En una nueva edición de Data Animal, conducido por Melina Brizuela, el médico veterinario y especialista en rehabilitación canina y felina Hernán Cornes aportó una visión integral sobre los desafíos que enfrentan los tutores de perros que quedan parapléjicos.

Durante la entrevista, analizó las principales causas de parálisis, las claves para garantizar buena calidad de vida y la influencia del entorno, además de ofrecer orientación para quienes consideran adoptar animales con movilidad reducida.

Causas de la parálisis en animales

Cornes enfatizó la importancia de diferenciar entre una patología ortopédica y una neurológica para entender el motivo por el cual un animal deja de caminar. “Lo primero que debemos saber es si el animal está pléjico o si se trata de una patología ortopédica. Si está pléjico, existe una patología neurológica, generalmente una lesión medular”, señaló el veterinario.

Con base en su experiencia, indicó que la mayoría de los casos están ligados a eventos traumáticos: “La mayoría de los casos ocurren por lesiones en la médula producidas por accidentes de auto, caídas desde altura en gatos o mordeduras”. Destacó otras causas, como hernia de disco, enfermedades congénitas, así como patologías vasculares o infecciosas.

El acompañamiento profesional permite a las familias afrontar la adaptación y el bienestar de perros parapléjicos

La velocidad en la intervención resulta determinante. El especialista subrayó: “No es igual abordar a un perro recién afectado dentro de las primeras veinticuatro horas que hacerlo luego. El pronóstico y la estrategia varían notablemente”.

Claves para la calidad de vida

Uno de los temores recurrentes de quienes conviven con animales parapléjicos es su bienestar a largo plazo. Cornes fue enfático: “La calidad de vida de estos perros depende del tutor que tienen”.

Explicó que, si reciben los cuidados necesarios, pueden alcanzar plenitud: “Un perro sano cuya atención es deficiente tendrá la calidad de vida alterada. En el caso de los parapléjicos, requieren más tiempo y organización, pero pueden estar bien”.

Estas mascotas presentan frecuentemente complicaciones como problemas dermatológicos, arrastres, infecciones urinarias por vaciado incompleto de la vejiga o molestias articulares y musculares asociadas al sobreesfuerzo.

Cornes resaltó que se trata de complicaciones manejables: “Son patologías absolutamente atendibles que, con organización, permiten a los animales llevar una vida normal”. Además, insistió en su capacidad para disfrutar. “Desde donde se encuentra la lesión en adelante, el animal actúa como cualquier otro: necesita masticar, oler, ladrar, olfatear”.

El entorno del hogar debe modificarse para facilitar la movilidad y prevenir complicaciones en animales con parálisis (Freepik)

El veterinario desmintió la suposición de que los animales parapléjicos no requieren estimulación: “A pesar de su situación, la estimulación cognitiva y sensorial es fundamental. Es lo primero que debemos asegurar”.

Adaptar el hogar y la importancia del asesoramiento

La vida cotidiana puede exigir modificaciones en el hogar. Cornes recomendó adaptar los espacios: “Conviene eliminar barreras, instalar rampas, usar pisos de goma, elevar los platos de comida y bebida y ofrecer camas firmes para evitar escaras. También es útil establecer zonas con césped accesible”.

Sobre los carritos ortopédicos, aconsejó no aplicarlos de manera sistemática y recomendó asesoramiento profesional: “No todos los perros requieren carritos; es esencial evaluar cada caso con un veterinario con formación en rehabilitación para determinar el momento idóneo y la duración del uso”.

El proceso de rehabilitación conlleva responsabilidades médicas y emocionales. Cornes identificó que el mayor reto suele estar en la comunicación con las familias y el acompañamiento durante la adaptación: “Es importante que el mensaje transmitido a la familia sea concreto, empático y sincero”.

Los tutores cumplen un rol fundamental en la calidad de vida de mascotas con movilidad reducida (Imagen Ilustrativa Infobae)

La gestión de expectativas, aclaró, implica explicar etapas y objetivos del tratamiento, centrándose en aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida, más allá de la recuperación de la marcha. “El entorno familiar debe reorganizar rutinas y tiempos. Hay personas que cambian de trabajo o de vivienda para poder brindar el cuidado necesario”.

El acompañamiento profesional es clave para toda la adaptación: “Siempre estamos, aunque sea en segundo plano, apoyando a las familias en estos procesos”.

Reflexiones y consejos para la adopción

Para las personas que consideran adoptar animales con parálisis, Cornes sugirió analizar las motivaciones y la preparación para tal responsabilidad. Destacó experiencias positivas de tutores previsores que ya habían cuidado animales en similar condición.

Compartió el testimonio de la tutora de un paciente: “Lo más importante hubiese sido saber que el perro no iba a tener dolor”, rememoró. Resaltó luego que, atendiendo adecuadamente sus necesidades, un animal puede seguir teniendo una vida plena aunque no recupere la marcha.

El especialista concluyó que asumir estas situaciones implica aceptar límites propios y buscar apoyo interdisciplinario: “La red es muy importante. No solo se trata de la veterinaria, sino de recurrir a diferentes profesionales según cada caso”.