La canonización de Acutis y Frassati será presidida por el papa León XIV, este domingo, en la plaza de San Pedro, en Ciudad del Vaticano (REUTERS/Remo Casilli)

Este domingo 7 de septiembre de 2025, la Plaza de San Pedro acogió un evento histórico: la canonización conjunta de los beatos Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati, presidida por el Papa León XIV. Estos dos jóvenes italianos, nacidos en siglos diferentes, fueron proclamados santos en una ceremonia que convocó a miles de peregrinos, especialmente jóvenes, durante el Jubileo de la Esperanza. Carlo Acutis, el primer santo millennial, y Pier Giorgio Frassati, apodado por Juan Pablo II como el “hombre de las ocho bienaventuranzas”, comparten un legado de fe vibrante que inspira a la juventud católica.

Una monja reza ante la tumba de Carlo Acutis, fallecido por leucemia en 2006 a los 15 años, en el Santuario del Despojo de la Iglesia de Santa María la Mayor en Asís, Italia, el 10 de abril de 2025 (REUTERS/Remo Casilli)

Carlo Acutis, nacido el 3 de mayo de 1991 en Londres y criado en Milán, Italia, es conocido como el “ciberapóstol de la Eucaristía”. Hijo de Andrea y Antonia Acutis, un matrimonio no practicante con tendencias ateas, Carlo mostró una fe extraordinaria desde niño. Una señora polaca de nombre Devota, de fe católica profunda, fue clave en su acercamiento a la religión. Trabajando para los Acutis, Devota compartía con Carlo historias de santos, oraciones y su amor por la Eucaristía, sembrando en él una devoción que contrastaba con el escepticismo de sus padres. Su influencia guió a Carlo hacia una fe centrada en Cristo. A los siete años, tras su primera comunión, asistía a misa diaria, rezaba el rosario y se dedicaba a los pobres. Apasionado por la informática, creó a los 11 años una página web (www.miracolieucaristici.org) que catalogaba milagros eucarísticos, traducida a 18 idiomas y exhibida en parroquias de todo el mundo.

Estatuillas de Carlo Acutis, el adolescente italiano que murió en 2006 de leucemia, se exhiben en una tienda en Asís, Italia, el sábado 1 de marzo de 2025 (AP/Gregorio Borgia)

Este proyecto online reflejaba su convicción: “La Eucaristía es mi autopista al cielo”. A pesar de disfrutar videojuegos y animales, vivía con austeridad y donaba su dinero a los necesitados. Diagnosticado con leucemia en 2006, ofreció su sufrimiento por el Papa y la Iglesia. Falleció el 12 de octubre a los 15 años, en Milán. Beatificado en Asís en 2020, será canonizado el 7 de septiembre de 2025.

Entre sus pensamientos, Carlo decía: “Todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias” y “La única cosa que debemos temer es el pecado”. Estas frases reflejan su llamado a la autenticidad y a vivir plenamente para Dios, inspirando a jóvenes a seguir su ejemplo. En Milán, fue inicialmente sepultado en el cementerio de Ternengo, en la provincia de Biella, cerca de la casa de verano de su familia. Este lugar fue elegido por su conexión personal con la familia Acutis. Sin embargo, en 2018, su cuerpo fue exhumado y trasladado a Asís, específicamente al Santuario del Expolio, donde ahora reposa en una urna de cristal, considerado incorrupto.

Carlo Acutis celebra su cumpleaños en un lugar desconocido en esta fotografía difundida por la Asociación de Amigos de Carlo Acutis/Difundido vía REUTERS

El traslado a Asís se debió a varios factores. Primero, Carlo tenía una profunda devoción por San Francisco de Asís, por su espiritualidad de humildad y amor hacia los pobres. Asís, un centro espiritual mundial, era un lugar apropiado para venerar a un joven cuya vida reflejaba esos valores. Segundo, el proceso de beatificación, iniciado tras su muerte, requería un lugar accesible para los peregrinos, y Asís ofrecía una infraestructura ideal. Finalmente, la diócesis de Asís-Nocera Umbra-Gualdo Tadino, bajo el arzobispo Domenico Sorrentino, apoyó el traslado para fomentar la devoción a Carlo, cuya tumba atrae a miles, especialmente jóvenes, durante eventos como el Jubileo de la Esperanza de 2025.

