Juan Ariel Resquín no iba a entregarse tan fácilmente. Cuando vio entrar a los policías de la Federal tomó una pala de punta y los atacó. En el forcejeo, intentó tomar el arma de uno de los agentes. En ese momento, se produjo una detonación involuntaria: el prófugo terminó con una herida de bala en su mano derecha de una Bersa Pro semiautomática, con orificio de entrada y salida. En ese momento, lograron reducirlo.

El fugitivo era buscado desde noviembre de 2025, cuando Candela Magalí Milagros Azoya, de 17 años, fue hallada entre restos de basura en un terraplén en Villa Centenario, en Lomas de Zamora. La menor fue asesinada, desmembrada y sus restos, calcinados. A fines de diciembre, había sido detenido su hermano, Fabio Resquín.

La escena de la captura trascurrió en la tarde de este lunes en una sede de Familia Grande Hogar de Cristo, un centro religioso de González Catán ubicado en la calle Juan Lavalleja al 2100. Los efectivos de la brigada de la Superintendencia de Investigaciones Federales lo asistieron y pidieron una ambulancia. Cuando le sacaron las fotos para el expediente que lleva su nombre, Resquín (39) aparece con un vendaje en el brazo.

El detenido

Tras la detención, el hombre fue puesto a disposición del fiscalJosé Luis Juárez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N° 12 de Lomas de Zamora.

El caso

Candela Magalí Milagros Azoya

Candela desapareció el 27 de noviembre pasado. Ese día, la adolescente, que vivía en Mar del Plata y estaba visitando a su mamá en Lomas de Zamora, salió de la casa familiar de la localidad de Villa Centenario rumbo a la plaza de Santa Marta a buscar unas zapatillas usadas que se había comprado por redes sociales.

Nada más se supo de ella hasta que vecinos denunciaron el hallazgo de restos humanos calcinados a la vera de las vías del ferrocarril Roca que une las cabeceras de Temperley y Haedo.

“Encontraron, entre basura quemada y a la vera de las vías, un pie semi calcinado y un tobillo, también una media que fue la que luego reconocería la mamá de Candela”, detallaron las fuentes del caso que investiga la fiscal Carla Furingo de la UFI N°1 de Lomas de Zamora, como homicidio triplemente agravado por ser cometido en contexto de violencia de género, por la participación de tres personas y por ensañamiento.

A 300 metros de allí encontraron la cabeza y diferentes huesos, todos calcinados.

El cuerpo lo habrían quemado con nafta y las partes las sacaron en bolsas de arpillera y la trasladaron en un carro que le pidieron a un vecino”, contaron las fuentes a este medio los detalles macabros del caso.

Las cámaras de seguridad fueron un pilar y el dato de que Candela había estado en la plaza Santa Marta el día de la desaparición también. Allí fue con su primo, que también está preso, a buscar sus zapatillas.