En el marco de una audiencia desarrollada este viernes, la Justicia resolvió que los menores de 16 y 17 años acusados de cometer el crimen de Rita Mabel Suárez, la mujer asesinada el pasado jueves frente a su hijo en La Matanza, queden detenidos con prisión preventiva. Lo mismo ordenaron para el joven de 19 años, el primer capturado por el hecho.

La decisión fue tomada por el Juzgado de Garantías Nº1 a partir del pedido del fiscal Pablo Insúa, de la Fiscalía Juvenil Nº1. Tras evaluar las pruebas, el juez determinó que los tres adolescentes queden detenidos por los delitos de robo calificado en grado de tentativa, en concurso con el de homicidio criminis causa y por el concurso premeditado de 2 o más personas.

Fuentes del caso confiaron a Infobae que la defensa del menor de 17 años no hizo ningún tipo de requerimiento ni se opuso a la postura del fiscal. Se trata del chico que esta semana confesó haber disparado la bala que mató a la víctima en la localidad de Villa Luzuriaga.

La confesión del menor

El sospechoso se presentó a indagatoria el martes luego de haberse entregado ante la Justicia por voluntad propia y acompañado de su madre, su padre, su hermana y su cuñado.

Su declaración fue tomada por el fiscal Insúa, quien quedó a cargo de la causa tras confirmarse que dos de los delincuentes que participaron del hecho eran menores.

En su relato, el imputado por homicidio se hizo cargo de haber disparado la bala que le provocó la muerte a la mujer de 47 años, aunque aseguró que creía que el arma estaba descargada. En este sentido, dijo que, tras escuchar el estruendo, salió corriendo porque “no esperaba que saliera el tiro” y se asustó.

Rita Mabel Suárez fue asesinada a tiros en La Matanza

Al recordar el día del ilícito, el menor declaró que estaba caminando junto con sus dos cómplices -que son conocidos de él- cuando vieron a la víctima, que estaba en la esquina “regalada”. En consecuencia, le confesó al fiscal que los tres decidieron ir a interceptarla para robarle el auto.

Sin embargo, cuando se acercaron, se encontraron con que la mujer y su hijo tenían bloqueadas las puertas del lado de adentro y las ventanillas subidas, por lo que la situación se les complicó.

Fue entonces que el menor sacó su arma –que dijo que no era suya, sino que se la habían prestado y que ese día la iba a devolver- e intentó asustarla mostrándosela.

Según su declaración, el acusado golpeó la ventanilla con la pistola un par de veces y en uno de esos golpes “salió la bala”. Al escuchar el disparo, los tres se habrían asustado y salieron corriendo sin saber que el tiro había impactado en la mujer.

De acuerdo a lo que contó el menor en su indagatoria, él no se enteró de que la víctima había resultado herida ni que había fallecido hasta que, esa misma noche, personal de la DDI de La Matanza golpeó la puerta de su casa en Rafael Castillo.

Ante ese episodio, el imputado dijo que también se asustó y así justificó su reacción ante la llegada de la policía: salió corriendo nuevamente y escapó entre los techos.

A pesar de que logró huir de las autoridades, declaró que, tras tomar conocimiento del crimen, él quiso ponerse a disposición de la Justicia y entregarse. Fue entonces que su familia, que definió como trabajadora, se contactó con un abogado para asesorarse y acordaron que este lunes iba a presentarse voluntariamente en la fiscalía para quedar detenido.