El general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, habla en una conferencia de prensa en el Pentágono, el jueves 26 de junio de 2025, en Washington (AP Foto/Kevin Wolf)

Altos mandos militares de Estados Unidos y Europa se reunieron esta semana en Washington con el fin de diseñar opciones militares que impulsen una paz duradera en Ucrania. El Estado Mayor Conjunto estadounidense confirmó que el general Dan Caine, junto a sus homólogos de Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Ucrania, “desarrollaron opciones militares para apoyar las negociaciones destinadas a llevar una paz duradera a Europa”.

El comunicado añadió que dichas propuestas “serán presentadas a los respectivos asesores de seguridad nacional de cada país para su consideración en los esfuerzos diplomáticos en curso”.

El contenido específico de esas opciones se mantiene reservado. Pero la agencia de noticias Reuters señala que una de las propuestas contempla “desplegar tropas europeas en Ucrania bajo mando estadounidense”. En paralelo, se ha intensificado el esfuerzo diplomático europeo para crear una coalición que formule garantías de seguridad capaces de disuadir futuras agresiones rusas.

La conformación de una “coalición de los dispuestos” estaría integrada por líderes militares de la OTAN quienes calculan un marco de seguridad posconflicto. Esta idea se enlaza con iniciativas previas, en especial la cumbre de Londres de marzo de 2025, en la que Reino Unido y Francia impulsaron la creación de una fuerza de paz que se desplegaría una vez firmado el alto el fuego.

En aquel encuentro, el primer ministro británico Keir Starmer anunció compromisos significativos, como 1.600 millones de libras en exportaciones para adquirir más de 5.000 misiles antiaéreos fabricados en Belfast, complementados con 2.200 millones de libras en préstamos provenientes de activos rusos congelados. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó entonces la “urgente necesidad de rearmar a Europa” tras años de escasa inversión militar.

Trabajadores de emergencias inspeccionan un auto dañado cerca de un edificio residencial de varias plantas alcanzado por un misil ruso, en un operativo que dejó 31 muertos, en Kiev, Ucrania, el 1 de agosto de 2025 (AP Foto/Efrem Lukatsky)

Las conversaciones militares en Washington se producen en un momento crítico. A nivel de la OTAN, los jefes de defensa de los 32 aliados mantuvieron una reunión virtual el 20 de agosto, dirigido por el nuevo comandante supremo en Europa, el general Alexus Grynkewich. En ese foro se compartieron visiones sobre garantías de seguridad altamente vinculantes, e incluso se barajó la creación de una fuerza multinacional para respaldar un eventual acuerdo de paz.

En paralelo, el Pentágono advirtió que Estados Unidos desempeñará “un papel mínimo” en tales garantías, insistiendo en que Europa debe asumir la mayor parte de la carga. El subsecretario de Política, Elbridge Colby, comunicó que el país descarta comprometer tropas o activos aéreos significativos. La postura del gobierno de Trump, que recientemente expresó predisposición a apoyar fuerzas europeas pero no a enviar soldados estadounidenses, genera tensiones entre los aliados.

En ese contexto, un alto funcionario del Pentágono reconoció que Trump también ha descartado el envío de fuerzas terrestres, aunque abrió la puerta a apoyo aéreo, inteligencia y vigilancia.

Mientras nuevas iniciativas se articulan, el conflicto continúa en el terreno. El miércoles, Rusia lanzó uno de los mayores ataques aéreos del año contra el oeste de Ucrania: disparó 574 drones y 40 misiles contra múltiples ciudades, incluidas Leópolis y Zaporizhzhia. En esa ofensiva, una fábrica de electrónica ubicada en Mukachevo fue alcanzada, dejando al menos una víctima fatal y varios heridos entre los trabajadores. El presidente Volodimir Zelensky condenó el hecho, acusando a Moscú de carecer de voluntad real para avanzar en las negociaciones.

La ofensiva golpeó no solo instalaciones militares, sino también áreas urbanas clave como Leópolis, dejando claro que la guerra sigue escalando en todas las direcciones.

ARCHIVO - Un tanque ucraniano pasa junto a un automóvil en llamas en la región de Sumy el 14 de agosto de 2024, en Ucrania, cerca de la frontera con Rusia (AP Foto/Evgeniy Maloletka, archivo)

En medio de estos choques, la diplomacia de alto nivel mantiene su ritmo. Una fuente citada por la agencia de noticias AFP confirmó el primer día de las conversaciones en Washington que los líderes militares debatían las “mejores opciones para un posible acuerdo de paz en Ucrania”.

Para proporcionar un marco histórico, conviene recordar que Ucrania firmó un acuerdo de seguridad en 1994, el Memorando de Budapest, por el cual Rusia, EEUU y el Reino Unido se comprometieron a respetar su integridad territorial tras su desnuclearización. Esa garantía, hoy ampliamente cuestionada, ha sido infringida en repetidas ocasiones.

El actual avance hacia garantías más robustas representa, por tanto, un esfuerzo por sustituir aquella promesa incumplida por un mecanismo operativo, con personal militar y recursos concretos desplegados sobre el terreno.

En ese sentido, la declaración del gobierno británico sobre la “coalición de los dispuestos” anticipa una respuesta más movilizada y cohesionada de Europa, respaldada por apoyo táctico y logístico estadounidense durante una fase de transición estratégica.

De fondo, Estados Unidos está liderando una política que busca equilibrar su compromiso con una creciente exigencia de que Europa asuma más responsabilidad en su defensa, mientras Zelensky condiciona su encuentro con Putin a que existan garantías palpables que aseguren que Ucrania no será nuevamente vulnerada.