La Bolsa de París registra una fuerte caída este martes, al igual que los mercados europeos, mientras las acciones de los bancos franceses sufrieron descensos significativos y los costos de endeudamiento de Francia aumentaron, en un contexto de creciente incertidumbre política que podría llevar a la caída del gobierno minoritario. Según diversas agencias, el CAC 40 perdió cerca de dos por ciento en las primeras operaciones y el índice europeo STOXX 600 bajó un 0,7% hacia las 07:04 GMT.
Las acciones de BNP Paribas descendieron 6,8% y Société Générale más de siete por ciento, reflejando la preocupación de los inversores ante una posible rebaja de la calificación crediticia de Francia, como señaló Christopher Dembik, asesor de inversiones de Pictet Asset Management. Los bancos franceses concentran grandes volúmenes de deuda pública del país.
La presión sobre los mercados se intensificó después de que el primer ministro François Bayrou anunciara el lunes la celebración de una moción de confianza en la Asamblea Nacional el próximo 8 de septiembre, en respuesta a la negativa de los partidos de oposición de apoyar su plan de recorte presupuestario de 44.000 millones de euros (51.000 millones de dólares), que incluye medidas como la reducción del número de días festivos y de personal público.
Los tres principales partidos de la oposición —Agrupación Nacional (ultraderecha), La Francia Insumisa (izquierda radical) y los ecologistas— anunciaron que rechazarán la moción de confianza. El líder socialista, Olivier Faure, también afirmó que su grupo votará en contra. Ante la falta de apoyos, las posibilidades de que el gobierno de Bayrou sobreviva a la moción se consideran mínimas.
El contexto político francés se ha visto alterado desde la disolución de la Asamblea Nacional por decisión del presidente Emmanuel Macron en junio de 2024, tras lo cual el parlamento resultante quedó dividido entre izquierda, bloque macronista y extrema derecha.
En su reciente rueda de prensa, Bayrou declaró que el país debe “hacer frente al peligro inmediato del sobreendeudamiento”, en referencia a una deuda pública que alcanza el 114% del PIB, la tercera más elevada de la eurozona tras Grecia e Italia. Según el proyecto expuesto por Bayrou, el objetivo es reducir el déficit público al 4,6% del PIB en 2026 y situarlo en el 2,8% en 2029, por debajo del límite fijado por las reglas europeas. También busca liberar espacio fiscal para incrementar el gasto militar conforme a los compromisos adoptados por Francia en la OTAN.
Mientras tanto, en el plano internacional, la preocupación de los inversores se incrementó tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de destituir a la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, por supuestas irregularidades en préstamos hipotecarios, lo que reavivó el temor por la independencia del banco central estadounidense.
La inestabilidad política en Francia se agrava a menos de dos semanas de la votación clave, con la oposición y parte de la sociedad anticipando posibles movilizaciones. Dos días después de la moción de confianza está convocada una jornada para “paralizar Francia”, apoyada por la izquierda y algunas federaciones sindicales de la CGT.