Su beatificación en Asís, el 10 de octubre de 2020, lo convirtió en un ícono juvenil. Una reliquia de primer grado de su corazón estará presente en Roma durante el Jubileo de la Juventud. El Papa Francisco, en su mensaje para las Jornadas Mundiales de la Juventud diocesanas, instó a los jóvenes a imitar a Carlo, destacando “el gran don de la Eucaristía” que él priorizó. El arzobispo de Asís, Domenico Sorrentino, lo describió como “una esperanza para las generaciones jóvenes que enfrentan un futuro incierto”.

El “Santo de las Cumbres”

Nacido el 6 de abril de 1901 en Turín, Italia, Pier Giorgio Frassati, provenía de una familia influyente; su padre, Alfredo Frassati, fundó el periódico “La Stampa.” A los 17 años, se unió a la Sociedad de San Vicente de Paúl, sirviendo a los pobres, enfermos y soldados tras la Primera Guerra Mundial. Apasionado alpinista, encontraba en las montañas una conexión espiritual, adoptando el lema “Verso l’alto” (“Hacia las alturas”). Como terciario dominico, tomó el nombre “Fray Gerónimo” en honor a Girolamo Savonarola, fraile dominico del siglo XV conocido por su fervor reformista y martirio, cuya valentía inspiró a Frassati.

El beato italiano Pier Giorgio Frassati (1901-1925), beato por el Papa Juan Pablo II el día 20 de mayo de 1990

Miembro de la Acción Católica y la Federación Universitaria Católica Italiana (FUCI), Frassati defendía la doctrina social de la Iglesia y se oponía al fascismo emergente en Italia. Contrajo polio, probablemente por su contacto con los enfermos, y murió el 4 de julio de 1925, a los 24 años. Su funeral atrajo a miles de pobres que había ayudado en secreto. Beatificado por Juan Pablo II en 1990, quien lo llamó “hombre de las ocho bienaventuranzas”, su cuerpo se encuentra en la catedral de San Juan Bautista en Turín y será trasladado a Roma para el Jubileo de la Juventud.

Wanda Gawronska, sobrina de Frassati, expresó su decepción por el cambio de fecha de su canonización, pero celebró su impacto: “Pier Giorgio es un modelo de santidad para los jóvenes de hoy”. A su muerte, La Stampa, el influyente periódico de Turín fundado y dirigido por su padre, Alfredo Frassati, no publicó una cobertura extensa ni detallada sobre su fallecimiento, solo un común y simple aviso fúnebre. Esto puede parecer sorprendente, dado el estatus de la familia Frassati, pero se explica por varios factores: Alfredo Frassati, un agnóstico centrado en la política y los negocios, mantenía una relación distante con la profunda fe y caridad de su hijo, y la familia no era plenamente consciente del impacto de Pier Giorgio en los pobres de Turín hasta su funeral, al que asistieron miles de pobres desconocidos para la familia. Fue un evento que sorprendió a los Frassati y a la élite de la ciudad, quienes esperaban solo la presencia de figuras políticas y sociales. Esta multitud molestó de sobremanera a la alta sociedad, que creyó ver “degradado hasta el absurdo” el sepelio de un joven aristocrático a causa de la presencia de la gente que vivía en los barrios postergados y olvidados de Turín.

