sector minero apenas aporta un 3,2 % al PIB nacional y un 0,1 % a las exportaciones mundiales, según cifras oficiales. Islamabad busca ahora atraer inversión extranjera para aprovechar su potencial minero infrautilizado.
Qué son los minerales críticos
Los minerales críticos son materias primas estratégicas que sostienen la transición energética y la economía digital. No siempre son escasos en la tierra, pero sí difíciles de sustituir y con cadenas de suministro vulnerables. Cobre, litio, níquel, cobalto, grafito y tierras raras forman el núcleo de esta categoría porque son esenciales para baterías, redes eléctricas y tecnologías limpias, según la Agencia Internacional de Energía y el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El riesgo mayor está en el refinado, no solo en la extracción. La Agencia Internacional de Energía ha advertido que China concentra buena parte del procesamiento mundial de litio, cobalto, grafito y tierras raras. Indonesia se ha convertido en el actor dominante en el níquel. Esa concentración significa que, aunque las reservas estén repartidas, pocos países controlan el paso clave hacia el mercado.
En el litio, el llamado “triángulo del Cono Sur” —Chile, Argentina y Bolivia— concentra los mayores recursos, junto con Australia como otro polo central. Estos países marcan el pulso del insumo clave para baterías.
El níquel tiene su epicentro en Indonesia, seguido de Australia y Brasil, mientras que el cobalto depende en gran medida de la República Democrática del Congo, que domina la producción global con amplio margen.
En cobre, la columna vertebral de las redes eléctricas, Chile y Perú encabezan las reservas, junto con Australia. En grafito, China y Brasil aparecen como los mayores depositarios de reservas naturales.
Las tierras raras, imprescindibles para imanes de alta potencia y turbinas eólicas, tienen en China su mayor reserva y también su mayor capacidad de procesamiento. Brasil, Australia, Vietnam, Rusia y Estados Unidos poseen volúmenes significativos, pero la dependencia tecnológica sigue pivotando hacia el este asiático.