La dinámica habitual de Los 8 Escalones se vio alterada cuando Pampita sorprendió a Evangelina Anderson con una pregunta inesperada sobre su rol como suegra, generando un momento de tensión y complicidad en el programa. La conductora, lejos de conformarse con respuestas evasivas, insistió hasta obtener una confesión sincera de la jurado, lo que derivó en un intercambio sobre la relación entre madres e hijos y el desafío de aceptar a las parejas de los hijos adolescentes.
Durante la emisión, Pampita dirigió una consulta a una participante sobre el “complejo de Edipo”, preguntando si el concepto psicológico había tomado su nombre de una tragedia griega, a lo que la concursante respondió correctamente que era verdadero.
Este tema sirvió de punto de partida para que Evangelina Anderson indagara sobre la experiencia personal de la conductora respecto al afecto de sus hijos. Anderson preguntó si los hijos de Pampita habían atravesado una etapa de amor desmesurado hacia ella, a lo que la conductora respondió: “Ellos siempre me ven como una princesa, la más linda, pero bueno, supongo que, en algún momento, eso se corta, ¿no?”.
La conversación se orientó hacia la relación de las hijas con los padres, cuando Evangelina señaló que las niñas suelen inclinarse más hacia la figura paterna. La jurado invitada intervino para remarcar que los varones suelen adorar a sus madres hasta la adolescencia, especialmente después de los 15 años. En ese contexto, Teté Coustarot aconsejó aprovechar sobre esa etapa, mientras que Pampita expresó con humor la dificultad de reunir a los hijos para compartir una comida familiar: “Hay que rogarles para ir a comer un domingo”.
El diálogo continuó con la reflexión de la jurado sobre la aparición de una nueva figura femenina en la vida de los hijos, a la que denominó “otra princesa”. Ante esto, Pampita manifestó su disposición a aceptar la llegada de la pareja de sus hijos en el futuro, afirmando: “Voy a saber entender que le llegue la mujer de sus vidas después”.
La conversación tomó un giro más distendido cuando Evangelina, recientemente separada de Martín Demichelis, bromeó sobre la necesidad de estar preparada con la escoba, lo que llevó a la conductora a interrogarla directamente: “Pero ¿vos sos suegra mala?”.
Presionada por la insistencia de Pampita, la modelo admitió que se encuentra en una etapa de aprendizaje como suegra, ya que su hijo mayor tiene 16 años. No obstante, aseguró: “No, estoy ahí en eso, estoy como incursionando con el de 16. Pero no, soy muy buena, lo ayudo con los regalitos, con todo, soy muy buena”. Por su parte, Pampita anticipó su actitud futura frente a las parejas de sus hijos: “Yo las voy a amar a todas porque quiero que el domingo vengan a comer a casa y me traigan a los nietos”.
El episodio dejó en evidencia la espontaneidad y el tono lúdico que caracteriza a Los 8 escalones, donde las preguntas personales y las anécdotas familiares se entrelazan con la competencia, generando momentos de cercanía entre los integrantes del programa y la audiencia.
Bautista Vicuña reveló en pleno programa una de las debilidades domésticas de su madre, Pampita Ardohain, generando risas y complicidad tanto en el estudio como entre los televidentes. La interacción entre madre e hijo, marcada por la espontaneidad y el humor, se convirtió en el centro de atención y dejó al descubierto aspectos poco conocidos de la vida cotidiana de la reconocida conductora.
En esta ocasión, la conductora propuso a los participantes una consigna basada en una encuesta realizada en 2012 en Inglaterra por Food Network: “¿Qué porcentaje de hombres considera que su pareja se siente bajo presión por cumplir las habilidades culinarias de la suegra? ¿5 %, 10 % o 15 %?”. Pampita precisó que el estudio incluyó a 2.000 hombres adultos en pareja, todos residentes en Inglaterra, y que muchos de ellos reconocieron una rivalidad entre su pareja y su madre, lo que a menudo derivaba en conflictos conyugales relacionados con la calidad de la comida.
Aprovechando el clima relajado, Pampita involucró a su hijo, quien se encontraba en el estudio acompañando a otro participante, y le preguntó: “¿Mamá es buena suegra o no?”. Bautista Vicuña respondió sin titubear: “Mi mamá es re buena suegra”, lo que provocó risas generalizadas.
La conductora, lejos de conformarse, insistió en el tema culinario: “Soy re buena suegra, pero en la cocina, Bauti, ¿qué onda?”. El adolescente, con una sonrisa y tono irónico, fue directo: “Sí, en la cocina está medio floja”. Pampita replicó con simpatía: “Bueno, pero compenso con otras cosas, amo a todas las nueras, a todas. Es importante. Las mimo, las amo”. El intercambio continuó cuando Simons bromeó sobre la posibilidad de una nueva nuera, haciendo referencia al estado sentimental de Bautista, quien aclaró que actualmente está soltero. Evangelina Anderson añadió picardía al sugerir que “siempre hay una cosita por ahí”, a lo que el joven respondió con ambigüedad: “Puede ser”.