Las elecciones provinciales bonaerenses comenzaron a ser percibidas por la opinión pública como una suerte de “PASO” previa a los comicios legislativos de octubre. Buena parte del mercado quedó a la espera de los resultados de este domingo para tratar de anticipar el rumbo del plan económico. El Gobierno llegó a la instancia electoral tras una serie de medidas correctivas presentadas como temporales y afrontará desde este lunes nuevos desafíos,con el resultado ya definido en el principal bastión electoral.
Los primeros días posteriores “7S” estarán marcados por la respuesta y la reacción de los mercados al desempeño electoral oficialista y -en especial- de la mayor oposición, lo que podría ser un primer indicio de lo qué ocurriría sucedería a nivel nacional en los comicios del 26 de octubre. Un primer número que se conocerá esta semana será el de la inflación de agosto.
Las estimaciones privadas tuvieron en los últimos días mediciones bien dispares, algo poco común en la previa de la difusión de un índice de precios. Algunas, como C&T, Analytica y Libertad y Progreso, tuvieron entre sus números una proyección de inflación más baja que en julio, cuando había sido 1,9%. Así, a pesar de las tensiones financieras y la suba que enhebró el tipo de cambio a fines de abril, el ritmo de suba de precios se habría permanecido estable o incluso por debajo del mes anterior.
Los primeros días post “7S” estarán marcados por la respuesta y la reacción de los mercados al desempeño electoral oficialista y -en especial- de la mayor oposición
Otras -como Equilibra, Orlando Ferreres o EcoGo- recogieron según sus mediciones un IPC que superaría por poco el 2%. Esto implicaría una leve aceleración en relación al mes anterior.
En todo caso, quedaría como una primera conclusión que el traslado a precios de los movimientos cambiarios fueron más leves de lo que inicialmente se estimaba.
En el capítulo de la inflación, el Gobierno cree que tiene los “deberes” hechos: la política de restricción monetaria reforzada al máximo buscó dejar la menor cantidad de pesos “sueltos” en el mercado y evitar así cualquier presión. “No hay convalidación monetaria” a aumentos al consumidor, repiten como un mantra en el equipo económico. Una consecuencia lateral, que enciende cada vez más alarmas, es el de la situación de la actividad económica.
El ritmo productivo llegó golpeado a las elecciones bonaerenses legislativas por el ajuste monetario que hizo aumentar las tasas de interés, lo que encareció considerablemente el financiamiento de corto plazo para las empresas y en menor medida para el consumo de las familias.
En el Poder Ejecutivo prometen que la mega “aspiradora” de pesos -a través de subas de encajes y con convalidación de altas tasas- es temporal y se manendrá hasta que se estabilice el clima electoral, aunque no estará qué sucederá ante un resultado adverso en las urnas.
En el Poder Ejecutivo prometen que la mega “aspiradora” de pesos -a través de subas de encajes y con convalidación de altas tasas- es temporal y se manendrá hasta que se estabilice el clima electoral
Tras los comicios, la Fundación Mediterránea advirtió que para reencauzar la macroeconomía será clave recrear condiciones que permitan una entrada sostenida de capitales. Resaltaron que esto reforzaría las reservas del Banco Central y complementaría el ahorro interno, lo que a su vez permitiría elevar la tasa de inversión.
La entidad cordobesa remarcó que la herencia de la llamada “crisis de las LEFI” -Letras Fiscales de Liquidez- genera preocupación de cara al escenario poselectoral: “No sólo por la suba en términos del PBI de la carga financiera de la deuda doméstica, sino también porque los instrumentos de política fiscal y monetaria han entrado en una zona gris, en la que se han desdibujado los roles específicos del Tesoro y del Banco Central en el manejo de la macro”.
El análisis de Fundación Mediterránea también resalta que la normalización del sistema bancario implicará reducir encajes para devolver liquidez a la economía, pero advirtie que esta medida deberá coordinarse con la compra de dólares por parte del Banco Central para acumular reservas, operación que también tiene un efecto expansivo sobre la base monetaria. Según ese centro de estudios, “lograr los dos objetivos a la vez habrá de requerir una espectacular remontada de la demanda de dinero”, lo que implica que la política monetaria y cambiaria post comicios deberá manejarse con cuidado para evitar tensiones adicionales en el mercado financiero.
Por su parte, la consultora 1816 alertó sobre los efectos de la política económica orientada hacia lo electoral: “La actividad económica ya venía estancada en el primer semestre de 2025” y advirtió que sería esperable un descenso relevante del PBI en el tercer trimestre respecto del segundo.
Esta situación se debe, según el centro privado, a que el Ejecutivo relegó la acumulación de reservas y la salida de las LEFI generó volatilidad excesiva en el mercado local.
“Independientemente de los resultados electorales de septiembre y octubre, después de los comicios veremos modificaciones tanto en la política cambiaria -donde prevemos un esfuerzo más decidido en acumular reservas- como en la política monetaria”, afirmaron en 1816.
El ritmo productivo llegó golpeado a las elecciones bonaerenses legislativas por el mismo apretón monetario que hizo aumente el costo financiero por la escalada de las tasas de interés
1816 subrayó que, tras las elecciones provinciales, el Ministerio de Economía enfrentará vencimientos por unos $7,2 billones, sin contar las tenencias del Banco Central, y que podrían modificarse nuevamente las normas de efectivo mínimo. #Salvo resultados extremos este domingo, hay que prepararse para que en las próximas siete semanas la economía continúe deteriorándose en términos de actividad económica, nivel de reservas, etcétera”, advirtieron.
El precio de los bonos
La consultora 1816 destacó que un riesgo evidente de esta estrategia es que el deterioro en estos meses sea tal que, incluso con un buen resultado para el oficialismo, los bonos queden cotizando a niveles que dificulten la refinanciación de los vencimientos de deuda externa en el futuro cercano.
Las próximas semanas, entre las elecciones bonaerenses y las legislativas nacionales, estarán marcadas por la reacción de un mercado que ya antició en los precios un escenario de derrota oficialista sin una gran distancia. Cualquier escenario que se aleje de esa presunción cambariará el humor financiero desde este lunes.
Una derrota más amplia de lo esperado obligará al equipo económico a poner sobre la mesa todo el arsenal disponible para defender el esquema cambiario y evitar una expansión de pesos esta semana en la nueva licitación de deuda con medidas para los bancos y con habilitación de una tasa de interés aún alta. Por el contrario, un resultado más benévolo le dará algo más de margen de maniobra la Casa Rosada hasta el último turno electoral.