En el marco del 46º Convención Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), que se desarrolló en el Hotel Llao Llao de Bariloche, el secretario de Finanzas Pablo Quirno se pronunció ante representantes del sector financiero sobre las recientes tensiones cambiarias y la intervención del Tesoro en el mercado de divisas. Según destacó Quirno, la volatilidad persistirá hasta octubre debido al clima electoral y a los intentos de la oposición por afectar el plan económico oficial.
Durante su intervención el funcionario realizó un repaso de los principales indicadores económicos desde el inicio de la gestión de Javier Milei. Afirmó que “entramos en una psicosis bastante particular”, y atribuyó este fenómeno a la “ansiedad” e “incertidumbre” preelectoral, junto con la presión ejercida por la oposición parlamentaria. Remarcó que el Gobierno persigue “orden fiscal y equilibrio fiscal” como principios irrenunciables.
Quirno presentó una comparación entre 2023 y 2025 para ilustrar el flujo fiscal. Argentina pasó de registrar un resultado financiero negativo de cinco puntos del Producto Interno Bruto (PIB) a un saldo casi neutro de 0,3 por ciento, describió. También subrayó que la inflación núcleo pasó de 28,3% mensual a 1,5% en julio de 2025, “algo absolutamente inédito para Argentina”, y que la pobreza disminuyó de 53% a 32%, un movimiento que implicó la salida de “12 millones de personas” de la pobreza.
Frente a empresarios y ejecutivos de finanzas, el secretario apuntó que la consolidación fiscal y la confianza en la macroeconomía permitieron liberar recursos al sector privado, hecho que redundó en acceso al financiamiento internacional y en condiciones históricamente favorables para grandes empresas argentinas. “El orden macroeconómico lleva justamente a reducir el impuesto inflacionario, que es el más perverso y afecta a los más necesitados”, explicó.
El funcionario atribuyó a la oposición la intención de vulnerar el equilibrio fiscal, advirtiendo que el Gobierno “siempre está preparado para vetar esas leyes”. Sostuvo que la estrategia opositora apunta a generar “incertidumbre”, lo que retrae el consumo y la inversión. “El proceso electoral es más corto gracias a la boleta única de papel y la suspensión de las PASO”, señaló, y advirtió que el desdoblamiento de elecciones legislativas impulsado por sectores opositores busca instalar escenarios favorables a sus propios intereses, aprovechando la estructura territorial y el aparato electoral.
Según lo expresado en el encuentro, el equipo económico estructuró su programa para “depender lo menos posible de terceros”, evitando así condicionar los objetivos fiscales clave a negociaciones parlamentarias. De este modo, “a medida que pasa el tiempo, el programa macroeconómico está cada vez más sólido”.
“Esta gente lo que quiere hacer es desestabilizar lo que estamos construyendo. No tienen otra alternativa ni propuesta”
Quirno describió una reducción del déficit cuasifiscal del Banco Central, que en 2023 ascendía a USD 64.000 millones, a un saldo nulo en la actualidad. La deuda pública consolidada retrocedió desde aproximadamente USD 485.000 millones a USD 425.000 millones. Precisó que la deuda consolidada entre el Tesoro y el Banco Central se redujo en USD 58.000 millones en 18 meses.
Uno de los aspectos centrales del discurso giró en torno al rol del Tesoro en el mercado de cambios. Quirno explicó que el Tesoro no intervino para fijar el tipo de cambio, sino para “proveer liquidez y asegurar el normal funcionamiento” ante episodios de iliquidez que “distorsionan el valor real del dólar”. Rechazó la idea de que la intervención signifique la ruptura del sistema de bandas cambiarias, como trascendió en distintos sectores: “Nuestro objetivo principal es la inflación. Para nosotros, la secuencia es atacar y eliminar la inflación, porque de ahí viene la reducción de la pobreza”.
En ese sentido, defendió la política de “proveer liquidez”, señalando que no representa “venta de dólares” en el sentido tradicional. Remarcó que la solidez del programa económico oficial le otorga al Tesoro el espacio necesario para actuar en el mercado cambiario. “El Tesoro puede hacerlo hoy porque no tiene déficit. Compró dólares en los últimos meses a $1.150 y $1.260, y ahora tiene la posibilidad de usarlos para garantizar estabilidad”, detalló.
La exposición también incluyó un análisis sobre reservas internacionales y el pago de compromisos externos. El secretario argumentó que la acumulación de reservas creció en el último período, aunque parte de esas divisas se asignaron a pagos con organismos multilaterales y compromisos heredados, mencionando un pago de USD 1.000 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) a solo diez días de asumir la administración. “Cada vez que tenemos un vencimiento lo pagamos, debemos menos. Es tan fácil como eso la aritmética”, afirmó.
“Este es el primer gobierno que tiene tan baja representación en el Congreso y de gobernadores, pero logramos un programa más sólido y resultados más rápidos”
Recurriendo a cifras, Quirno brindó un panorama de la deuda en dólares: descendió de USD 266.000 millones a USD 252.230 millones. En cuanto a la deuda en pesos, el equivalente disminuyó a USD 192.000 millones. Sostuvo que “Argentina no tiene un problema de deuda”, aunque sí requiere fortalecer la confianza y credibilidad para reingresar a los mercados de crédito.
La presentación abordó el impacto de la volatilidad electoral sobre la demanda de moneda local y las tasas de interés. Mencionó que ante la incertidumbre, la política monetaria tiende a mantener tasas de interés altas y eso constituye un fenómeno transitorio condicionado por el contexto político. “Esta gente lo que quiere hacer es desestabilizar lo que estamos construyendo. No tienen otra alternativa ni propuesta”, expresó en relación a los sectores opositores.
Además, Quirno destacó que el programa económico incrementó la inversión en programas sociales como Alimentar y AUH. Aseguró que el incremento en el gasto se tradujo en una mayor cobertura real, tras eliminar intermediaciones y mecanismos de corrupción. Reivindicó la acción del Gobierno para optimizar la llegada de recursos a los beneficiarios, desde la perspectiva de “un Estado que gestiona y cuida que los recursos vayan donde tienen que ir”.
En materia de comercio exterior, el secretario sostuvo que el actual esquema productivo y el impulso a sectores como energía y minería permiten proyectar “triplicar las exportaciones en siete u ocho años”. Además, aseguró que la reducción de retenciones beneficiará a la producción agroindustrial, garantizando el flujo de divisas genuinas.
Sobre el contexto político e institucional, advirtió que este Gobierno gestiona con una representación parlamentaria muy baja, lo que no impidió mostrar resultados que, de acuerdo a su exposición, superan a los de administraciones anteriores. “Este es el primer gobierno que tiene tan baja representación en el Congreso y de gobernadores, pero logramos un programa más sólido y resultados más rápidos”, aseveró.