Curación de un niño brasileño

La canonización requiere milagros verificados. Para Carlo Acutis, el primer milagro, reconocido para su beatificación, fue la curación en 2013 de un niño brasileño con una malformación pancreática congénita, sanado tras tocar una reliquia de Carlo. El segundo milagro, aprobado el 23 de mayo de 2024, involucró a Valeria Valverde, una costarricense de 21 años que sufrió una grave lesión cerebral en un accidente de bicicleta en Florencia en 2022. Su madre rezó en la tumba de Carlo en Asís, y Valeria se recuperó milagrosamente, permitiendo su canonización. El cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, destacó: “La curación de Valeria es un signo claro de la intercesión de Carlo, cuya fe inspira a los jóvenes a buscar a Dios”.

El 26 de julio de 2025 el cuerpo del beato Pier Giorgio Frassati fue venerado por primera vez con motivo del Jubileo de la Juventud 2025 en la basílica de Santa Maria sopra Minerva en Roma, Italia (ALESSIA GIULIANI / Catholic Press)

Para Pier Giorgio Frassati -aunque los detalles del milagro para su canonización no fueron dados a conocer-, el proceso canónico asegura que un milagro posterior a su beatificación fue verificado. Juan Pablo II, al beatificarlo, subrayó su “entrega total al servicio de los demás”, y el Papa Francisco, en noviembre de 2024, anunció su canonización como un “regalo para la juventud” durante el Jubileo. El obispo de Turín, Roberto Repole, afirmó: “Frassati nos enseña que la santidad es posible en la vida laica, en las calles y en las montañas”.

Aunque separados por casi un siglo, Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati comparten rasgos que los convierten en faros de santidad juvenil. Ambos eran laicos, demostrando que la santidad es accesible a todos. Carlo evangelizaba mediante la tecnología y la caridad, mientras Frassati lo hacía a través del servicio a los pobres y el activismo social. La Eucaristía fue central para Carlo, y las bienaventuranzas guiaron a Frassati. Ambos enfrentaron desafíos –Carlo, la enfermedad; Frassati, las expectativas familiares– y vivieron con alegría contagiosa, integrando la fe en la modernidad: Carlo con Internet, Frassati con el alpinismo y la política. Su juventud al morir (15 y 24 años) resalta que la santidad no depende de la edad, sino de la entrega a Dios. Como señaló el Papa León XIV: “Estos hombres no vivieron en monasterios, sino en el corazón del mundo moderno, dando todo por Cristo”. Antonia Acutis, madre de Carlo, destacó su “devoción mutua a la Eucaristía” como un vínculo entre ambos.

La canonización que se llevará a cabo mañana, durante el Jubileo de la Esperanza, enfatiza el llamado de la Iglesia a los jóvenes para vivir la santidad. Carlo, el “ciberapóstol”, inspira a los adolescentes por su uso de la tecnología para evangelizar. Su sitio Web de milagros eucarísticos ha tocado a millones, y su vida –marcada por videojuegos y zapatillas– lo hace relatable. El Papa Francisco lo elogió: “Carlo muestra que la santidad es posible en la era digital”. Miles de jóvenes visitaron su tumba en Asís tras su beatificación, y su canonización espera atraer a 200,000 peregrinos al Jubileo de la Juventud.

Pier Giorgio con su lema Verso l’alto, es un modelo para jóvenes adultos. El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, afirmó: “Frassati nos invita a los jóvenes a vivir con valentía y alegría, como él lo hizo en las cumbres y en las calles de Turín”.

Ambos muestran que la santidad adolescente es alcanzable. Como dijo el Papa León XIV en el Jubileo de los Jóvenes: “Como nos enseñaron Pier Giorgio y Carlo, aspiren a cosas grandes, a la santidad, dondequiera que estén. No se conformen con menos”.

Algo interesante de notar es que, como terciario dominico, Frassati eligió el nombre “Fray Gerónimo” en honor a Girolamo Savonarola, fraile dominico del siglo XV que predicó contra la corrupción en Florencia y fue ejecutado en 1498. Frassati admiraba su valentía y compromiso con la reforma espiritual, reflejando su propio deseo de transformar la sociedad con la verdad del Evangelio. El obispo Repole señaló: “El nombre ‘Fray Gerónimo’ muestra el espíritu combativo de Pier Giorgio por la justicia y la fe”.